SILENCIO en el “rincóndelcura”
Ha muerto José Ángel Fuerte Sancho
SILENCIO EN “EL RINCÓN DEL CURA” PERO NO VACÍO.
Recuerdo que hace unos años en el telediario
de las tres daban una noticia que hablaba de las nuevas tecnologías aplicadas a la evangelización; la Iglesia se renovaba y comenzaba a vivir y estar activa en internet, y pusieron de ejemplo la página web de un cura de Zaragoza llamada “el rincón del cura”, y detrás de ella estaba el buen amigo José Ángel Fuerte. Tú podías acudir a ese rincón cibernético, donde estaba la mesa camilla, la cafetera, la cruz, la biblia, la estantería, los libros, la ventana…y podías, charlar, preguntar, rezar, aprender, cuestionar, dialogar, todo abierto en la intimidad y en el respeto total y absoluto a la persona. Un servicio de disponibilidad absoluto para favorecer la vida y la ilusión de las personas.
Este rincón hoy está en silencio, pero no vacío. José Ángel ha muerto esta mañana, tras luchar y vivir creyentemente su enfermedad detectada hace unos años. Este rincón nos sirve hoy para definir su vida y su ministerio sacerdotal.
Hombre del mundo, desde la legión al trabajo, al estudio, al sacerdocio. Y dentro del ministerio todo tipo de tareas, con niños en Junior, con los obreros, años y años con los estudiantes cristianos en la JEC en la que llegó a estar de consiliario general en Madrid tres años dejándonos un estudio de la espiritualidad militante y su proceso, a través de los proyectos de vida marcando etapas y viviendo desde el acompañamiento de adultos y comunitario en el grupo.
Más tarde comienza a dedicarse a los profesionales cristianos siendo iniciador del mismo en su diócesis a la vez que se adentraba en el mundo de la educación con una fundación que la llevó e impulsó de la formación profesional – Fundación san Valero- al rango universitario- Universidad San Jorge-, con tesón y decisión. Y todo hecho desde la confianza en el Padre Dios, y tocado con los sentimientos y la libertad de Jesucristo; no hay duda que ese rincón del mundo que ha tocado y creado José Ángel lo ha sido desde su experiencia de Dios profunda, todo lo ha hecho desde El y por El; por eso no se ha agarrado a nada y siempre ha sido verdaderamente libre, para pedir y para dar, para entregarse y para corresponsabilizar, para lanzar y para acoger, para exigir y para ejercer la ternura sin límite, para ser cabezón y para pedir perdón. En su objetivo de entrega, relación y trabajo no había más deseo que llevar a Dios al corazón de los otros y los otros al corazón de Dios. Por eso podemos decir que ha vivido su ministerio y su ser consiliario con una radicalidad que nos sirve de referencia a todos lo que hemos entrado en contacto con él de alguna manera, ya sea como consiliarios de los movimientos de acción católica, especialmente JEC y Profesionales Cristianos, como todos aquellos que lo han encontrado en la vida de la pastoral parroquial, diocesana y en los campos y ambientes específicos que les han sido encomendados.
Por eso a llegar este momento todos queremos entrar en su rincón, y acoger el silencio que nos ha provocado su muerte, pero para sentir su presencia ya transformada por el corazón del Padre que actúa en Cristo Resucitado, que con su Espíritu Glorioso ya lo ha llevado al plenitud de la gloria y del rincón de este mundo ha pasado al centro del paraíso. Y seguro que ya está dialogando con la Trinidad y San Pedro para organizar de otro modo más eficaz el cielo y buscando más luz para nuestras crisis personales, comunitarias y sociales. Pero sobre todo que seguro que estará gozando de ese Dios que ya había presentido y experimentado en imagen y como en un espejo, pero que ahora ya es para él luz absoluta y resplandor inagotable. Ahora le toca ser intercesor para todos nosotros y hermano mayor , desde el cielo, para que sigamos dando los pasos de la verdad y de la justicia en este rincón, que es nuestra historia y nuestro mundo, que ahora lo ha dejado más en nuestras manos.
Desde la JEC al contemplar tu vida José Ángel no podemos menos que dar gracias a Dios por todo lo que has sido y has vivido, por tu entrega y acción fecunda en nuestro movimiento y en sus militantes. Seguimos contando contigo y con tus cosas, sigue bendiciendo este rincón del corazón del mundo que es el espacio estudiantil, los institutos y las universidades, para que nosotros podamos ser sal y luz en medio de ellos hasta que lleguemos como tú al Reino de los cielos.
Hasta siempre. Un besazo de todos los militantes del movimiento de Juventud Estudiante Católica.
Gracias Pepe… Qué palabras tan bonitas en un momento difícil… Un beso… ah, y ya le gustaría a San Genaro ser el patrón de la Fundación, pero aquí se lleva más San Valero, patrón de Zaragoza 😉 Si no se te enfadarán los mañicos… 😛
Descanse en Paz. Nos aportó mucho. Me viene una: de él aprendí a abrazar.
Un abrazo para toda su Familia.
LLEGAR POR FIN A TU ANHELADO ROSTRO.
Llegar, por fin, a Tu anhelado Rostro
y echarme entre Tus brazos con todos los llegados.
Dejar toda la vida sobre Tu Corazón,
como un niño dormido, despierto para siempre,
¡y darte a boca llena el nombre: Padre!
P.Casaldáliga.
Gracias, Pepe. Tus palabras me ayudan a localizar unos sentimientos y unos recuerdos algo difíciles en estos momentos. Sentimientos de tristeza, dolor, de pérdida y de vacío pero también de agradecimiento por haber conocido a José Angel, haber podido trabajar, hablar, discutir y reír con él y también de esperanza y certeza en que ya está en la presencia del Padre. En momentos de crisis personales le recuerdo diciéndome lo que me dijo una vez hace ya unos cuantos años: “Alicia: ¿no sabes que en tiempo de tormenta no hay que hacer mudanza?”. José Ángel: gracias por todo y hasta siempre.
Le conocí (poco) en una parroquia de Zaragoza, a mediados de los 90.
La gente que ha vivido plenamente, por lo general, no le tiene miedo a la muerte: al fin y al cabo, la muerte es la forma natural de terminar la vida.
Tal vez así hay que ver la muerte de las persona queridas.
Te damos gracias Padre por haber podido disfrutar de la cercanía y cariño de Joseangel, de su disponibilidad para acompañarnos en cualquier momento y situación, y escuchar lo profundo del corazón, sin juzgar nunca, por esas palabras luminosas que de vez en cuando eran capaces de guiar nuestros pasos con exquisito respeto a nuestra libertad, procesos y limitaciones, porque Tú le descubriste el valor de ser libre, la capacidad de esperar y de creer en la gente.
Gracias Padre porque con Joseangel nos enseñaste a saborear plenamente la vida, tanto los momentos cotidianos como los más especiales, a tratar de ser felices y de hacer felices a los demás, a vivir alegres y a expresar con lágrimas el dolor.
Gracias Padre porque pusiste en nuestros caminos un hombre bueno, empeñado en creer en la fuerza del bien y la capacidad transformadora del amor, alguien preocupado por encima de todo por las personas, que creyó en la necesidad de vivir la fe en comunidad, y dedicó su vida a construir comunidad, basándose no en protagonismos sino en saberse un simple medio para acercarnos a Dios.
Gracias Padre por haber puesto en nuestras vidas un sacerdote que quiso especializarse en espiritualidad para ayudarnos en nuestra relación de amistad con Dios, especialmente a todos los militantes de los movimientos de Acción Católica que acompañó, y que nos enseñó que lo más importante era seguir a Jesús de Nazareth, que nos descubrió que es dando como se recibe, que es sirviendo como se encuentra, que es siendo los últimos como se construye el Reino.
Gracias Padre porque Joseangel nos amó conociéndonos y aceptándonos como somos, sin juicios, sin expectativas, sin engaños, porque mucho había bebido de tu amor y así es cómo nos amas tú. Gracias Padre por habernos amado en su amor.
Lo he leído. Fue un verdadero pionero. Abrazo.
Gracias a todos por vuestras palabras y por ayudarme a despedirme de Jose Angel,comparti con el algunos momentos entrañables en el Equipo Fedderal de la Jec. Para mi siempre fue un ser muy autentico. Le recuerdo con gran cariño, siempre poniendo los puntos sobre los ies y haciendonos sonreir.Gracias Jose Angel por regalarnos tanto.
Un fuerte abrazo
Ainara