En medio del mundo

MARIANO, UN JOVEN CRISTIANO EN LA UNIVERSIDAD

Acabo  de acercarme a votar en las elecciones a rector de la universidad pública extremeña. En el programa de uno de los candidatos aparecía con toda normalidad el servicio de asistencia religiosa como uno más dentro del campus, para todos los miembros de la universidad que quieran utilizarlo, mañana mismo celebraremos en la facultad de Económicas una eucaristía por un profesor entrañable que murió hace unos días; el otro candidato no dice nada, pero es abierto y cercano, o sea que ganaremos independientemente de quién gane, y eso es muy bueno.   Pero mi post de hoy no está dirigido a estos candidatos, sino a quien me parece “el candidato”.

Ayer estuvo a verme Mariano, un alumno de la facultad de ciencias que está estudiando matemáticas, venía porque le hemos pedido una reflexión sobre su participación e implicación en el espacio público de la universidad, en concreto en el consejo de alumnos de su facultad; nos interesa que nos dé razón de por qué y para qué está ahí, cuáles son sus motivaciones, sus objetivos, y sobre todo con qué claves piensa  él que un joven cristiano estudiante debe estar en esos espacios públicos estudiantiles.

Me comentó que hoy eran las elecciones a rector y que coincidían con las de los alumnos, para junta de facultad, departamentos,etc… de ahí saldría el delegado de facultad.  La realidad era significativa, en la junta de facultad podían ser elegidos diceciocho alumnos, pero sólo se habían presentado tres, él era uno de ellos. Por tanto tenía seguro que saldría elegido con su propio voto com miembro de facultad, y era consciente de que tenía un sesenta y seis por ciento de posibilidades de ser delegado o subdelegado de facultad. Ni que decir tiene que no tiene ansias de poder, ni de competitividad, se trata de un trabajo que se basa en la gratuidad y en la entrega, en el deseo de hacer cosas y de vivir la universidad y no sólo pasar por ella, no le agrada que la gente no participe, pero tampoco le desanima, piensa que “no están muertos que están dormidos…como él antes”.  Por eso está dispuesto a trabajar a fondo perdido.

Mariano, se acercó a los grupos de estudiantes de la JEC  porque estaba su hermano Tete que siempre ha participado en estos espacios de entrega, hace años, cuando comenzaba a ser adolescente, era taciturno y parecía extraño, pero tenía un fondo que pocos conocían, bueno su madre sí lo decía, “mi Nano tiene un corazón enorme” pero sin canalizar. Hoy ese “Nano”, entre sus debilidades, es una persona que piensa, que participa,  que quiere y ama la realidad en la que se mueve. Está en su grupo de revisión de vida y desde ahí se plantea los pasos que quiere dar y donde comprometerse; todos le damos caña  para que estudie más, él sabe que tiene que hacerlo, pero es una referencia y un ejemplo de vida de aquellos que apuestan por “perder” con claves evangélicas porque sabe que en eso se “gana” la vida. Nadie se presenta, casi nadie vota… la gente ni cree ni confía en la realidad, en la democracia, en la participación, y esto en la universidad que debe ser motor de la sociedad y del mundo  juvenil, por eso yo me alegro y bendigo a Dios por Mariano, y en él  veo a todos los que participan y se comprometen en lo público. Sé que Dios les está diciendo ya aquello de “puesto que has sido fiel en lo poco… pasa a la mesa de tu Señor”.

Considero que este modo de estar en la universidad de Mariano es un signo y una referencia de lo que debe ser la presencia de los cristianos en los medios estudiantiles y públicos.  EStoy convencido que la pastoral universitaria ha de vivir con estas claves de gratuidad y servicio  en las estructuras, para hacer una universidad mejor, sensible y comprometida, a la vez que semilla de comunidad, por algo se llama comunidad universitaria.

Gracias Dios mío por la disponibilidad de Mariano.

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