“Los jóvenes, la cruz y el papa”
El papa está entre nosotros ylos gritos dicen “Que sí,Que sí, nos vemos en Madrid. Pero hasta entonces vamos a estar alrededor de “la cruz de los jóvenes”. Me gusta y me identifico con este comunicado de la Juventud Estudiante Católica ante el símbolo de la cruz.
Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la Fe. (San Pablo)
Durante este año la cruz de los jóvenes está peregrinando por toda España y nos invita a ponernos en camino para llegar con Cristo al Calvario y experimentar en nosotros la fuerza de su Resurrección.
Nosotros como miembros del Movimiento de Jóvenes Estudiantes Católicos (JEC) queremos unirnos a este gesto simbólico de cargar con la cruz de los jóvenes, y ante ella orar desde la vida, buscando poner rostro a los crucificados de la historia que viven el presente con dolor y angustia:
- Miramos al mundo y nos duele la situación de los países más pobres del planeta, así como la realidad de marginación y exclusión que se vive en nuestros países de riqueza.
- Sentimos el vacío y el sinsentido de las personas, especialmente de los jóvenes, que rodeados de abundancia no son felices, y tienen hambre de esperanza e ilusión verdadera.
Nos duelen todas aquellas limitaciones sociales, culturales, económicas y políticas que impiden que hombres y mujeres puedan realizarse en contextos de libertad, de verdadero crecimiento personal y de respeto auténtico a todos los derechos humanos.
- Manifestamos que no podemos seguir manteniendo un sistema económico que prioriza lo mercantil y financiero por encima de las personas, ni una cultura centrada en el tener, el consumo y el placer.
- Nos hiere de un modo especial que el estudio, el saber y la profesión se estén convirtiendo en un instrumento de seguridad y éxito para incorporarse en un mundo competitivo, lleno de individualidad, egoísmo e indiferencia indolora ante la injusticia y el sufrimiento de los últimos y los débiles.
Ante esta cruz de un mundo herido, descubrimos la fuerza del Espíritu, que nos empuja a coger la cruz y seguir al Maestro, sin mirar atrás y dispuestos a negarnos a nosotros mismos para dar la vida por un mundo donde habite la justicia y la verdad. Junto a los jóvenes del mundo ante la cruz de Jesucristo, y aceptando cargar con ella, queremos comprometernos a:
- Recobrar el sentido de la justicia y de la dignidad humana, y adentrarnos en la lucha contra la pobreza y la injusticia como hizo nuestro Señor.
- Llenar la vida de sentido en la esperanza de un mundo fraterno donde entendamos que la felicidad viene por la entrega y el compromiso con ideales concretos .
- Implicarnos y hacernos cargo de la realidad de un modo consciente y esperanzador participando en los ambientes culturales, sociales, económicos, políticos y eclesiales que nos son propios en nuestra condición de jóvenes.
- Adentrarnos como levadura en esta cultura y sistema económico que vivimos para poner a la persona como centro de todo y hacer creíble que otro mundo es posible, desde la austeridad que favorece la verdadera fraternidad del pan partido y compartido en la mesa de la humanidad.
- Apostar e implicarnos, como Juventud Estudiante católica, en una vivencia y descubrimiento del estudio y del ámbito escolar (institutos y universidades) que generen una cultura llena de creatividad y originalidad. Deseamos evangelizar nuestro ser estudiantes para que nuestro saber sea liberador para todos y comunique el Reino en medio del mundo.
Todo esto lo deseamos, acogiéndonos a todos los hermanos que diariamente en el mundo entregan su vida a favor de los que sufren y son necesitados.
Sabemos que son muchos los que llevan este tesoro de la cruz en vasijas de barro, y no queremos perdernos la alegría de escuchar la sentencia salvadora definitiva: “Venid vosotros, Benditos de mi Padre, y heredad el Reino prometido porque fui crucificado y cargaste con mi cruz”.
JUVENTUD ESTUDIANTE CATÓLICA DE ESPAÑA
MADRID, 2010
¡Viva el Papa Benedicto XVI! ¡Viva las JMJ!
Me gusta mucho ese comunicado de la JEC.Habla de los jóvenes cristianos y de cómo llevar nuestra cruz.Es un comunicado con palbras muy hermosas.
Nos dice que a través de la cruz,nosotros los jóvenes podemos llevar la esperanza a aquellos que sufren y acercar el amor de Cristo a otros que,aunque viven rodeados de riquezas y exito,no son felices porque sienten un gran vacío en sus vidas.
Para mí la cruz de los jóvenes es como una especie de faro que atrae a los jóvenes cristianos y a otros no creyentes a encontrar un sentido a su vida y a su sufrimiento de cada día.
En ese comunicado de la JEC,coincido en el dolor que siento cuando veo a un pobre sufriendo o cuando oigo historias de hombres,mujeres y niños que lo están pasando muy mal por no tener servicios básicos,sanidad,educación,protección…
Me voy dando cuenta de que los crucificados de la historia son aquellos que han sufrido marginación,discriminación o persecución a lo largo de la historia;aquellos que han sufrido por culpa de hombres e ideologías que destruyen su dignidad humana.Un ejemplo sería el Holocausto nazi,en el que murieron muchos judíos,gitanos,comunistas,etc…sólo por ser racialmente inferiores a la raza aria.Eso me parece muy injusto porque Dios nos ha dado un alma humana y una misma dignidad:ser sus hijos sin discriminación de razas,culturas o credos.
Espero poder asistir con mis amigos de la JEC a la JMJ 2011 en Madrid para estar en comunión con el Papa y compartir mi fe en Cristo con jóvenes de todo el mundo
A Dios gracias por esa Cruz…Si JMJ Colonia 2005 me regaló lo que hoy tengo…ahora en JMJ Madrid 2011 se lo debo…
Vivir una JMJ es una experiencia grande, extraordinaria para nosotros los jóvenes.
Vividla para el encuentro del Padre, desde el corazón.
En Plasencia la esperamos!
Monti
Resulta paradójico que una juventud como la nuestra, que, como dice el manifiesto, quiere ver el presente y la historia con los ojos de Jesús y busca comprometerse en los ambientes y la sociedad a todos los niveles, arriesgándose y luchando contra las desigualdades del sistema económico y los imperantes valores del éxito, la competitividad, la seguridad… y pone frente a ello la confianza en los jóvenes y la educación como principal baza para la construcción del Reino en la nuestra realidad, se concentre en torno al desfile ostentoso, ampuloso y mediático de una figura anacrónica como Benedicto XVI que busca el baño de multitudes apartando la mirada y la crítica de muchos de los grandes problemas de nuestro tiempo y que no da respuesta, desde luego, a la realidad mayoritaria de la juventud de hoy.
En verdad intento esforzarme en ver estas JMJ como un encuentro enriquecedor entre todos los Jóvenes Católicos del mundo pero que la motivación primaria de esta concentración sea la costosa y mediática del Papa (tal como dice su definición, La Jornada Mundial de la Juventud es un gran encuentro de jóvenes de todo el mundo en torno al Vicario de Cristo) es algo que me aleja del Padre y me revuelve tremendamente el estómago…