Una parroquia de dulce y adviento

“Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito, estad siempre alegres”

Con el itinerario  propio de la liturgia la parroquia de Guadalupe en Badajoz  va viviendo cada domingo las claves propias de la esperanza y de la alegría que suscita  la esperada venida del Redentor y su presencia en la historia de cada día resucitado.   La temática central de este año viene dada por la cuestión  central de los motivos de la desesperanza y la tristeza en nuestras vidas y en la sociedad  así como las razones para la esperanza y la alegría.

En la praxis cada Domingo en la liturgia  tienen protagonismo distintas realidades  de la parroquia y del mundo: jóvenes, transeúntes,  discapacitados, familia…

Especialmente este año la parroquia en la dimensión sociocaritativa,  tras haberse implicado otros años en proyectos del tercer mundo como África  y Latino América, así como en el de la promoción de las mujeres en Cáritas Diocesana, este año la ayuda está centrada en el proyecto del centro hermano, en la obra del techo de dicho edificio dedicado a los transeuntes. A lo largo del adviento  miembros de la parroquia han  visitado el centro y han dialogado con los  que viven en él, a la vez que ellos han estado dando su testimonio en la eucaristía.  Se trata de recaudar fondos, pero el objetivo central es la concienciación y descubrimiento de este problema de sus causas y consecuencias. Como actividades de recaudación se vienen haciendo actividades que desarrollen el sentido comunitario y solidarios: en estos últimos días se ha celebrado el rastrillo de “dulces caseros”, las personas de  la parroquia elaborar sus dulces preferidos en casa por ellos mismos y los traen al mercadillo para ser adquiridos por otros, realizándose así un intercambio saludable y gozoso para  ellos mismos y para los que más lo necesitan. Hewmos cometido también el pecado de vender décimos de lotería de navidad pidiendo un donativo voluntarioso para el centro hermano.

Otro elemento  propio de la vivencia del Adviento está siendo el contacto con los centros de discapacitados  que están en el entorno de la parroquia: paralíticos cerebrales, autistas, enfermos de alzheimer, paralíticos físicos… Se ha organizado una coordinadora de estos centros y la parroquia para que haya una intercomunicación de presencia mutua, de los centros en la  parroquia y de los parroquianos en estos centros, ofreciéndoles lo que puede ser servicios y evangelización por parte de la parroquia, como catequesis por parte de las madres a sus hijos  con discapacidades; ya hay madres de niños autistas preparándose para ser catequistas de grupos de chavales con esta especificidad, pero sobre todo queremos compartir la vida y que estén en el centro de nuestra comunidad, queremos vivir la compasión de conocernos en la vida, en las alegría y los sufrimientos.  Fue  una experiencia gratificante el domingo segundo de Adviento en el que una madre, de la asociación de padres de niños con autismo, dio su testimonio de fe orando al Padre desde la realidad de su hijos y sus compañeros.

Una tercera línea de vivencia de la esperanza viene dada por los inmigrantes, cada  primer domingo de mes se celebra  una eucaristía especialmente dirigida a los inmigrantes, siendo un lugar de encuentro, de convivencia, de celebración. En estos días de Diciembre se ha integrado en la celebración dominical su devoción popular al “Niño Dios” siendo ellos los protagonistas de la liturgia y provocando la convivencia mutua y fraterna de las culturas y las religiosidades.