Vivan los novios¡¡¡

Mañana  celebrando  el matrimonio de esta pareja que he conocido con este motivo,  de testigo  de la acción del Dios de la vida y del amor en esta pareja, contemplando  su modo de hacer y  unir. recogiendo su modo de dar señales eficaces y significativas de su amor :

Y DIOS EN EL PROCESO: “QUE SEAN UNO COMO TU Y YO SOMOS UNO PARA QUE EL MUNDO CREA”

 EL ENCUENTRO:

 

Los dos, desde pequeños y hasta adolescentes, veraneábamos en la misma Urbanización, allí nos conocíamos de vista, pero no surgió nada hasta que, con 29-30 años, volvimos a una fiesta de un amigo común en esa misma Urbanización y nos encontramos. Yo creo que fue un flechazo porque conectamos rápido gracias a nuestras aficiones (a los dos nos encantan los viajes y el cine). Rápido nos sinceramos y empezamos una relación seria desde el principio.

De él  me sedujo su madurez y su capacidad de analizar y de hacer cosas. Con el tiempo he ido descubriendo que todo lo que aprecié al principio era real. Su solidez es auténtica y aún adora disfrutar de la vida a tope.

De ella me sedujo su sensibilidad, su amor por la poesía, su extroversión, su inteligencia y me enamoró su cariño, su bondad, su amor por la familia y sus amigos, su felicidad, ella me ayuda a vivir más feliz a capear los malos momentos y a tener ilusión por lo que tenemos y por lo que nos espera.

Durante todo nuestro noviazgo, casi de 6 años, hemos compartido las mismas ilusiones, hemos estado muy unidos, atravesando diferentes etapas juntos y disfrutando de todas las cosas buenas que hemos vivido. Ahora también compartimos una ilusión común: formar una familia, nuestro nido.

Queremos construir un hogar lleno de amor y de respeto, una casa abierta para compartir nuestra vida no sólo con deseados hijos, sino con nuestros padres, con nuestros amigos queridos y por supuesto con Dios. Ansiamos reforzarnos el uno al otro para mantenernos siempre abiertos al mundo, ser sensibles con los más débiles, con las tristezas de otros. Deseamos una familia donde tengan cabida la alegría, el diálogo, la cultura, los abrazos, los besos, la comprensión, la generosidad…

EL SACRAMENTO

Para ella:

Lo que más vale de él  es su integridad, su honestidad, su voluntad, su capacidad para trabajar y para exprimir la vida, su fortaleza personal. Todo eso me enamora, me llena y me complementa. Doy este paso porque lo amo, lo adoro, nos encanta estar juntos, compartir las cosas, hacer planes,…

Deseo cuidarle. Amarlo, protegerlo, darle alegrías, ofrecerle toda mi ternura, mi cariño. Quiero tener hijos con él, que nos unan más, que nos hagan vivir la vida más generosamente. Que nos regalen el gozo de dar amor y recibirlo.

Dice que le aporto alegría y entusiasmo, y yo quiero ser capaz de dárselos siempre. Supongo que podré conseguirlo estando alerta siempre, comunicándome con él, esforzándome para conseguir que nuestro amor no se deteriore. Sé que él me quiere, sé que él quiere hacerme feliz. Lo sé porque me lo enseña, me lo demuestra.

Nos sentimos maduros, preparados, deseamos profundamente amarnos, respetarnos, disfrutar de la vida siendo conscientes de lo afortunados que somos, del mundo en el cual vivimos, amando a la vez a los demás, respetarlos y disfrutar de ellos igualmente.

Para él:

Deseo que nos unamos más aun de lo mucho que creo estamos ya unidos. Creo que es la forma de crecer en nuestro amor, el modo de decir al mundo y a Dios que estamos comprometidos, que nos amamos y que estamos preparados para completar nuestro hogar tanto con nuestros familiares y amigos como con los hijos que podamos tener. El compromiso nos ayudará a ser más uno en el otro, a ser mejores personas y a ser uno.

DIOS CON NOSOTROS:

Para él:

Desde que nací ha sido una constante en mi vida, una forma de vivir la vida y una ayuda para entender el mundo. Desde la educación que me dieron mis padres así como en el Colegio. Entiendo un Dios que nos hace acompaña a crecer como personas en la bondad y en el amor a los demás, es buenísimo saber que este Dios que nos ha acompañado estará el día de la boda con todos nosotros, y además seguirá mas allá de ese día. Qué bien que estemos tan cerca de este día que vamos a poder compartir con tantos familiares, amigos y compañeros que queremos.

Para ella:

Pues Dios es todo. Nos ha dado la vida, no sólo la existencia biológica, sino todo lo demás, nuestra biografía, todo. Nos ha dado a nuestros seres queridos, nos ha dado el mundo maravilloso que recorremos cuando viajamos, capacidad para aprender, para sentir…

Jesús nos rodea, nos abraza siempre. Así lo creemos nosotros. Los dos sentimos que está con nosotros, acompañándonos, en lo bueno y lo malo que hemos ido atravesando en nuestra vida.

Celebramos cristianamente nuestro matrimonio porque, si sientes que Jesús siempre ha estado ahí contigo, no hay otra manera de celebrarlo. Cómo no íbamos a invitar a Jesús a nuestra boda.

El día de mi boda rezaré para dar gracias y para suplicar que Dios que nos haga buenas personas, que sepamos amar a los que más lo necesitan, que consigamos ser buenos esposos, que formemos una unión sólida, que nos llene de amor.

Decidme si es claro o no que Dios sigue dando y realizando señales sacramentales de su amor en medio de la historia¡¡¡

Vivan los novios¡¡¡¡