En medio del mundo

Tesis segunda: ” reconociendo como razón última de todo (principio y fundamento) el amor manifestado en la gratuidad…”

 “El Señor  se fijó en vosotros  y os eligió, no porque fuerais mas numerosos que los demás pueblos, pues sois el más pequeño de todos, sino por el amor que os tiene y para cumplir el juramento hecho a vuestros antepasados. Por eso os ha sacado de Egipto con mano fuerte y os ha librado de la esclavitud del poder del faraón, rey de Egipto.” (Dt 7,7-8)

“Porque amas todo cuanto existes, y no aborreces nada d elo que hiciste, pues si odiaras algo, no  lo habrías creado. ¿Cómo subsistiría algo si tú no lo quisieras? ¿Cómo permanecería si tú no lo hubieras creado? Pero tú eres indulgente con todas las cosas, porque todas son tuyas, Señor, amigo de la vida” (Sb 11,24-26)

 En el pensamiento del génesis todo ha sido creado desde el caos – la nada – por amor, todo es bueno, todo ha sido puesto en la manos del hombre, todo es capaz de los cielos nuevos y la tierra nueva.

            El Dios de la historia ha realizado el primer acto de la misma en la generosidad de la creación:

–         Crea por amor no por necesidad: raíz de la libertad y la gratuidad

–         Frente a la dialéctica  Zeus – Prometeo se presenta la comunión de Yhavé – Adán: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”.

–         Un ser responsable: capaz de elaborar respuesta y por ello capaz del encuentro y del coloquio entre si y con Dios: “Oyeron después los pasos del Señor Dios que se paseaba por el huerto al fresco de la tarde, y el hombre y la mujer se escondieron…pero el Señor Dios llamó al hombre diciendo: ¿dónde estás?…  El hombre respondió “(Gn 3,8-9).

–         Un Co-creador: puso en sus manos la realidad: “creced, multiplicaos, someted, os entrego todas….”

 La Iglesia que dice a Dios hoy ha de andar por el camino de libertad amorosa manifestada en la gratuidad radical que se hace real cuando sienta en su mesa y hace protagonistas de su familia a los que no pueden pagar y sin embargo traen la salvación. ESsnecesaria una iglesia co-creadora con el Espíritu que genera vida en los que no son nada.

Frente al comercio y al consumo  estructurado desde la clave del éxito  y la eficacia, la Iglesia con sencillez ha de ser signo de la libertad manifestada en la gratuidad,  y la fe en los pobres, con la capacidad de nueva creación que otorga el espíritu en los pequeños procesos.

Necesitamos una teología de la creación unida a una antropología teológica que acepte los grandes retos que, desde la naturaleza y desde el propio hombre, hoy se están planteando y que responda desde las claves de la fraternidad y de la armonía  cosmos – hombre – Dios.

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