“Tú, sí que vales”

CONSOLAD, CONSOLAD A MI PUEBLO…

No voy a hablar de ese programa televisivo…no… sino de la misa de la parroquia del último Domingo, sí esa del porche. Vivimos con ese deseo en el proyecto de que la parroquia sea de todos, que todos tengan su presencia y puedan traer su vida, y que la vida  y la alegría de la parroquia pueda llegar a todos los lugares del barrio y , si puede ser mucho más allá. Ahora mismo acabo de llegar con una bolsa de dulces caseros  que me han “endosado”  en un mercadillo instalado en el porche,  que está  allí este fin de semana para sacar fondos para el Centro  hermano, de transeúntes de Cáritas diocesana. La gente hace y lleva los dulces caseros, propios  para las fiestas que se avecinan hechos con cariño y los mismos los compran para aportar a  una causa solidaria  como la de los transeúntes, sobre  la que vamos reflexionando acerca de sus causas y consecuencias

En la misa del Domingo último, el templo se quedó pequeño, los niños con su algarabía  se tuvieron que sentar en una alfombra alrededor del altar, estaban los latinos inmigrantes en torno a su religiosidad popular con el “Niño Dios”, y a la vez  estaban  personas del mundo de la discapacidad porque nuestra parroquia está rodeada de centros de esta peculiaridad: paralíticos cerebrales, enfermos de alzheimer, autistas, discapacidades físicas… Se está intentando organizar una coordinadora, ya está en ciernes, para interelacionarnos y compartir vida, alegrías y sufrimientos.

Participaron desde el guión temático que estamos llevando a cabo en todo el adviento, como tiempo litúrgico que nos anima a la esperanza, nos vamos preguntando que nos quita la esperanza y que nos la da y devuelve, y de fondo qué nos da la alegría y qué nos la quita, qué nos duele y qué nos consuela.

La celebración fue festiva, dominical, como avanzando casi al Domingo de Gaudete, el de hoy con ese mandamiento a veces olvidado de “estad siempre alegres”. Se leyeron las lecturas propias del Adviento, con ese Dios del Consuelo que siempre nos sorprende: “Consolad, consolad a mi pueblo dice el Señor”. Palabra proclamada con fuerza y con gozo, pero que se hace sorprendente  cuando la vida la confirma y la proclama desde hechos concretos, desde personas y acontecimientos que forman parte de lo ordinario siendo realmente extraordinarios.  Uno de esos momentos fue cuando Marisol, Madre de Pedro , adolescente autista, que forma parte de la asociación de Padres de niños que padecen el autismo, subió al presbiterio y oró desde su ser madre de hijo querido dependiente por esta discapacidad. Donde nosotros creemos que podría desesperarse,  ella nos dijo que  estaba esperanzada y feliz, que Dios la estaba consolando  y dándole la alegría y lo dijo con estas palabras que comparto con vosotros, porque para ella ” su hijo Pedro, y todos los que viven con la misma discapacidad,  sí que valen”:

“Todas las personas, en algún momento de  nuestra vida, conocemos cara a cara el sufrimiento. Entonces, es cuando las palabras del profeta Isaías recobran vida: “Consolad, consolad a mi pueblo, dice el Señor”.

Cuando el dolor es tan grande que te quema el alma y el espíritu se inmoviliza, la única puerta que se abre ante tanta oscuridad es la ESPERANZA, pero antes de atravesarla, tenemos que abrir el corazón. Con ella el débil se convierte en fuerte, el pesimista en optimista y la tristeza cede paso a la alegría.

Hoy damos gracias al Padre porque “las familias especiales” que vivimos con un ser querido dependiente por su discapacidad no nos encontramos solas. Las asociaciones son grandes familias con un denominador común: luchar por conseguir un futuro mejor, donde la dignidad de persona está por encima de las capacidades que uno tiene.

Somos familias porque el problema de uno es problema de todos. Porque el consuelo de alguien que vive tu misma experiencia es el más sincero y reconfortante. Porque nos sentimos orgullosos de nuestros hijos y hermanos con discapacidad. Con ellos disfrutamos de la vida, soñamos con proyectos y sabemos reír.

Desde mi experiencia personal, mi alma nunca se encontró desnuda. Mi familia y todas las personas que Dios ha puesto a mi alrededor han sido mis manos y mis pies para llegar allí donde los míos no podían.  Han sido mi cabeza, para ayudarme a pensar y resolver. Han sido mi corazón, escuchando con cariño cuanto decía. Han sido tierra que empapaba silenciosamente mis lágrimas…

Todos ellos forman parte de mi historia personal, sin ellos, yo, no sería hoy quien soy. Al oír las palabras del profesta Isaías veo sus caras y oigo sus nombres.

Gracias, Señor, por tu amoros deseo de consolarnos, usando como medio a tus hijos.

Doy fe “que lo torcido se endereza y los escabroso se allana”

Do y fe “que abrazas a nuestros corderitos y atiendes solícito a sus madres”, nosotras.

Gracias, Padre bueno, por sentir tu ternura y tu presencia cada día.

SIN COMENTARIOS, YO ME QUEDO MUDO Y MUSITO EN MI INTERIOR AL ESCUCHARLA…. GRACIAS, PADRE  porque estas cosas no se las has revelado a los sabios e importantes, sino a la gente sencilla en su día a día¡

5 Responses to ““Tú, sí que vales””

  1. estoy admirada d todo lo q escribe,
    cualquier problema o sufrimiento,,no lo hace ver con mas serenidad. yo le dire, q en el fondo d mi sufrimiento, tengo una fuerza interior, q no le encuentro sentido. y yo se, q eso es mi angel el q me da esa pasimonia, para tirar hacia adelante, junto con dios, claro. yo no me he enfadado con dios, al contrario, me he acercado mas a el. en sus ultimos momentos, yo le di permiso para irse, le dije…..DIOS MIO llevatelo ya, y eso es muy duro, desprenderte d algo q amas tanto, a los 15 m se fue. se q su cuerpo estaba alli, su alma no. estaban todos como locos, y yo, me quede como en una nube. bsss, por leer mis cosas, pero creo q me he ido del coro al caño. y usted me pide q reze por usted? pero si es usted quien tiene q rezar por mi, soy una superpecadora!!!!!!!!!! bueno las cosas siempre pasan por algo, nada pasa por pasar. un abrazooooooooooo.

  2. Hay una chica con sindrome de down que nos sigue en Facebook, y he recibido este mensaje: “Hola, Débora está enferma y no puede escribir mejor, pero sí que puede leer, así que os agradezco mucho vuestro tiempo. Un saludo y gracias. Ana”

  3. Me alegra que te haya llegado “al alma” las palabras de esa madre.
    Hace muchos años me dijiste en la puerta de la Facultad que tal vez estaba muy centrada en discapacidad, en los sordos, en los sordociegos, en los retrasados,… pero que había un colectivo más grande por razón de la pobreza.
    Y era cierto! De ahí, mi apuesta por cooperación.

    Lo que si debo confesarte es que los más débiles siguen siendo aquellos que por razón de una merma en su capacidades sensoriales, cognitivas, motoras,… no pueden disfrutar del mundo en igualdad de condiciones.
    Tal vez la discapacidad sea una prueba más, no sólo para el que ser que la sufre sino para todos aquellos que le rodean en su particular proyecto de vida. La esperanza, la templanza y la alegría son el mayor consuelo para aceptar el camino que nos ha tocado en suerte.
    Ojalá que muchos fueran capaces de entenderlo y de concienciarnos de otra manera, verdad?

  4. Me ha gustado este artículo Pepito.Tu lectura creyente nos habla de la esperanza puesta en la llegada de Nuestro Señor Jesucristo,la esperanza que caracteriza el tiempo de Adviento.Las lecturas del Evangelio propias de ese tiempo litúrgico nos preparan para recibir al niño Jesús en nuestro corazón.Cuando hablas de los niños autistas y de sus familias me hace pensar en la esperanza de salvación que supone esperar la llegada de Cristo,la oscuridad,el dolor y el pesismismo en el que vicen ellos y sus padres por esa enfermedad que les arrebata su dignidad humana.
    Sigue así.

  5. Ejemplo de vida entrega