Kwa heri, Isabel!

Kwa heri, Isabel!

riberaHoy hemos despedido a Isabel en Rivera del Fresno, tras sus ochenta y tres años ha cumplido su  existencia, su historia está escrita y acabada, y su hijo Serafín – sacerdote diocesano de Badajoz, misionero en África, Zimbabwe-  nos ha dicho que Dios ya le puede poner título a este libro  de su madre que él ha venido a ver cómo se cerraba la última página;  que no sabe cuál le pondrá  pero seguro que será uno lleno de vida, porque ella ha estado llena de vida y la ha dado. El templo estaba abarrotado de gente del pueblo y de otros lugares, así como de sacerdotes, y de este modo se certificaba lo que emocionado decía Serafín: si tuviera que elegir un palabra para definir a mi madre, elegiría  “FIDELIDAD”,  ha sido fiel a todos, a mi padre – su marido- a los hijos y familia, a los vecinos, al pueblo, y sobre todo a Dios hasta en el gesto sencillo, ya lloviera o hiciera calor, de no faltar nunca cada día a  la ermita del Cristo de la Misericordia… puebloPero me ha emocionado cuando agradeciendo a la personas que estaban allí, ha terminado hablando  de los cristianos y personas de Zimbabwe, en su lengua bantúe, suajili,  los ha hecho presentes allí delante del féretro. No sé que habrá dicho, lo imagino,  ha mirado fijamente a donde estaba el cadáver  de su madre con los ojos brillantes y luminosos, y entiendo que allí había un sentimiento de universalidad y agradecimiento familiar africano, cuando en su lengua nos ha hablado, y lo imagino: serafingracias Isabel, hoy África te llora agradecida por este hijo, que como un trozo de corazón, tu nos dejaste y nos diste con una generosidad única…sabemos que durante tu enfermedad y cuando ha llegado para despedirte, tú estabas más preocupada por nosotros los pobres que por ti misma y tu enfermedad…hoy  Zimbabwe llora por ti, pero sobre todo le da gracias a Dios, porque nosotros sabemos que ha sido grande contigo y que tú entendiste junto a María, y  su Hijo, que Dios  ensalza a los humildes, y a los hambrientos los colma de bienes. Gracias porque Serafín es  nuestro hermano, y desde él tú has sido madre nuestra, madre de África¡¡¡

No puedo menos que imaginarme, Isabel, como habrá sido tu entrada triunfal en el cielo, rodeada de una muchedumbre inmensa de color y de luz, con un baile al ritmo del tantán imparable y alegre, y seguro que San Juan Macias, tu paisano, te  habrá  abierto gozoso la puerta de par en par. Yo he sentido un gozo y una paz intensa en la celebración, donde el canto de tu pueblo me ha ayudado a sentir más a Dios y a su amor, sobre todo al escuchar la canción: “Al atardecer de la vida, me examinarán del amor…”

6 Responses to “Kwa heri, Isabel!”

  1. Emocionante leerte, como siempre. No la conozco, pero deseo que descanse en paz junto al Padre bueno.

  2. Ha sido muy emotivo estas palabras en honor de la madre de Serafín.Espero que Dios la acoja en su seno y ayude a Serafín a seguir con su misión para con la Iglesia peregrina en Zimbabwe.

    Le doy mi más sentido pésame a Serafín por esa pérdida y que tenga animos para no caer en el abatimiento y el dolor.

  3. D.E:P. ISABEL. Persona humilde ,sencilla ,bondadosa,y cómo no fiel¡¡¡ y sobre todo a su cristo de las misericordias ,yo como vecina a diario la veía y como ella me decía poco a poco tengo que ir, porque sino no completo el día ..

  4. Gracias a ti, Pepe, por esta hermosa reflexión sobre el funeral de la madre de Serafín. Para todos los que estuvimos allí me imagino que fue igual de emotiva la celebración de despedida, pero también de esperanza de vida que vivimos allí. De las palabras de Serafín, no se puede decir nada más que lo que has dicho tú, ya que la mirada de nuestro amigo, compañero y hermano hablaba mucho más alto y más claro que todas las palabras en cualquier lengua posible. Y su mirada hablaba de tristeza, de esperanza y de gratitud. El Tatenda, el Thank you very much, el Gracias de Serafín recogió el sentimiento de todos los que conocemos a Serafín por Isabel, aunque no la conociéramos algunos personalmente, porque estábamos allí agradeciendo a ella y a Dios la amistad, la fraternidad que nos une a una persona sincera hasta el dolor, valiente hasta el sacrificio, generosa hasta la donación de sí mismo como es Serafín. Tatenda, Pepe, thank you very much, por tus palabras, que hablan por ti y por todos los que estuvimos acompañando a Serafín y su familia.

  5. Llegar, por fin, a Tu anhelado Rostro
    y echarme entre Tus brazos con todos los llegados.

    Dejar toda la vida sobre Tu Corazón,
    como un niño dormido, despierto para siempre,

    ¡y darte a boca llena el nombre: Padre!

    P Casaldáliga.

  6. Como dice mi amigo Antonio Maqueda , mejor imposible tus palabras Pepe, A mi también me emocionó las palabras de Serafín que como siempre nos impresiona con sus cosas. Yo le doy gracias por compartir algunos momentos con Isabel,su esposo e hija y también con Serafín todo el proceso de su madre que como le dije Dios a sido grande con tu madre, contigo y tu familia porque mejor muerte imposible. Le doy gracias a Dios por lo que nuestro hermano Serafín nos transmite desde su vida y misión. Un besito a todos!