Juicio(6) 3ª Clave: “haz tú lo mismo”

maricruz en mulaTERCERA CLAVE: COMPROMETERSE EN LA ACCIÓN

 –          Juzgar es tomar decisiones y actuar en medio del mundo con los sentimientos de Cristo Jesús, no se puede separar juzgar y actuar, los grandes juicios de Dios sobre la historia han sido sus acciones más que sus palabras y sus promesas. Así lo decía Pablo a los primeros cristianos: “Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús. El cual no retuvo ávidamente para sí su categoría de Dios, al contrario se despojó de su rango… se hizo uno de tantos….llegando incluso a la muerte, y una muerte de cruz.. por lo cual Dios lo exaltó y le dio el nombre sobre todo nombre, para que toda rodilla se doble ante él y toda lengua proclame Jesucristo es Señor, para Gloria de Dios Padre”.  Las acciones de Dios en la historia encuentran su culmen definitivo en la persona de Jesús, él es la gran acción de Dios.

–          Una acción, desde las claves cristológicas,  supone:

 

sostenibilidad_m2 – Discernimiento: se trata de querer transformar la realidad analizada, para ello tenemos claros qué elementos son los que deben permanecer y desarrollarse y cuáles son aquellos que están obstaculizando y que debemos transformar para que la vida corra sin dificultades  y sane lo enfermo y lo herido. Esto sólo lo podemos hacer con los sentimientos de Cristo y esto es lo primero que hay que elaborar para que una acción sea salvífica, que nazca realmente del corazón y de la bondad del ser humano, a favor de los otros. Incluso siendo muy pacientes y aceptando ambigüedades, no vaya a ser que quemando cizaña  matemos el trigo; es necesario esperar al final. Por eso Jesús se planteaba desde el corazón y desde el Padre su actuación en medio de los hombres:  “hago lo que he visto hacer a mi Padre” “mi alimento es hacer la voluntad de mi Padre”.

    • Juzgar es querer llegar a hacer lo que el Padre quiere hacer en ese hecho, en esa persona, en ese momento histórico, en esa institución, en ese dolor o pobreza… y no por obligación sino porque él mismo me ha dado esos sentimientos, y yo me he abierto a ellos y los he buscado. Me pregunto que es lo que Dios quiere que permanezca y se desarrolle y quiere transformar y aportar ahí. 
  • Contraste: La comunidad es el lugar del juicio evangélico. Somos todos movidos por  el espíritu los que buscamos la verdad y nos ayudamos a encontrarla, para que lo que salga de nosotros esté purificado y amasado con el espíritu de la comunidad ( grupo, equipo, pareja, familia, amigos, compañeros…) encuentro profesores 002No se trata de mi acción francotiradora y heroica sino de la comunitaria y fraterna, discernida y acompañada, para que se vea que esta obra y esta acción viene de Dios y es su Espíritu quien la conduce y la lleva a término en nosotros. Todos somos discípulos de la acción dejándonos llevar del Espíritu y todos aprendemos y salimos enriquecidos de ella, tanto quien la recibe como quien la actúa en nombre de  ese Espíritu.
    • Juzgar es ser discípulo del Espíritu en comunidad, allí vemos y contrastamos lo que Dios quiere de cada uno de nosotros y de todos como comunidad e Iglesia en estos momentos históricos y sociales que nos ha tocado vivir y en esta cultura.
  • Decisión: no todo vale, ni caben la generalidades, Dios es el Dios de lo concreto, de lo histórico, de lo definido y lo determinado, siempre en la libertad del espíritu.  No habrá acción sin decisión, por eso el juicio ha de ser toma de decisión concreta, situada históricamente, determinada personalmente y en común, con medios  y objetivos, pero sobre todo con dirección clara y concisa.
    • encuentro jec 09Juzgar es decidir con claridad lo que queremos y nos planteamos de cara al futuro, es poner nombre concreto y diáfano a las llamadas que hemos recibido desde la realidad en el espíritu y el evangelio de Jesús, para colaborar con él en el verdadero juicio salvador de la historia  y  de las personas. Es elegir claves concretas de acción y dirección de las mismas.