Alberto, nazareno (III)

Vivir y estar con amor…

Hace días, viniste a Casa con Miguel que había venido a visitarte a Badajoz y tú fuiste su guía y su compañero. Noté como te hacía feliz venir y estar conmigo en mi propia casa, cómo te dirigiste a mi madre y la besaste con un cariño y una ternura inconmensurable, la llamaste “Doña Dolores” y le expresaste cómo la conocías y la querías a través de mí y de internet, se sintió reconocida por tí. Estabas con nosotros, tú sabes estar, vivir y ser con nosotros y nos quieres. Aprovechas cada momento oportuno y comunitario en el movimiento  para proclamar a los cuatro vientos que eres feliz con nosotros, que nos sientes como familia tuya, que Dios nos ha hecho regalo para ti. La celebración de tus cumpleaños, que suele coincidir con las asambleas de Extremadura, han sido únicos; no he visto más felicidad en los ojos ante una tarta, ni unos aplausos tan fuertes ante un cumpleañeros; tú vives y estás con nosotros, sin ti la JEC no sería lo que es, ni tu facultad tampoco, tú conoces y te das a conocer. Eres un “plus”, un valor añadido, eso que hoy vale tanto y se busca. Reconociéndonos en el amor, tú has logrado que te reconozcamos, tu modo de vivir  y estar con nosotros es único.

Yo pido al Padre, que me conceda saber estar y vivir con amor en cada lugar donde él me pone; que los otros se puedan sentir reconocidos y queridos por mí de un modo único, y que las relaciones entre nosotros sean de limpieza y claridad, para poder caminar juntos y avanzar en la riqueza que supone el encuentro verdadero. Que el Nazaret de cada día, en el que trabajamos y vivimos, sea hogar y taller de lo humano y lo positivo, donde cada uno recibamos reconocimiento y aportemos vida y cariño para los otros.

One Response to “Alberto, nazareno (III)”

  1. Que bonito lo que escribe hoy sobre este chico.No pierda nunca la esperanza de avanzar. Tiene que tener fe en la promesa de Dios ,,de ningún modo te dejare y de ningún modo te desamparare ,,
    Los creyentes tenemos que decir con confianza ,,Dios es mi ayudante no tendré miedo ,,
    En los días mas difíciles Dios apoya a sus adoradores de muchas manera cuando estos siguen sus principios y ponen el Reino del señor en primer lugar en su vida.
    San Pablo decía ,,En toda cosa y en toda circunstancias he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre ,tanto de tener abundancia como como de padecer necesidad .Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder