Adviento: Mística y Martirio

DESDE EL CONVENTO DE CLAUSURA

IMG_2323Hoy me ha tocado en suerte, volver a ir al convento carmelitano de Talavera, cerca de Badajoz, me ha recibido Sor Paula, he entrado con una cajita de mangos porque hay hermanas  colombianas  que sé que les encantan, IMG_2321y en la frutería del barrio me los han buscado para hoy. Se alegra y se los enseña a las hermanas con un aleluya gozoso, en el camino me dice que es felíz, que está deseando irse al cielo, y que se siente totalmente libre, que le rodea por todas partes la luminosidad de su convento, la grandeza de su huerta, el sol, los colores, las plantas, y me dice como quien no quiere la cosa: “no tengo más dueño que mi Dios, soy realmente libre, en mí no manda nadie más que Él”, yo abro los ojos y levanto mis cejas lo más que puedo… y digo ya tengo el punto de partida para el tema que hoy me toca explicarles: “creemos en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro”. Enseguida están todas colocadas en el aula de formación que tienen junto a la biblioteca y con sus cuadernos bien cuidados, se ponen a la escucha con una intensidad que me impresiona. Yo comienzo justificando el tema:  El adviento es la razón de ser de la Iglesia, estamos en el tiempo entre la resurrección de Cristo y la resurrección universal, vivimos en la etapa del Espíritu, en la escatología, la oración propia de la Iglesia es Maranahta, ¡Ven Señor Jesús¡  Desde ahí nos preguntamos por el sentido de la vida, como toda la humanidad y todos los pueblos; Israel también lo hizo.

IMG_2325El tema del sentido siempre ha ido unido al tema de la justicia; sin ella no tiene sentido nada. Y les hablo de la retribución en el antiguo testamento, al comienzo se entendía  como un a retribución terrena y colectiva, dirigida al pueblo: bienes, frutos, riqueza, largos años de vida, familia, salud…. Si el pueblo era fiel a la alianza serían bendecidos por Dios y sus dones.  Pero si no… se dividirían…caerían… e irían al exilio, como pasó. Ahora la retribución sólo se entiende a nivel individual pero terrena; los profetas lo dicen con dureza, ya no valdrá decir “mis padres comieron agraces y nosotro sufrimos dentera”, no ahora el que coma los agraces tendrá la dentera…. pero la realidad se vuelve contra esta explicación, en la vida hay quien es un sirvenguenza y vive divinamente y quien siendo justo  sufre como malvado. NO se ve la justicia por ningún lado, y Job y Eclesiastés lo gritan con radicalidad. Sólo queda el silencio de misterioso y lo incomprensible, siglos de preguntas sin respuestas, pero atisbando alguna cosa que viene fundamentalmente por el lado místico, con los salmos: “el Dios que me ama y me cuida no me abandonará en la muerte”; la comunión en el amor se resiste a que la muerte tenga poder sobre la vida amada en el corazón de Dios. IMG_2331Se atisba que Dios no me dejará en el sheol, pero donde se abrirá la esperanza será cuando se descubren personas que por fidelidad a Dios, llegan al martirio, ahí toda la palabra queda en la boca de Dios y éste no va a quedar mudo, ahí salta la idea de que la justicia y la retribución no se da, ni se agota en la historia, sino en lo postmortal. Dios puede devolver la vida, a los que han dado la vida en fidelidad. La mística  y el martirio abren la posibilidad de la esperanza y el sentido.

Pero será Cristo,el hombre de Dios, el siervo crucificado, el hijo del Padre, el que nos revele el fundamento último de nuestra esperanza. Es este hombre de la mística plenificada, en la vivencia de Hijo, y del martirio consumado en el cumplimiento en la voluntad del Padre en favor de los hermanos y de los pobres, el que nos traerá la verdadera justicia y la auténtica libertad: Si cristo ha resucitado, nosotros también resucitaremos. Sí resucitará todo el hombre, todos los hombres, con toda la creación; será un acontecimiento universal, cristológico, fraternal, es ahí a donde avanzamos, y el camino está marcado  por él:  la mística de la vivencia de la filiación divina, en el seguimiento de Cristo, y la entrega radical y generosa a los hermanos, especialmente a los más pobres y a los que no cuentan. El adviento nos recuerda que estamos avanzando hacia la parusía, a este encuentro definitivo y glorioso con Jesucristo, por el Espíritu, con su Padre.

No hay pues más sentido que vivir en la mística de la relación filial con el Padre, en el Espíritu de Jesús, y dejándonos llevar por este entrar en la dinámica del que se parte y se entrega a los hermanos en el trabajo por la justicia y la libertad. Sólo eso puede hacer creíble nuestro mensaje y nuestra noticia de que Cristo ha resucitado y vive para siempre; no hay otra clave que  “el crucificado ha resucitado”, el siervo es el hijo que ha obedecido hasta la muerte, y ha sido reconocido como tal y constituido Señor de los Señores, por eso nos puede dar a nosotros el espíritu de la resurrección, el que nos quita todos los miedos y todos los dueños, y nos hace verdaderamente libres para poder cumplir la voluntad del padre de vivir y morir amando, hasta la vida eterna, como le pasa a Paula y a todas sus hermanas de comunidad.

Como signo y avance de la resurrección me  hacen cargar en el coche el mejor bizcocho del mundo que ellas lo hacen con un cariño sin igual, y con una caja de naranjas de esas que pertenecen al reino NARANJASpor lo ecológicas ysanas que son, recien cogidas en los naranjos de su huerta. Y se quedan en la más profunda mística y en el deseo del mejor martirio, con una vida que anuncia radicalmente al absoluto en este mundo de relativos, con un deseo inagotable de encontrarse con él, pero rodeadas de toda la humanidad, a la que pertenecen y aman desde el corazón del convento en medio del pueblo.

Y yo me vengo con  más deseos  de  adentrarme en la credibilidad de la  noticia de la resurrección universal en el mundo de  los jóvenes y de la universidad, de avanzar con ellos por esos dos caminos de intimidad con el Padre desde la lectura creyente de la vida, y de animar y vivir el compromiso por el trabajo de la justicia a favor de la fraternidad universal, en la que no haya excluidos, sino solo hermanos queridos. Deseando sentir, vivir y proclamar con mi vida , con mi comunidad y en mi medio que soy  libre de verdad, que en mí no manda nadie más que el Padre, como le pasa a Paula en su ancianidad, que quiero hacer siempre suvoluntad,  y que no tengo miedo a la muerte, ni alo que me pueda propiciar el tirano y el injusto

¡VEN, SEÑOR JESÚS¡

One Response to “Adviento: Mística y Martirio”

  1. ¡Qué precioso artículo,Pepe!
    Qué buen artículo para el tiempo que estamos llevando:el adviento,en el que esperamos y vigilamos para la llegada de Cristo nuestro Señor,que viene a traernos paz,esperanza,luz y salvación para todos nosotros.
    Me parece misterioso y espiritual la vida consagrada,ya sea contemplativa o de vida activa.Mi abuela tuvo una pariente que fue monja clarisa en Montijo.Ojalá algún pariente mío se hiciera sacerdote o monja para que con su ejemplo atraiga a más jóvenes a Dios.
    Si los jóvenes conocieran mucho y mejor ese estilo de vida que llevan los sacerdotes,religiosos y monjas,estoy seguro de que habría más vocaciones santas al sacerdocio o a la vida consagrada.
    Felicito a las monjas carmelitas de Talavera por seguir fielmente el carisma de Santa Teresa de Jesús,que vivió toda su vida en profunda oración y amor a Dios.