Semana ( y pastoral) kilométrica…

¿Bendito fin de curso????

Fin de curso, las pilas al mínimo – ya  ni indica el tanto por ciento útil-, el indicador de la gasolina  ayer me tenía en ascuas a la vuelta a casa desde Fuente del  Maestre, tras la celebración solemne de una  “primera misa”… son los avatares de un cura multiuso, aunque me dicen – quizá con razón-  que voy en un “deportivo”, debe ser por la aceleración. Han sido dos mil kilómetros  y pico – pico de más de ochocientos-  en  una semana.

Hace diez días, viernes tras una sesuda y bendita reunión de consiliarios extremeños  de Juventud Estudiante Católica  en Zafra, con el equipo  permanente de dicho movimiento, en la que se mostraron disponible de alma y corazón cada uno de ellos para lo que hiciera falta en sus actuales condiciones personales  y eclesiales, nos disponíamos para marchar a Madrid a la comisión general de fin de curso, y nos acompañaba  Álvaro responsable diocesano de Mérida Badajoz.

La comisión, para la cual compartimos espacio, oración, comida  e ilusiones con la JOC, en un albergue de las  juventudes vicencianas marianas, fue un espacio de tarea ardua y profunda, se trataba de revisar el año, las programaciones, los objetivos, las actividades, y de comenzar a señalar retos para la próxima temporada. Surgían dos líneas prioritarias dentro de las líneas de orientación marcadas en la última asamblea: Espiritualidad y convocatoria.  Siempre adentrándonos en los mismo de un modo nuevo, porque “sólo una cosa es verdaderamente importante” como le decía Jesús a Marta. Y de ahí vuelta a Badajoz, soñando ya con el futuro y soñando de verdad, porque Álvaro asumía la responsabilidad de conducir el coche, y de hacerlo de forma suave, sobre todo para que no se enfaden  los radares de la autovía, que me vienen dando cada susto de órdago.

Badajoz se convierte  en espacio de Pastoral Universitaria con profesores, el lunes encuentro de unos quince profes que quieren formar parte de la organización de unas jornadas de ética en la universidad que me toca coordinar y para las que contamos con una subvención de la Universidad en el apartado de innovación docente, toda una experiencia de comunión universitaria y de inquietud por  los valores del reino que animamos profesores de Past. Universitaria y en el que se unen otros muchos de buena voluntad.

Martes, preparación del bolso, cada día más pequeño y con menos atuendos, con las cuatro cosas que en verano son más portables, y sobre todo los papeles que son importantes. En este caso revistas universidad Cristianismo, porque el primer destino es el encuentro organizado por la conferencia episcopal de profesores universitarios cristianos. Allí buena conferencia de inauguración de Monseñor Carlos amigo, muy entrañable y sugerente, en el tono de decir bien las cosas, con sencillez y gracia, y sin querer decir mucho. Después café, diálogo con obispos entrañables que alaban las  cosillas que hacemos en la universidad pública de Extremadura, al entregarle la revista que nos dicen que la leen con avidez, por su vitalidad. Y tras una presentación de  una nueva página web para profes cristianos, salimos como podemos de Madrid – que no fue fácil-  a la autovía de Zaragoza, que por ser la primera que hicieron no es la más cómoda.

Zaragoza se hace casa de acogida y de gozo para nosotros, es como ir a casa. Primero, tras un tormentazo de miedo, sobre todo para ellas – yo más pero haciéndome el fuerte -, arribamos a la plaza del pilar, y en medio de esa fuente de América nos dirigimos a la casa de la Iglesia, donde nos espera pacientemente Felipe, el delegado de Past. Universitaria, nos tomamos una  cerveza de aupa,  viendo a la gente con sus banderas y camisetas de la roja para el partido que comenzaba y que al final ganamos por penaltis. Él nos cuenta del desierto del quehacer pastoral sobre todo en lo que se refiere a los alumnos universitarios, no hay núcleo que genere y  dinamice, ahora sólo asignaturas y algo con algunos profesores para el desarrollo y la cooperación. Compartimos deseos y sueños y nos ofrecemos. Zaragoza tiene unos cuarenta y cinco mil estudiantes universitarios…¿cómo no va a estar el Espíritu en esa realidad? Nos gustaría que ya estuviera “ardiendo” y por eso hemos hecho tantos cientos de kilómetros… Felipe se asusta cuando le decimos que hemos ido a verlo a él…Después nos vamos a la casa parroquial con Santiago y allí llega Luisa, y tras saludarnos y ponernos al día, invocando la intercesión de José Ángel, consiliario que se fue al cielo hace poco, pensamos en modos de iniciar y convocar de nuevo en esa diócesis… cómo no va a ser posible entre miles y miles… pero no es fácil, bueno… si un muerto resucita ¡

Tras dormir con la victoria española- fui el único que grité- buen desayuno y vuelta a nuestro habitáculo para estar viendo la plaza del  “torico” en Teruel, y desde ahí al obispado donde tenemos cita con Don Carlo Escribano, quien desde las once de la mañana hasta  las dos menos cuarto, nos escucha y comparte con una paciencia y atención únicas; nos llevamos la sensación interna de haber sido escuchados, valorados, animados e interpelados viviendo la cuarta nota de la acción católica con la profundidad y la comunión que esta clave  del Concilio Vaticano II requiere- Nos invita a su mesa para compartir el pan y el vino, y animarnos en el caminar de este quehacer de pastoral estudiantil y universitaria. Vuelta a Madrid, y me reincorporo la mañana siguiente al encuentro de profesores universitarios católicos que permanecen fieles en  Instituto León XIII que acoge las jornadas. Nuevamente conferencia del subsecretario de la comisión Vaticana para la Cultura, que nos pone al orden de los nuevos areópagos y de los modos de estar en ellos según la inspiración actual tan animada por Benedicto XVI, de fondo el encuentro de Zapatero con Cañizares el día anterior en Ávila, y el nada constructivo abucheo  de posturas  cerradas y defensivas.

Al día siguiente, consejo de Acción Católica en Alfonso XI, presidentes de los  movimientos de Acción Católica general y especializada, junto a la secretaría, algunos consiliarios, y el obispo consiliario. Se trata de revisar, y  plantear el itinerario del próximo curso para este organismo de comunión entre los movimientos, en el que se resuelven dificultades y se proponer caminos de acción y  reflexión común  desde las experiencias compartidas y los retos asumidos. Por la tarde, cuando los miles de jóvenes y no tan jóvenes, de la marcha del orgullo Gay en Madrid, nos lo permiten, salimos para nuestros sitios de origen. YO a Badajoz, parando para no caer en la tentación de sueño, y pensando que al día siguiente Domingo, tengo que encontrarme con un grupo de revisión de vida de profesionales cristianos en un campito paradisiaco para profundizar en nuestros proyectos de vida profesionales, donde me dicen que no pueda hacer tantos kilómetros, que el próximo año tengo que  reducir salidas…que hay que cuidar el sujeto. Y lo bueno es que tienen toda la razón del mundo. Pero por la tarde de nuevo en el coche, y en esta ocasión para celebrar la Eucaristía  con un misacantano  que tras sufrir mis explicaciones teológicas en el Seminario se merece, él y yo, que compartamos esa primera mesa en la que va a ser servidor de la comunidad dando el pan de la vida. Y nada  a seguir en la brecha… hoy es el Obispo el que me ha citado para conversar… seguro que para más evangelio y gozo de la vida sacerdotal.

Y en medio de esto, hay más de uno que me dice: Pepe, que hace mucho que nos escribes en el blog… por donde andas???? Bueno y mi madre, que no reclama aunque echa de menos, solo me dice que me olvidé de besarla antes de irme.. pero no lo hice porque a las cinco de la mañana me dio pena despertarla al verla tan dormidita.

3 Responses to “Semana ( y pastoral) kilométrica…”

  1. Cuanta vida en una sola entrada, cuanto tiempo y dedicación, cuanta entrega….busca un hueco para el descanso y para recargar esas pilas…

    Como le alegran el día tus entradas…yo también echaba de menos alguna nueva… Un abrazo Pepe

  2. De ahí las ojeras que miran a una madre con un amor sin límites, las eccemas que tatúan una incansable labor y, cómo no, el cansancio que, de noche, apaga poco a poco sus ojos… ¡pero todo por el Reino! =)

    Tu trabajo, querido amigo, es lo que hace que este mundo -a pesar de sus continuos desaires, desasosiegos y traspapeleos- respire con una esperanza nueva, ardiente y feliz. Porque en tus ojos, en la profundidad de un color verde que se oculta con el paso de los años, Dios nos regala el gozo de sabernos amados hasta el extremo… más allá de colores, etiquetas o vínculos.

    Descansa en el Señor, Pepito, pero no dejes de sorprendernos.

    Un abrazote grande!

  3. Es un gran privilegio , el poder leerte todo lo que expresas….¡por favor sigue escribiendo . gracias .