Y vio Dios que el verano era bueno…

LAS BONDADES DEL VERANO EXTREMEÑO

silvia huera 002Las canículas de Agosto se presentan con temperaturas que nos hacen ser de los primeros a los extremeños a la hora de presentar las noticias meteorológicas en los telediarios de rigor. Pero normalmente eso nos puede hacer creer que aquí no se puede vivir, y es verdad que alguna noche cuesta dormir, pero también tenemos nuestros  lenitivos, aquellos que Dios ha puesto a nuestro alcance para sobrellevar estas temperaturas y  poder seguir adelante con buen ánimo, sobre todo a aquellos que por ahora  lo tenemos difícil para meter nuestros cuerpos en el agua salada y fresca del mar.

Desde este verano caluroso yo quiero ser agradecido por todo,  pero en especial por pequeñas o grandes cosas que están al alcance y que nos llenan de vida y frescura en medio del calor:

Gracias por la sandía, la tenemos al alcance de la mano en todas las calles y puestos de frutas,  se meten por los ojos, partidas, rojas, refrescantes… yo siento la delicadeza de la frescura y de su dulzor a cada instante. Nunca falta en el frigorífico, está a un precio para ser de todos, se puede compartir, no engorda…qué más queremos… y vio Dios que era buena…. El melón se merece el mismo homenaje y las mismas bendiciones.

silvia huera 003Gracias por la huerta y todos los frutos que de ella me llegan en estos días: tomates, pimientos, calabacines, lechugas, cebollas, pepinos…. En especial gracias Padre, por el gazpacho que podemos hacer con todas ellas y que nos refresca, nos anima, nos llena y nos da sueño….. qué mas queremos… y vio Dios que era bueno. Las frutas son de lujo: melocotones, higos, peras, ciruelas, cerezas…. qué bueno, a veces es lo único que como.

Gracias  Padre por las piscinas naturales, especialmente por la de Perales de Puerto y de Hoyos, han sido diez días de gracias, de agua pura, gratuita, limpia, cristalina, fresca, rodeado de cien jóvenes…. me ha renovado para todo un curso… y vio Dios que era bueno.

Gracias por la casa del pueblo… con sus paredes anchas y profundas, que te libran del frio en invieron y del calor en verano…son un sacramento de olor, de 100_7432silencio, de frescura, de remanso y paz… allí las fotos de los bisabuelos, abuelos, tios, bodas, fiestas… primeras comuniones…. tengo cara de niño bueno vestido de principe con encajes en la chorrera, y me hace acordarme del chocolate con churros- eso fue todo el banquete-  que nos comimos todos juntos porque habíamos hecho doce horas de ayuno… Y  vio Dios que era bueno.

Gracias por la siesta, es un buen lenitivo para después estar al fresco por la noche hasta que refresque para dormir, después de comer estos alimentos de verano y de frescura… uno siente el deseo natural de tumbarse y dejarse llevar por sueños de paz y de equilibrio hasta que pase el calor de la tarde que impide movernos, pero que no obstaculiza adentrarnos en el misterio del dulce sueño y del remanso que necesitamos en medio de  un año de bullicio; nunca más paz que en la siesta tranquila sin prisas y sin reloj. Cómo no reconocer que Dios sabía lo que hacía y que era verdad que era todo bueno….

nando 027Y  sobre todo lo más importante, gracias por la familia, en medio del calor nos vemos y nos encontramos como no lo podemos hacer durante el año, basta un colchon en el suelo y cabemos todos, comemos juntos, viajamos, reímos, recordamos, compartimos, nos ponemos al tanto y a punto, para que la urdimbre de lo querido y lo amado siga vivo y se renueve… y se van integrando los enamorados colaterales… y entonces uno entiende mucho mejor, que refiriéndose al hombre, Dios viera que era “MUY BUENO” y nos regalara el verano en extremadura con su calor y sus gracias benditas.

4 Responses to “Y vio Dios que el verano era bueno…”

  1. Se te ha olvidado dar gracias por los cubitos de hielo … y por las neveras, ahora llamadas “fregoríficos” … Por todo ello, me gusta más el verano que el invierno. Bueno y también, porque todo parece ir mucho más lento.

  2. ¡ lo unico malo eh la caló¡

  3. ¡Qué bueno eso de sentir lo gratuito!

  4. Tienes mucha razón, ojalá todos supiésemos agradecer lo bueno que tenemos, es claro que todas las cosas sencillas que comentas.
    Leonardo Boff tiene un pequeño opúsculo sobre la siesta que va por la misma vía.
    Un saludo.