En medio del mundo

Más de una vez me han preguntado por el ciento por uno del que habla el evangelio para los que dejan padre, madre, mujer, hijos, tierras… hace unos días acaba de llegarme un escrito de Jose Angel Fuerte, un sacerdote amigo y referencia de vida y entrega para mí, de Zaragoza. El es el creador del “rincón del cura” una página web  de lujo que podéis visitar. En su vida se ha presentado este verano una enfermedad de las que se encaran  a rostro descubierto, y hay que torearla con maestría. Al sentirse enfermo, José Angel está experimentando con gozo, en medio de la debilidad, el ciento por uno y da testimonio público de ellos, por eso os traspaso las últimas líneas  que nos ha enviado a los conocidos:

Zaragoza, 31 de Agosto de 2010

Y Jesús les dijo:

-Os aseguro que todo aquel que haya dejado casa, mujer, hermanos, parientes o hijos por el Reino de Dios, recibirá mucho más en este mundo, y la vida eterna en el futuro. (Lc 18,29-30)

Queridos hermanos y amigos:

Quiero compartir con vosotros que en mi condición sacerdotal, recibida, acompañada y agradecida, que esta Palabra, se ha cumplido ya en mí. (Lo del futuro aún no, pero el cumplimiento de lo prometido, me abre a la esperanza de que será así, porque el Señor Jesús nos lo asegura).

Además de los medios que dispone la Diócesis de Zaragoza para atender necesidades de los sacerdotes, (Casa Sacerdotal, Fundación Tobías,…), sois muchos los que os ofrecéis ‘para lo que haga falta’, me habéis abierto de corazón vuestra casa para acogerme y atenderme, os interesáis por mi situación de muchas formas y maneras,… tened la seguridad de que lo agradezco enormemente y cuento con todos vosotros, por eso tened la confianza que os pediré vuestra ayuda cuando sea necesario, como ya lo estoy haciendo. Varias personas me están acompañando a la Radioterapia que empezamos el lunes 23/Ago.

También, he pedido a unas personas concretas formar un equipo que me acompañe a mí, que conozcan más pormenorizadamente mi situación y así puedan transmitir una información veraz a todos, evitando la difusión de ‘mitos urbanos’, que vayan ayudándome a encontrar la mejor solución para las dificultades concretas que vayan apareciendo, etc. Tengo que confesaros que la disponibilidad y entrega de cada uno ha sido incondicional, y la verdad, me dan seguridad y tranquilidad ante lo que el futuro me aguarde. El proceso de tratamiento de la enfermedad, que ya hemos empezado, se prevé a medio-largo plazo, por lo que los cambios y novedades sustantivas o importantes, no se producen cada día. Es verdad que ‘cada día tiene su afán’, pero no se refiere sólo a la enfermedad, sino a las cosas de la vida cotidiana a la que os animo, de todo corazón, a seguir viviendo con intensidad y esperanza, sirviendo y amando.

En la eucaristía, hay una oración después del Padrenuestro que siempre ha tenido significado para mí, pero que estos días está teniendo un eco y una densidad especialmente significativa, que dice: ‘Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo’.

Gracias a todos y cada uno por vuestro aprecio, cariño, disponibilidad, ofrecimiento de ayuda,..

Un entrañable abrazo,

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