“Celebra lo que tienes”

Así reza el spot publicitario de una cerveza que nos prepara para los calores del verano que se acerca. Cada día las marcas se acogen más a máximas cuasireligiosas de esperanza y ánimo en tiempos de crisis y necesidades. Celebrar lo que tenemos y somos es una clave de la existencia cristiana y comunitaria de la fe, pero no es fácil llegar a la celebración porque eso requiere profundidad y proceso de vida y de eso quiero hablar; estoy viviendo el proceso de iniciación de un nuevo grupo de jóvenes profesionales cristianos, y tras haber recorrido cuestiones fundamentales de clarificación en el ser y la identidad cristiana y eclesial, ahora nos disponemos a  compartir vidas y proyectos.

El proyecto de vida es una de las herramientas con las que trabajamos en los movimientos de Acción Católica, al menos en los que yo más transito,  la Juventud Estudiante Católica y  Profesionales Cristianos. Han sido muchas las ocasiones en las que he vivido la dedicación de unos días a esta herramienta en algún lugar tranquilo, que invite al silencio, a la escucha, al compartir, como puede ser en el campo extremeño, en medio de la dehesa querida y cuidada por generaciones y generaciones, no en vano la dehesa  responde a proyecto  querido y buscado por la comunidad humana en su encuentro con la naturaleza y en ese sentido sabe bastante Extremadura.

El viernes y el sábado últimos han sido ocasión de vivir una nueva experiencia de este tipo. El lugar la finca “Cantillana”  en el término de Valdebotoa, junto al Guadiana cercanos a Badajoz, en un cortijo construido en la abundancia y que no llegó a estrenarse como en la parábola del Evangelio, pero que nos acogió para dormir en un colchón sencillo y un saco de dormir para la ocasión, que nos dio calor en la noche donde oímos llover con ganas en el encinar que nos rodeaba generoso y alegre. Éramos nueve personas, ocho jóvenes profesionales que se abren camino en la vida y que quieren seguir a Jesús de un modo integral y unificador, y yo un cura agraciado.  Han llegado al grupo de profesionales desde caminos y experiencias diversas: Fede, construido  como persona y creyente en el medio  rural, Valverde de Leganés, y que tras formarse en la universidad trabaja como gerente en una empresa extremeña con un pensamiento elaborado y profundo; Rosa su pareja que es auxiliar de farmacia y que está en búsqueda y con una inquietud que nos llena de vida  a todos con su visión natural y sencilla de la vida; Manuel, de Gévora, que tras una vida muy centrada en sus estudios de ingeniería agraria, al final de la carrera entra en una crisis que lleva a profundizar qué es lo que quiere en su vida y que siente como llamada del Padre su ser emprendedor en el ámbito empresarial y se está preparando a fondo sorbiendo vida a borbotones; José María su hermano, que acaba de bautizarse en la última vigilia Pascual de su comunidad parroquial, y desde una familia coherente y comprometida en la fe y en lo social, se lanza a ”mojarse” en la vida para que su bautismo sea real y auténtico y que acaba de comenzar a trabajar en la multinacional “Indra” para aprender y realizar su ingeniería  informática; Carlos que iniciado en los Maristas, ahora quiere cuajar como persona, ciudadano, cristiano y lo hace como profesor joven en la universidad en la facultad de económicas; Le acompaña Eva Crespo, con la que ya estamos preparando el matrimonio, un curriculum de lujo universitario, que con sus veintitantos años ya es contratado doctor, e investiga en líneas sociales de la economía como es la educación y su calidad, ella viene de formación de fe en espacios rígidos y ahora se está abriendo a un modo nuevo de sentir y vivir  el evangelio; Inesu, original de Almendralejo,  lleva ya diez años metida en la historia de los proyectos personales desde la JEC y viene a encauzar su compromiso creyente en el ámbito educativo, desde su saber matemático, al servicio de los débiles y los fracasados de ese medio y está en la historia de animar jóvenes estudiantes, ya desea ser madre con David que está terminando la carrera; Mamen que es muy vitalista y llegó de un pueblo lejano  a la ciudad, Monterrubio de la Serena, tras encontrarse con la Pastoral Universitaria, hoy está ya  formada como maestra de lujo, y viene trabajando en sustituciones y  está ya con su idea de pareja y de entrega en su quehacer profesional con José que forma parte de otro grupo; faltó Juanjo, de Torviscal, que  estaba en la celebración de la primera comunión de su sobrina, y que ya es un médico que cura y recién casado con Eva, que quiere meterse en una profesión evangelizándola y sirviendo; Mamen y Juanjo también vienen de un proceso largo y profundo en el movimiento juvenil estudiantil cristiano y con los dos me encontré en las aulas de la universidad.  El grupo lleva en algunos de sus miembros un año de reflexión e iniciación, al día de hoy ya tiene forma y sentimiento, ya somos  y sentimos la comunidad. El trabajo de los proyectos en este sitio tranquilo ha sido un paso de consolidación y gozo muto. Tenemos que seguir con ellos, y hemos quedado emplazados para el próximo sábado.

Pero una vez más he vivido el evangelio de Jesús, cuando a sus discípulos los invitaba a ir a un sitio tranquilo para descansar  y profundizar.  Gozo viviendo estas experiencias y viendo a estos seguidores de Jesús, que vienen de lugares y procesos distintos, pero que en el seguimiento de Jesús se encuentran y  se abren con sencillez y gracia a lo que Dios pueda querer de ellos;  y que lo hacen desde la contemplación de su vida, de su momento actual, y de  sus aspiraciones y objetivos en las distintas dimensiones de su quehacer humano y cristiano: su ser personal, afectivo, social, profesional, político, económico, creyente y eclesial. Me vuelvo a sentir agraciado y elegido de poder contemplar y acompañar estos procesos y estos momentos de gracia y de luz que Dios  me regala en el ejercicio de mi ministerio en esta realidad social y eclesial que me ha tocado.
 Ah la comida  al hilo de la riqueza de los proyectos y el lugar… con denominación de origen tanto en los ibéricos, como en la ensaladilla, en el cochinillo y en las tartas, madre mía: ¿por qué estaré yo gordo?

Qué buena preparación para Pentecostés¡¡¡