Profesionales cristianos

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PROFESIÓN, TRABAJO Y SUELDO

Una vez más este año al final de curso nos encontramos  en Madrid, venidos de toda España,  profesionales de ramas muy diversas, médicos, periodistas, ingenieros, maestros, investigadores, empresarios, enfermeros… el objetivo del encuentro fue la reflexión  y estudio acerca de la dimensión social y humana de nuestro ejercicio profesional, de nuestro trabajo.

 Recordamos y profundizamos claves fundamentales acerca del trabajo humano, del ser profesional, todo ello situado en el contexto socioeconómico y cultural actual.

El dato fundamental a discernir fue la relación entre profesión, persona y sociedad. Descubríamos, una vez más, que cuando el centro vital y cultural de la sociedad se sitúa de un modo unidimensional en torno al dinero y a la relación producción-consumo, se entra en dinámicas mercantilistas en las que acaba diluyéndose la dimensión social y humana del trabajo profesional, y emergen objetivos y criterios que son de otro orden y la consecuencia más inmediata es que se confunde el trabajo con el empleo y éste con el sueldo. Me explico: pasamos de un concepto del trabajo en el que entendemos por el mismo todo lo que realizo para responder a necesidades materiales, culturales y espirituales de las personas – ya sea dar clases en la universidad, cuidar a mi madre anciana o la preparación de una charla de ética profesional para un colectivo preocupado por su colegio de educación especial que me lo ha pedido- , a una visión de puro contrato que se cifra en la realidad de un sueldo, que acaba convirtiéndose en el horizonte fundamental, porque desde él consumo y disfruto; siendo el sueldo el que me permite elegir lo que deseo, frente a lo que realmente necesito. Ahí está el peligro que afecta también a los profesionales de todas las ramas, al entrar en una dinámica laboral que produce, a la larga, insatisfacción en el mismo profesional y deshumanización en la sociedad, llegándose incluso a perder el sentido del servicio y  los códigos deontológicos, para desarrollar sin fin los jurídicos-defensivos, y aspirando a un  éxito que se define cuantitativa y superficialmente.

Ante este peligro real hemos considerado fundamental la necesidad de reivindicar la profesión y su ejercicio como instrumento de humanización tanto para el que la realiza como para los que reciben su atención y servicio, que son los que realmente justifican su existencia. Estamos convencidos que  el “otro” como horizonte, es  el que da sentido a mi profesión y me  puede  llenar la vida, aunque el bien externo del sueldo también tenga su lugar y su importancia. Nos ha quedado claro que el trabajo profesional es mucho más que un sueldo; que en el ser y ejercicio profesional  está en juego la persona y la capacidad de humanizar el mundo y hacerlo más justo, solidario y fraterno.  Estamos convencidos que en medio de la crisis, no sólo faltan soluciones externas de consumo y empleo, sino es necesario, hoy más que nunca, también humanizar el ejercicio profesional, orientando el trabajo hacia la justicia , poniendo a la persona en el centro y actuando desde lo profundo de ser, por encima de la externalidad del tener. La crisis no sólo es económica, sino humana, necesitamos un paradigma nuevo en el que el trabajo y las profesiones sean realmente algo mucho más que un sueldo; hemos de luchar por recuperar el verdadero sentido del trabajo, saliendo de la mercantilización, recuperando la ética profesional, el sentido vocacional de la profesión, para poner a la persona y no al consumo sin más en el centro de la cultura y la economía.

José Moreno Losada. Consiliario del Movimiento de Profesionales Cristianos en Badajoz.

One Response to “Profesionales cristianos”

  1. A mi entender, el nuevo paradigma está claro, y se basa en la instauración del derecho ciudadano a la Renta Básica, aquella renta que garantiza la cobertura de las necesidades básicas sin tener que pasar obligatoriamente por el mercado laboral.

    Hoy día el mercado laboral es una fuente de esclavitud y explotación… El trabajo humilde y sencillo de PX trata de sentar las bases de un ejercicio profesional profundamente humano, profundamente evangelizador, profundamente liberador.