En casa otra vez…

Con el espíritu renovado y rejuvenecido…

Hoy quiero orar y dar gracias a Dios, especialmente  por los jóvenes

“Dad gratis, lo que habéis recibido gratis”, es decir que no  hay quien dé más por menos, así rezaba la máxima que encabezaba todo el trabajo de los universitarios en las jornadas de formación que hemos celebrado en Losar de la Vera (Cáceres) en la garganta de Cuartos. Sí, hemos recibido gratis muchas cosas y de un modo consciente, lo cual te hace más feliz. Ahora  acabo de leer en facebook estas líneas de Serafina, animadora adulta  en Plasencia, que no ceja en su empeño de creer y esperar siempre en los jóvenes: “Gente pequeña, jóvenes, y menos jóvenes, en lugares pequeños podemos conseguir hacer grandes cosas en nuestras vidas, en las vidas de los demás y en “nuestro mundo pequeño”. ¡Gracias a todos los jóvenes que nos muestran que no todos son consumistas, insolidarios, irreflexivos.. y gracias a los que a pesar de no ser tan jóvenes creen y trabajan por un mundo más justo!”

Yo, también tras dormir en la tranquilidad – sin ronquidos colaterales y en libertad con los míos- , no puedo menos en esta mañana que orar, desde el agradecimiento profundo,por  lo que he recibido gratuitamente de la sencillez del Reino que me ha llegado en este encuentro de jóvenes estudiantes.

“Te agradezco Padre tu fidelidad; Fabio me recordaba el otro día que son ya una veintena de años los que llevamos organizando estas jornadas de estudiantes en medio de la naturaleza. Han sido cientos, ya miles, de jóvenes entre quince y treinta años, que tras estar  en grupos de revisión de vida a lo largo del todo el año se reservan, como un tesoro, unos diez días para encontrarse en la paz del descanso veraniego, en algún lugar de frescor que permita trabajar y pensar, para profundizar en aquello que nos traemos entre manos a la luz del evangelio y con la ilusión de seguir transformándonos. Este año animaba Marieta, que vino con Miguel su esposo y sus dos hijos pequeñitos; sí ella, aquella adolescente revoltosa que parecía descentrada y que ahora la ves como madre, esposa, profesora, animadora, inquieta, profunda, alegre, entregada…toda una esperanza y una muestra de tu fidelidad y tu amor, que representa para mí a todos los que han pasado  mantienen viva la luz de sus personas con un proyecto de existencia humana y creyente.

Gracias Padre por el tesoro de la vida; es un milagro hoy día, como dice Pepe Hermoso, cura referente para mí, poder disfrutar y ver lo que hemos visto en estas jornadas, sesenta jóvenes de dieciséis a treinta años, con un ilusión, ganas de trabajar, pensando, compartiendo, y adentrándose en temas, que ya me gustaría a  mí ver a los adultos planteárselos con esta seriedad y profundidad:“el consumo y el compromiso”, para bachilleres y universitarios  respectivamente. Es un sueño, y me gratifica enormemente, verles como manejan y se abren al evangelio, a la vida de Jesús, a su luz, para decir con mucha sencillez en los momentos de reflexión, retiro, oración y eucaristía, sin ningún arrobo ni vergüenza, “yo quiero ser como tú, Señor, una persona que… tenga sensibilidad, que vea, que se acerque, que luche y denuncia, que perdone y acompañe, que ilusiones y transmita esperanza, que sepa darme y entregarme, que no tenga miedo, que no juzgue, que sane y salve…que ame más a Dios que al dinero, que sea prójimo de todos, que me meta como levadura y sal en el mundo, en la sociedad, en la iglesia, en la escuela, yo deseo ser buen samaritano como tú…
Y también Padre me sorprendo, y te bendigo, por el equipo de  personas que animan y se esfuerzan por que sea posible este protagonismo juvenil, los sacerdotes que han estado y pasado por allí estos días, los animadores, los adultos que nos visitan y nos alegran, pero sobre todo aquellos que lo llevan todo pensado, organizado, querido, escrito… militantes de  pata negra (Álvaro, Nando, María Pérez, Carmen…) y animadores de lujo (Sonia, Sera y Merche, Pepe Rubio, Javi MOreno, Edu…Todos¡¡¡)  Soy testigo de que la nueva evangelización, aquella que se hace con claves evangélicas, es posible y hay gente que la hace de mil maravillas; y yo miro, contemplo, anoto y lo guardo en mi corazón quedándome asombrado por el misterio de tu trascendencia que se sirve y se hace pan, alegría, unión, banquete, fiesta, reflexión, dinámica, baño, canto, luz, sol, rio y garganta… y yo recibiendo gratis, y la verdad, deseando ser gratis… cómo me gustaría hacer realidad lo que decíamos de risas y bromas: “Pepito tóoooo… tóooo pepito…”

Padre, tú nos mimas, y a nosotros nos gusta dejarnos mimar por ti….Gracias por renovarnos en los jóvenes que acompañamos.