“La moringa y la mostaza”
LA TESIS DOCTORAL DE JESÚS SÁNCHEZ
Una tesis doctoral luminosa.
¿Habrá algo en común entre la moringa y la mostaza? No lo sé, pero para mí donde el evangelio pone mostaza siempre va a estar a su lado la moringa.
Jesús Sánchez acaba de defender su tesis doctoral sobre la “moringa” titulada: “Aplicación de productos naturales para el tratamiento de aguas. Empleo en países de desarrollo”.
El presidente del tribunal, a la hora de expresarse y enjuiciar la tesis, valoró como algo especial el que el autor con este trabajo presentaba la riqueza de una vida unificada en la que la tesis era expresión no sólo del saber intelectual y científico de la persona, sino de lo que ella pensaba, sentía y quería. Era un trabajo que presentaba de un modo lúcido y con rigor científico lo que es la unidad de vida en el ser y el hacer de una persona. Los demás componentes del tribunal se reafirmaban en esta cuestión y valoraban especialmente las cinco palabras últimas del título: “Empleo en países de desarrollo”
Para mí estar en la defensa de la tesis de Jesús fue asistir al gozo de la “luz preparada”, aquello de Sto. Tomas de que era más importante iluminar que ser brillante. Jesús siempre fue inquieto, vivo, creativo y brillante. Entró en la universidad para ser ingeniero químico, y fue dando pasos en el saber, pero sobre todo en la sabiduría; yo he visto cómo se concienciaba del estudio como instrumento de liberación para él y los otros; cómo unía fe, estudio y vida. Especialmente subrayo su reflexión antes de su partida para un Erasmus en la universidad la Sapientia de Roma: ¿El por qué y el para qué de aquella experiencia? Esa clave de universalidad descubierta que ahora se ha hecho fundamental y transversal.
Me alegra enormemente que una tesis doctoral sea expresión de la unidad de vida que propicia la vida de fe en una persona, me alegra que la pedagogía de la acción y de la fe que hemos vivido en la Juventud Estudiante Católica (JEC) se haya hecho evidente en este trabajo científico y humanista. Me confirma que merece la pena el trabajo en la pastoral universitaria y la defensa de su especificidad como lugar de vivencia del Evangelio y de construcción del Reino.
Gocé con la asamblea allí reunida que recibía con alegría este fruto del que todos se sentían parte. Todos éramos un poco más “moringa” con el ánimo de tratar las aguas del mundo, esas que tiene que beber el alma para ser felices de verdad desde la vivencia profunda del amor que sana y cura toda dolencia, división y desigualdad. Era una riqueza los ojos brillantes de la familia de Jesús, de sus compañeros y amigos, así como de sus hermanos en la fe, los que comparten su vida y su proyecto. Angelines su esposa, guardaba todas las cosas en su corazón y las grababa…seguro que no quiere que sus futuros hijos se pierdan estos acontecimientos de gracia y de luz.
Ahora le toca seguir investigando y siendo un docente con la “excelencia” de la que más de una vez ya nos ha hablado él mismo. Yo quiero seguir teniéndolo como compañero de camino en los movimientos de estudiantes y de profesionales, así como en nuestra delegación de Pastoral Universitaria, para que pueda haber más tesis doctorales que unifiquen la vida del doctorando así como la de la sociedad universal. Gracias Jesús¡
