En medio del mundo

GRACIAS A LA VIDA…QUE ME HA DADO TANTO…

Bueno días Padre… hoy noto esa sonrisa y guiño especial y la siento en el primer beso recibido con el grito, casi apagado, de felicidades  salido de las entrañas de mi madre. Siento necesidad de sentarme aquí en mi despacho, antes de salir a la calle, para estar contigo, y ponerme en tus manos.

Agradezco  el primer sentimiento que me invade  y que tú me das de regalo de cumpleaños cada día y cada momento, te siento cerca y me siento querido por ti, sé que estás conmigo todos los días y lo vas a estar hasta el final, y te descubro en tantas cosas. Mi historia, mi vida , mis años son un relato clarísimo para mí de cómo eres tú, como son tus entrañas, y como amas mi ser y  toda la realidad que me rodea.

Miro la estantería y me siento feliz y felicitado  por tantas cosas… todo me habla de la vida, y así me habla de ti.

En el estante de arriba está la foto de mi padre Gabriel, ya en el cielo, y de mi madre que ahora esta medio dormida y vigilante y se ha dado cuenta de la camisa que estreno regalada por Velina y Antonio el otro día; gracias Dios mío por tu  ternura entrañable, tu compasión, tu entrega… mis padres me han amado y me aman con tal radicalidad y entrega que siempre he sabido que soy un absoluto para ti. Al lado la torre del pueblo de Granja de Torrehermosa, un pueblo sencillo, rural, llano, abierto, mi “portal de belén  y mi pesebre”, mi infancia, mi casa su sabor y su olor, mis vecinos, mis amigos, mis hermanos, mis tíos, mis primos… mis curas…mis maestros… ahí  tú Padre has sido Nazaret querido, anónimo, silencioso, poniendo las bases y la estructura de la persona que soy, qué orgulloso estoy de mis orígenes y mi raíz, como de mi tronco familiar y de paisanos.

Más abajo, la Biblia de Jerusalén…la primera… la que tuve en teología, que se la compré a Menaya, cuando se salió del seminario en aquellos tiempos en que todos teníamos tan poco. Y me recuerda a mi ser seminarista desde los once años hasta los veintitrés… cómo no darte gracias… levanto  la vista y la veo ahí por la ventana de mi piso, y siento el rumor de la canción de Ana Belén  sobre la puerta de Alcalá…”Ahí está.. ahí está..viendo el pasar el tiempo…la puerta de San Atón…”  He pasado casi más de la mitad de mi vida dentro de él…y él dentro de mí, haciéndome mucho de la persona que soy.

Al lado las manos del obispo, Antonio Montero, sobre mi cabeza, regalándome tu Espíritu para ser hombre de Dios para el pueblo, ungiendo mis manos para servir , y poniendo sobre mi debilidad el pan y el vino para consagrar la vida de la gente  e  ir , sirviendo como el camarero en la boda, para que la fiesta de la vida sea para todos, facilitando pero a ser posible sin que se note; estoy enamorado de mi ministerio…aquí me emociono algo más… pecador, pero enamorado…

El Cristo de la paz  enmarcado en su ermita, me pone, en ese primer amor ministerial y pastoral nunca podré olvidarlo, ni dejar de amarlo, y a su lado el cenicero de la muy notable, leal… villa de Olivenza.. las parroquias en las que me hice cura, porque ahí como en el matrimonio los primeros años marcan… rodeados de buenos compañeros…ayer me llamó Luis Rangel… hombre que nos acogió a los curas jóvenes…con amor de Padre y de amigo.

Me paro en uno de los libros, color verde, editorial sal Terrae,  Antropologia Cristiana, Juan Luis Ruíz de la Peña, y me brota en el corazón el agradecimiento a la sabiduría de la Iglesia en la Universidad de Salamanca, la que me abrió ojos para hacerme más amante de la teología, y más seducido  por la verdadera catolicidad. Cuánto bien hizo en mí esa estancia de dos años en aquellas aulas de siglos, que enhechizan y enamoran aún a los que se dejan.

En el marco del monasterio de Tentudia, estoy con jóvenes seminaristas, algunos sacerdotes actuales, otros con sus familias, alguno sufriendo bastante, y otro ya en el cielo con la alegría que nadie le puede quitar. Ocho años de formador en el  Seminario  donde me hice diocesano hasta las trancas, la gente no puede imaginar lo que siento por mi diócesis, mi presbiterio, es algo que me identifica y que necesito para ser yo, es curioso. Y junto a ese recuerdo, otro  en el seminario de vicriato de Jaén en Perú que lleva los jesuitas y al que he acudido en diez ocasiones a compartir teología, acompañado casi siempre de Ricardo, ahí me he hecho universal, y la mirada  y el corazón se ha hecho más eclesial, más católico y hasta más mundano.

La juventud me alimenta de un modo único, acompañar universitarios, ya soy parte y forma mi persona, la realidad juvenil, universitaria, docente, investigadora, me ha hecho experto la vida. Ha sido el campo de pastoral que más me absorbe y que más vida me quita y me da al mismo tiempo. Soy un afortunado de la realidad que piso, y siento el deseo de seguir descalzo en ella, y de seguir apoyándome en esas muletas de gracia que son los movimientos de Acción Católica especializada, la JEC y Profesionales  Cristianos, esta tanto lo que vivo, tengo tanta fortuna, es que la verdad me he encontrado un tesoro en el campo, y por la alegría que me ha dado, pues estoy haciendo lo posible  no para comprarlo, sino para venderme aunque sea gratis para ser de  él.

Y ahí todo lo que vivo  y soy, en el campo de la pastoral universitaria, apostolado seglar, enseñanza, en las parroquias que me acogen como transeúnte, Guadalupe y Perpetuo, con el amigo Paco Maya, que me anima y serena, a la vez  que me enseña compartiendo vida y hasta zapatos, cuando se le quedan pequeños. Y rodeado de una multitud de hermanos en todos los campos..matrimonios,familias, asociaciones, viajes, opciones, proyectos de vida… madre..tanto y tanto, ¡¡¡¡CÓMO NO CREER EN DIOS¡¡¡¡¡

GRACIAS PADRE¡¡¡

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