Un poco de fe… Mercedes Moreno.

FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA

Siempre me llamaba la atención  la frase evangélica en la que Jesús dice “si tuvierais  fe como un granito de mostaza, le diríais a esta higuera arráncate de aquí y plántate en el mar y  se haría”, me parecía una locura de exageración. Después el estudio da la exégesis bíblica me serenó. Pero hay momentos en los que en la vida se me hace palpable la interpretación actual y viva.  Hoy ha sido uno  de esos.

Venía de Madrid, donde estuve ayer reunido más de diez horas para programa el curso con el equipo permanente de la JEC, me dirigía a Cáceres para una reunión del Consejo de Departamento  de la Universidad, y según  me acercaba a extremadura, la  radio compañera de camino en sus distintas cadenas, iba dejando claro que estábamos en las vísperas de la celebración del día de Extremadura, y todas daban importancia a la celebración esta noche del acto institucional  y de un modo especial a la entrega de las medallas de Extremadura a las personas que se van considerando insignes dentro de nuestro pueblo. Iban dando la biografía de los cinco elegidos, y me alegraba de que a todos los relacionaba con algo y con más de uno había tenido contacto personal: una era para el pueblo de Zalamea, en especial por su actividad cultural de representación teatral de esa obra que les caracteriza del Alcalde de Zalamea, en la que participan más de seiscientos paisanos y todos colaboran, me acordaba en especial de aquello  que decía el labrador: “El honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios”, qué claros tenía este hombre los principios de ciudadanía y de absoluto. Por otro lado  el propietario de los café Delta, un  contrabandista que en la actualidad da trabajo a más de tres mil personas, todo un milagro. Y los otros  Manuel Pecellín y Tino Blázquez, escritor y erudito uno de ellos, y el otro profesor de universidad y creador de la universidad de mayores, que recibiría la medalla en nombre de todos ellos profesores y alumnos; los dos  formados en los seminarios extremeños y para mí revestidos de una condición sacerdotal  de servicio a la comunidad y a la sociedad, con sentimientos profundos de ser para los demás, la realidad social y cultural. Pero también estaba Mercedes Moreno y en ella me quiero detener y a ella debo el título de este  post.


Mercedes, que a veces la veo en alguna esquina perdida de los bancos de la  parroquia, ha sido una periodista de pro, pero la medalla de Extremadura se la dan no por su profesionalidad ni por moverse en espacios religiosos, sino por su dedicación en el voluntariado y en la acción social. Ha sido la plataforma del voluntariado extremeño quien la ha solicitado para ella. Y teniendo en cuenta su dedicación de varios lustros  a  la promoción de la mujer, especialmente en barrios, en ámbitos de marginación, y sobre todo en la cárcel, se la han concedido.  He recordado hoy que hace unos días, con este motivo, le hacían una entrevista en la radio, en la cadena ser, y gocé escuchándola. El locutor dio cuenta de todos sus  avatares, cuando comenzó como voluntaria, trabajó en los centros de promoción de la mujer, fue su presidenta, coordinó más de doce en la ciudad de Badajoz , y se comprometió en el mundo  de las mujeres en las cárceles.  Precisamente ese día venía de ahí, pues al dejar la dirección había vuelto a la base, al encuentro directo con ese taller en la cárcel de Badajoz. Tras mucho rato de hablar de su vida y de su bien hacer en muchas dimensiones,  el locutor fue al meollo de la vida y de su ser y su hacer, preguntando lo más fundamental: ” ¿y todo esto por qué y de dónde sacas fuerzas?” Ella con una naturalidad y sencillez apabullante respondió: “porque tengo un poquito de fe”; eso nada más y nada menos.  Es el granito de fe quien le empuja y le da fuerzas para luchar y liberar, para anunciar la buena noticia a los pobres y a los presos, especialmente a las mujeres que suelen ser  más débiles para esta sociedad.  Ahí entendía que se estaba cumpliendo  el texto  de la fe como un grano de mostaza que hace lo imposible, que cree y se hace fuerte, y lanza la realidad mucho más allá de lo que podemos imaginar nosotros. Sí ella cree que las mujeres se pueden levantar, curar, sanar, liberarse, integrarse, amar, dar la vida… y eso lo cree de las más débiles, de las que están en la cárcel. Y ella con sus propios ojos lo ha visto y con su corazón lo ha hecho, y todo con “un poquito de fe”. Ella con la fuerza del Espíritu ha favorecido que muchas mujeres se planten en el centro de la vida, de la familia, del barrio, de la ciudad… Y yo me alegro por lo acertado de esta medalla, y me digo !viva la mujer extremeña¡  “Dichosa tú, Mercedes, porque has creído y has visto que se cumplía la palabra de que Dios se hace fuerte en los débiles¡ Y te imagino rezando y cantando el magníficat, y sobre todo, dando gracias a Dios porque te ha dado “un poquito de fe”. Y yo se la pido para mí.

5 Responses to “Un poco de fe… Mercedes Moreno.”

  1. Gracias pepe por ayudarnos a descubrir esos granitos de fe en nuestro pueblo sencillo, aunque no lleguen a recibir una candecoración. gracias

  2. ¡Ya está!. Estamos en la eucaristía de Ntra.Sra. de Guadalupe. El sacerdote nos dice lo siguiente: “Hermanas y hermanos, la pobre de Nazaret, madre del Hijo de Dios, inculturada en la morena de Gaudalupe, nos ayuda a leer la historia de Mercedes, y de Antonia, Inés, Vicenta, Isabel…y de tantas mujeres extremeñas que han tomado partido hasta mancharse en las carencias de nuestra tierra y han entendido que eso no ha sido un adorno ni juegos florales; que han sentido en ellas a cuantos sufren y cantando más allá de sus penas personales, se han ensanchado en los gestos sencillos de servicio…en silencio,sin ruido, despacito, como de puntillas “por no molestar”. Es para recordarlas, emocionados, a la luz de Mercedes y al evangelio de María, con la carta Filipenses que “…en vez de obrar por egoismo o presunción, consideran humildemente que los otros son superiores”. Si eucaristía es “dar gracias”, nunca mejor que hoy “porque el Grande se ha fijado en la sencillez de esta y tantas mujeres de esta tierra”. Enrique.

  3. Por ahí también irá mi homilía, tú lo lo dices mejor. Abrazo.

  4. “Muchas felicidades a Mercedes Moreno. Toda una vida en pro de los demás junto con otras compañeras de camino. Y todo desde la fe vivida en el día a día, y sin agotarse. Todavía le queda marcha para rato. Con mujeres así, la ternura se hace rostro y Extremadura más llena de vida. Que cunda el ejemplo.”

  5. Gracias por el artículo y tu reconocimiento a la mujer y especialmente a Mercedes .