Limpia mis oídos
Mc 7, 31-37
Hoy, como el sordo que apenas podía hablar, quiero decirte: “limpia mis oídos”. Limpia mis oídos para escuchar tu Palabra, limpia mis oídos para acoger el clamor de los pobres. De los que han muerto en las aguas del Mediterráneo, en una furgoneta o un camión patera. Parece que las pateras del mar se multiplican ahora por tierra. Y, ante tanta sordera de insolidaridad, la muerte hace estragos con los que buscan simplemente vivir.
Limpia mis oídos, nuestros oídos, los de la sociedad, los del mundo. Algo pasa a nuestro mundo que no queremos oír, ni ver… Esa casa común parece tambalearse.
De nuevo a tus pies, Señor Jesús, queremos creernos tu Evangelio. Es posible: “Ábrete” dijiste al sordo. Y pudo oír. Pudo oír y hablar. Se le quitó la traba de la lengua. Ojalá se nos quite la traba de la indiferencia y así podamos escucharte de verdad. Mantennos en la esperanza de que es posible oír tu Voz.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
en silencio lo escucharemos, en silencio se nos abrirán los oídos y los ojos, tenemos demasiado ruido exterior que no nos deja centrarnos en su palabra. nos hace falta orar sin desfallecer para responder a su llamada, para atrvernos a salir de nosotros mismos