Creo en los jóvenes

Acabo de llegar de las jornadas de formación con los jóvenes militantes del movimiento especializado de estudiantes de la Acción católica española en Extremadura. Han sido cinco días intensos  de formación en medio de la naturaleza, en Solana de Ávila, a los pies de Gredos, con más de ochenta jóvenes de quince a treinta años.

Dos temas formación de enjundia. Los de Bachiller, los más jóvenes, se han adentrado en la reflexión profunda de su ocio y tiempo libre,  para discernir lo que es formación, lo que les construye y lo que es adicción y les destruye. Tras el análisis la mirada evangélica de Jesús de Nazaret les ha abierto horizontes, les ha marcado retos y sobre todos les ha descubierto nuevos objetivos y medios para alcanzarlos tanto a nivel personal como comunitario; seguro que esto dará su fruto, ya lo está dando.  NO os podéis imaginar lo que supone entrar en la oración viva y dinámica  desde sus experiencias, los textos evangélicos, y lo símbolos cercanos  y juveniles con los que se expresan y comunican sus sentimientos profundo, limpios y transparentes, todo un tesoro del que me alimento y del que arranco para seguir creyendo en Dios desde  los  jóvenes concretos.  Tanto en la mañana como en la tarde, orar forma parte del paisaje en medio de sol que aparecía o que se marchaba con el silencio yel canto del pájaro en medio de las montañas, y nosotros sintiéndonos familia a borbotones.

Los de universidad, que lo han compartido todo con ellos, menos el tema central, han estado cuestionando todo lo que se refiere a la construcción de la persona, desde la dimensión de la afectividad y la sexualidad.  Nos hemos adentrado tanto en su visión como en la visión de los sociólogos sobre los jóvenes, un análisis de una profundidad pasmosa, con materiales ycuestionarios elaborados por ellos mismos. En el juzgar han  conocido y desarrollado el tema de la afectividad de un modo general y aplicado: familia, amigos, estudios, pareja, etc. Para ello un militante estudiante de psicología, que lo ha hecho con una profesionalidad que para mí la querría yo. La claves cristológicas han sido deslumbrantes  e iluminadoras, que modo más cálido de ver la afectividad segun Dios y de abrirse a una comprensión de la sexualidad y de la genitalidad trascendente, humana y  entregada, como aspiración última del encuentro realizador de dos personas.  Yo admirado, y viendo a los años luz que estamos normalmente en nuetros discursos eclesiásticos de los jóvenes, de sus sentimientos, pensamientos, acciones, etc… como podemos dar tantos golpes al aire y encima creernos los campeones, si nos cogiera San Pablo nos iba a cantar las cuarenta.

Ya os digo, cada día creo más en los jóvenes y en la pedagogía de la acción, esa que tienen estos movimientos y que les concede su verdadero protagonismo.  Sólo así se entiende que para mí y todos los adultos que hemos estado con ellos, estos días hayan sido  retratados con palabras claves:  Descanso, serenidad, paz, alegría, esperanza, y retos, para seguir creyendo y apostando por jóvenes militantes que toman la vida en sus manos, y que tiran de nosotros para que les acompañemos  en esta caminar de novedad y de ilusión, que marca caminos de verdadera utoopía y transformación en este mundo querido, pero a veces cansado y viejillo. Vivan los jóvnes y gracias por estos cinco días de inyeccion rejuvenecedora y  e ilusionante. GRACIAS¡¡¡¡¡¡¡

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