Tesis teológicas para tiempo de crisis(VII)

candadoSéptima tesis:   “… y el Espíritu  estaba sobre El para liberar y dar una buena noticia a los pobres”.

 “Llegó a Nazaret, donde se había criado. Según su costumbre, entró en la sinagoga un sábado y se levantó para hacer la lectura…”El espíritu de Dios está sobre mi, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y dar vista  los ciegos, a libertar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del  Señor” (Lc 4,16-19)

             La salvación viene de Nazaret y el mensaje del nazareno se articula en las bienaveturanzas que traen un orden nuevo:

–         Come con los pecadores y pobres.

–         Abre el Reino para los que estaba cerrado sin excepción.

–         Las claves fundamentales del monoteísmo, de la ley y del templo se hacen universales y acogen en su seno todo lo perdido del mundo:

–         Dios es el Padre de todos sin excepción: Abba. “Llueve y hacer salir el sol sobre justos e injustos… venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados”

–         El templo del nuevo culto y sacerdocio:  sólo es auténtico lo que se realiza en espíritu y verdad: “Te doy gracias Padre porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los sencillos”

–         No hay más ley que la  del amor y la libertad: “se ha hecho el sábado para el hombre” y “está permitido hacer siempre lo bueno: curar”

 La Iglesia, fiel a Jesucristo, ha de revisar continuamente su ser con la inquietud permanente que le haga preguntarse “qué Dios, qué templo y qué ley” es a la que está sirviendo  y proponiendo a los hombres.

 Un verdadero medidor de su ser y calidad estará en su referencia a los que no son en el mundo, frente a la preocupación  angustiosa por su seguridad y permanencia  como institución.

Imagen056 Frente a un mundo que siempre se dirige y se organiza desde los  fuertes y los poderosos – primeros de este mundo – hemos de anunciar el Evangelio de Jesucristo a los más pobres y a los que nunca llega. No sólo hay que hacer por los pobres sino que tenemos que darles la primacía en el anuncio del evangelio y del amor del Padre, que dicho evangelio incluye como dato y primario y originario.

            Necesitamos una teología espiritual que nos abra los caminos de la experiencia cristiana, tanto su dimensión contemplativa como la litúrgica y caritativa, en nuestro propio mundo para llevarnos a la auténtica “mística” y a la   verdadera “política”. Una teología que posibilite una nueva evangelización.

One Response to “Tesis teológicas para tiempo de crisis(VII)”

  1. Esperemos que las grandes palabras no sean un obstáculo para silenciar las palabras sencillas de los excluidos y privarnos así de su amor ardiente…

    Es como si andaramos por ahí diciendo: “tú no eres digno de amarme, eres pobre”.

    Nos peleamos por captar el interés y el amor de los grandes y poderosos: de este o cual deportista, de esta o cual modelo, de este o cual jefe, de este o cual experto…