Dime cómo estudias…
…y te diré quién eres.
La primera semana de clases en este cuatrimestre, nos ha llevado en las distintas materias a considerar que tipo de estudio es el que más se ha dado en la vida de los jóvenes actuales; tratamos de mirar nuestro recorrido, lo que más han impulsado y propiciado tanto desde los ámbitos escolares –escuela primaria, secundaria y universidad-, como nuestra familia, los compañeros y cada uno en su propio interior. Se trata de una reflexión, rica y personal, en la que mirando distintas y contrarias visiones del estudio subrayemos aquellas que más se han dado en nuestro estudio.
Del estudio como inversión al estudio como desarrollo
Cuando una persona invierte lo hace para obtener unos beneficios… Trasladando este esquema al mundo de la educación nos encontramos con que los agentes presentes en este ámbito utilizan la regla de la inversión: Yo estudio para que el día de mañana… Yo enseño para que a fin de mes… Y así sucesivamente.
Frente a este estudio como inversión, hay otra manera de entender la inversión que nos lleva a estudiar para adquirir una formación como persona, que no se limita a unos contenidos que nos harían no tener que volver a estudiar nunca más, sino que hemos de añadir dos componentes esenciales: construirnos y darnos la inquietud de buscar y aprender.
Un estudio solidario frente a un estudio individual.
También aquí encontramos dos formas de situarnos ante el estudio. Es fácil situarme en la universidad preocupándome egoístamente por mi futuro, preocupándome solamente por las posibilidades de empleo.. Este es un estudio individualista, que nos lleva a hacer un estudio solitario buscando nuestro propio interés y fomentando el “sálvese quien pueda”. Frente a este estudio podemos hacer un estudio en que entren los otros, un estudio que lleve al intercambio de descubrimientos e ideas, cooperando en la tarea del estudio, con un planteamiento de solidaridad, para que nadie se quede atrás ante la complejidad y la dificultad de algunas materias o trabajos.
Un estudio indiferente o un estudio crítico
Un estudio indiferente es un estudio en el cual no nos afecta la realidad, que bajo la máscara de estudio pretendidamente neutral, es una forma de recibir todos los contenidos de forma acrítica, de manera pasiva (estudio desencarnado). Pero podemos realizar un estudio crítico, pues no todo lo que nos cuentan tiene que ser cierto, ni hay verdades objetivas en ninguna disciplina. Nos llevaría a un estudio contrastado con otras fuentes.
Un estudio agobiante o liberador
Si vivimos el estudio como una carga, si el estudio simplemente es meterse los apuntes en la cabeza para soltarlos en el examen y así ir salvando obstáculos hasta terminar, estaremos haciendo un estudio agobiante. Pero muy diferente es un estudio que nos ayuda a formarnos como personas, en un momento de la vida en el que se está fraguando nuestra persona. El criterio es la persona, no podemos olvidar su centralidad, así descubriremos la dimensión liberadora del estudio.
Estudio esperanzado frente a estudio desesperanzado
Nuestro estudio no puede hacernos ser agentes de desesperanza, personas conformistas que transmitamos que otro mundo (u otro estudio) no es posible. La posibilidad de estudiar, posibilidad que no tiene la inmensa mayoría de los jóvenes del mundo, nos hace contraer una inmensa deuda con nuestra sociedad. Un estudio esperanzado es aquel que nos hacer ver oportunidades en nuestro estudio, sobre todo de cara a trabajar en la transformación de aquello que nos esclaviza.
Un estudio desde el éxito o un estudio para el servicio
Un estudio solamente centrado en la consecución de un expediente excelente, en sacar la mejor nota, en el mínimo tiempo, con el menor esfuerzo podrá responder perfectamente al mercado laboral que nos exige e impone la sociedad, habría que poner en tela de juicio el estilo de persona que construye ese estudio, suponiendo que construya la persona. Diferente es un estudio que ayude a descubrir dónde estás llamado a realizar tu labor personal (vocación), en el que un criterio decisivo sea dónde y cómo vas a poder servir más y mejor a los otros y todo eso a la vez que tú vas siendo más persona, para poder trabajar por la libertad, la promoción de la persona, la igualdad y la solidaridad.
Un estudio organizado o un estudio desorganizado
Frente a un estudio desorganizado, en el que estudiemos solamente cuando llega la fecha de los exámenes, cuando nos sobra tiempo de otras cosas, podemos hacer un estudio de forma organizada, siendo nosotros los protagonistas de nuestro estudio, no dejando que los agobios de última hora se apoderen de nosotros. Un estudio organizado nos hará estudiar de forma constante y nos llevará a integrar nuestro estudio dentro de nuestra persona como la dedicación más importante que tenemos ahora: formarnos como persona.
Sería bueno ver qué es lo que más se ha dado y se da en nosotros y por qué… Tenéis la palabra¡
Una vez leído el post, expongo mi reflexión…
Al leer los diferentes estudios, me siento identificada con algunos de ellos, pero con los que más…
– Estudio agobiante: recuerdo que empezó sobre 3º o 4º de la ESO, ya que siempre me he agobiado con facilidad, no se cuál sería el motivo, pero en época de éxamenes siempre estaba presente. Continuó en Bachillerato y claro, también en la Universidad. Aunque he de decir, que en ciertos momentos me he propuesto dejar a un lado este agobio, porque sé que así no llegó a ningún lado,
– Estudio para el servicio: este tipo de estudio ha estado presente durante toda la carrera, por el simple hecho de que en un futuro (espero que no muy lejano…) voy a dedicarme a los niños, voy a ayudarles a que se formen como personas, como ciudadanos.
Y por último, pero no menos importante:
– Estudio organizado: siempre me ha gustado tener todos mis cuadernos ordenados, al día, limpios… que todo estuviera organizado. Cuando estudio para un examen no me gusta dejar todo para lo último, porque como ya he dicho, si es llegar la época exámenes y me agobio, si lo dejara para el último día, no sé que sería de mí…
Este tipo de estudio, junto con el agobiante es uno de los que sin duda más se ha dado en mi vida.
Yo creo que mi estudio ha sido y está siendo un estudio para el servicio, por ejemplo tenía nota para carreras de mayor éxito social en España (los maestros no estamos bien vistos) y accedí a Magisterio por vocación de servicio, me gusta lo que hago y lucho por ello.
MI estudio es organizado, pues prefiero ir día a día que dejarlo todo para el final y es un estudio liberador, pues por ejemplo la entrada en la universidad me ha servido para ser una persona aún más activa, independiente y organizado.
Y un estudio a veces indiferente y otras veces críticos, depende también de la persona y el proceso de enseñanza/aprendizaje, hay profesores que están cansados, aburridos y transmiten esa sensación a los demás.
Y por último un estudio solidario pero con cierto matices, pues estamos en una sociedad competitiva y sin darte cuenta estás compitiendo continuamente en el día a día con tus compañeros, algo que veo muy mal, pero se hace de forma incluso inconsciente.
Después de leer todos los tipos de estudios y reflexionar sobre mi trayecto en la escuela, el instituto y la Universidad yo veo tres tipos de estudios muy claros en mi vida:
– En la etapa de primaria identifico el estudio solidario, más que solidario lo llamaría cooperativo. La profesora siempre intentaba que entre todos habláramos sobre algún tema, debatiéramos y diéramos ideas y así comprender conceptos nuevos partiendo de la puesta en común de ideas previas. Posiblemente se ha convertido en la forma de estudio más eficaz, puesto que estamos un poco saturados del estudio memorístico, de estudiar para el examen…
– Durante la ESO y Bachillerato identifico dos tipos de estudios: desorganizdo y agobiante. La idea de sacar nota y de prepararnos para selectividad hizo que el estudio se convirtiera en una carga, la cual dejaba para el último momento, ya que puestos a pasarlo mal, mejor pasarlo solo los últimos días. Esto se intensifica cuando notas en los propios profesores esa tensión ( no llegamos, no terminamos el libro, eso ya lo haremos más adelante, selectividad está muy cerca…)
– Por último en la Universidad el estudio se hace un poco más personal, te sientes más libre de hacerlo a tu manera… Sería un estudio más para el servicio ya que aprendo lo que aprendo para poder formarme y ser una buena profesional, conocer muy bien a los niños, su desarrollo y qué necesitan en cada momento, cómo motivarlos…
Al leer la entrada del blog he reflexionado acerca de mis estudios y forma de estudiar.
Durante la ESO y Bachillerato mi estudio ha sido un estudio agobiante. Eran estudiar muchos conceptos, en muy poco tiempo y para un fin : tener una carrera. Muchas veces no sabía ni para qué estudiaba tal cosa. Y había que sacar nota, porque ésto te limitaba a la hora de elegir carrera.
Ahora en la Universidad, sé para qué estudio. Estudio porque me gusta mi carrera. Estudio de forma ordenada: llevando los apuntes al día, haciendo los trabajos en su momento, … No me gusta dejarlo todo para el final, ya que ésto solo supone agobio y estrés.
Y por supuesto es un estudio personal. No estudio para sacar la mejor nota, estudio para poder algún día trabajar con los más pequeños y transmitirles mis conocimientos.
En mi etapa durante la carrera, no sólo me estoy formando en esto, me ha servido para formarme en muchos otros campos y por supuesto en lo personal.
Después de haber leído los diferentes tipos de estudios y pensar en mi etapa escolar y mi etapa en la Universidad creo que hay cuatro tipos de estudio en mi vida:
Desde mi punto de vista, creo que en los primeros cursos del colegio, los profesores, y de forma general en cualquier materia, intentan que el estudio sea solidario, que todos ayudemos a los demás y que se “tire” de los que se pueden quedar por el camino. Creo que es algo que cualquier profesor, que no quiere que a sus alumnos solo les lleguen los conocimientos, trata de fomentar
.En toda mi etapa de primaria, he tenido un mayor número de profesores buenos que “malos”, todos han intentado inculcarnos este tipo de estudio, que hoy día sigo manteniendo en mi vida.
Intento estudiar siempre desde un estudio esperanzado, pienso en todas las oportunidades que me esperan después de mis estudios y creo que es algo que no se debe perder, por muy mal que este la situación actual.
En mis tipos de estudio, los que más destacan son el estudio organizado, ya que soy incapaz de hacer nada si no tengo todo colocado y organizado a mi manera. Hay veces, que tal vez puedo llegar a ser muy exigente en este campo, pero para mí el estudio así es mucho más fácil. Y el otro tipo de estudio es para el servicio, estudio por y para mi vocación. Me hace feliz, saber que estoy estudiando para dedicarme a lo que más me gusta, los niños. Y eso, para mí, es lo más importante.
Después de haber leído todo el post, incluyendo también los comentarios de mis compañeros, compartiendo sus mismas opiniones, creo que todos hemos pasado por algunos de estos estudios desde que comenzamos nuestra enseñanza hasta el día de hoy.
Yo siempre he sido una persona muy exigente, me exijo a mi misma y soy muy perfeccionista, lo cual me ha llevado a vivir situaciones de agobio extremo.
A partir de 4º de E.S.O me lleva acompañando el estudio agobiante.
En Bachillerato debido a la nota de corte para realizar ciertas carreras, el estudio agobiante aumentó. He de reconocer que esta carrera no era la que he tenido siempre en mente, tuve oportunidad de realizar otras carreras, pero en el último momento reflexioné y me di cuenta que esto era a lo que realmente tenía que hacer, que era ” lo mio”.
A lo largo de la carrera me han acompañado tanto el estudio agobiante, ya que tal y como están las cosas hoy día, hay que seguir estudiando y formándose, y para ello nos siguen exigiendo nota para realizar cualquier máster u otra carrera. Y por último y el más importante el estudio para el servicio, me encanta mi carrera, me encanta mi futuro trabajo, espero que algún día pueda dedicarme a ello.
Tras leer todos los tipos de estudio, yo los divido en varias etapas, en la etapa que estudiaba E.S.O. mi estudio era agobiante, en el que todos los apuntes y conocimientos dados en esta etapa, me los estudiaba de “memorieta”para salvar la situación, e ir avanzado de curso, también era un estudio un poco indiferente, en el que no nos centrábamos en la realidad, y un poco desorganizado.
En bachillerato, ya nos centrábamos un poco más y nos planteábamos el futuro de otra manera, aquí ya era un estudio un poco más liberador, un estudio para el servicio, para formarnos como persona y encontrar el éxito.
Ahora ya, en la universidad, todo ha cambiado, ya que estudio lo que quiero y miro por mi futuro, en la universidad tengo un estudio de varios tipos:
-solidario
-crítico
-liberador
-esperanzador
-organizado
estos estudios, son porque he sido libre en elegirlos.
El haber leido el post me ha hecho hacer un recorrido fugaz por toda mi experiencia estudiantil, y destaco momentos puntuales en los que recojo casi todos los tipos de estudio.
Mediante ejemplos explicaré porque encuadro cada tipo de estudios, por ejemplo;
– De estudio de inversion al estudio de desarrollo: me inculcaron que para ser alguién en la vida tienes que tener unos principios y si son acompañados de unos estudios mucho mejor. “para que el día de mañana…” por lo que estudié, estudio y estudiaré por un desarrollo a mi persona.
– De estudio solidario al estudio individual: siempre me ha gustado que me ayuden y ayudar, por eso desde bien chico hemos compartido las ceras en la etapa infantil e ideas y conocimientos con los compañeros en etapas superiores, hasta hoy en día en la universidad que se podia caracterizar por un estudio individualizado, no es tanto como parece, ¿o no seguimos haciendo debates, trabajos en grupo…?
– Puedo resaltar en algunos momentos puntuales cuando ves las noticias o la prensa y te desilusionas, no ves tu futuro muy claro, por lo que he podido abordar un estudio desesperanzado, un estudio diferente. Pero a la vez me han impulsado a no mirar solo el futuro si no aprovechar el presente y buscar la parte más gratificante, dado a que quise ser maestra, por buscar una gratitud permanente en mi vida.
Y en síntesis si que puedo resaltar que tengo un estudio organizado, siempre he querido ir paso a paso, no sólo tener los apuntes organizados.
Después de pensar sobre toda mi vida, pues toda ella ha estado ligada al estudio he de reconocer que es imposible tener un único modo de estudio, pues vamos creciendo, nuestros pensamientos y la forma de ver la vida cambian, así como nuestros intereses.
En las primeras etapas de escolarización puedo ver un estudio solidario, recuerdo que me gustaba ayudar cuando había algún concepto que a un compañero le resultaba complejo y de igual forma me gustaba recibir esa ayuda. No obstante también podría decir que he tenido un estudio de inversión, ya que para mí, el reconocimiento de mis padres era muy importante, y por tanto, el hecho de llevar buenas notas y que me alagaran era una gran satisfacción.
Al pasar al instituto, los primeros cursos no distaban mucho de la primaria, e incluso, puede decirse que tuve una etapa de estudio indiferente, en el que nada importaba. Al llegar a 4º de E.S.O. mi visión del estudio cambia, comienza un estudio más responsable, un estudio de desarrollo en el que las asignaturas optativas están escogidas para formarme en el camino que yo escogía, con plena conciencia de mis intereses como persona. Al llegar a Bachiller, a pesar de seguir siendo un estudio de desarrollo se volvió agobiante, pues en una sociedad competitiva como en la que vivimos, en la que nos han educado para ello, para competir, había que conseguir la mejor nota, pues de ello depende “el futuro”, aquí entraría un estudio para la inversión.
Una vez en la Universidad, en la que estudias lo que quieres, mi estudio se ha convertido de desarrollo, crítico y para el servicio. Busco crecer como persona, en la que no me conformo con lo dado, y siempre con una visión crítica, y claramente para el servicio, pues esta es mi verdadera vocación, y a medida que pasan los días y tras las prácticas estoy más segura de ello.
Por último decir que el estudio desorganizado forma parte de mi vida, a pesar de intentarlo cada año, cada curso, siempre he pensado que el estudio es una parte más de nuestra vida, y al que debemos respetar, pero que no debe absorbernos.
En mi opinión con respecto al primer estudio creo que yo al estudiar Educación Infantil, estoy estudiando esto para adquirir una formación, para ser la mejor maestra que es lo que siempre he querido hacer desde pequeña.
Con respecto al segundo estudio creo que yo practico un estudio solidario,ya que intento ayudar en todo lo que puedo a mis compañeros al igual que ellos quiero que me ayuden a mi cuando yo lo necesite.
Con respecto al siguiente estudio no creo que haga uno crítico pero tampoco indiferente, pienso que lo que me enseñan en la universidad es lo correcto y no tengo que contrastarlo con nada por que pienso que querrán lo mejor para mí y para que aprenda lo mejor posible.
Refiriéndome al estudio liberador y agobiante, durante toda la trayectoria educativa lo único que nos han preocupado son los exámenes, sacar mejor o peor nota, porque a lo profesores no les importa como
hemos aprendido y si hemos aprendido mucho o poco, si no la nota que saquemos únicamente en el examen.
Mi estudio es esperanzado, creo que estoy estudiando esto para ser una buena maestra y poder enseñar a mis niños lo mejor posible
Con el siguiente estudio mi opinión es que todos lo haríamos para el servicio pero creo que nos han enseñado desde pequeño que con mejor expediente llegas más lejos, es más desde el principio de la carrera premian la mayor nota con privilegios: haces la matrícula antes, coges antes las prácticas…
Y por último mi estudio vaya o no vaya a estudiar esos apuntes es un estudio ordenado porque me encanta tener todos mis apuntes super bien ordenados.
Antonio Benaiges el maestro que fue a parar a Bañuelos de Bureba, un pueblo castellano pobre, con una pequeña escuela de diecisiete alumnos, entusiasta, levantó allí su misión: una pequeña imprenta, una revista impresa por los alumnos con sus escritos y grabados, la correspondencia con una escuela de Vilafranca del Penedès (Barcelona)… Y un día hablaron del mar. Nunca lo habían visto, el mar, aquellos niños. Se lo imaginaron y lo escribieron y lo imprimieron en su revista, con su pequeña imprenta … Pero querían ver el mar y Antonio Benaiges les prometió que les llevaría. Terminado el curso, cumplió: volvió al pueblo para hacerse cargo de la expedición hacia el Mediterráneo. Era el verano de 1936. Repentinamente, sin embargo, desapareció. Había estallado la guerra y los sublevados arrasaban a su paso … Había huido en las Américas, donde tantos otros maestros españoles exiliados extenderían la buena nueva de las técnicas de la nueva enseñanza? Ahora ya sabemos que no. Sus huesos estaban en la fosa de La Pedraja. Durante medio siglo, se había interpuesto, además, un silencio helado, que había hecho escurridizos los escritos y grabados, las revistas impresas, las fotografías …
Decir en primer lugar, que mi visión del estudio ha ido cambiando con el paso de los años. En algunos momentos de mi etapa en el instituto, parte de mi estudio fue un estudio indiferente, en lo que se refiere a alguna de las asignaturas que cursaba por aquel entonces, ya que no me llamaban la atención. Así pues, éstas fueron unas asignaturas que había que estudiar simplemente porque había que aprobar. Conforme fui avanzando en el bachillerato y después en la universidad, esta forma de estudio desapareció ya que me encontraba frente a asignaturas que me gustaban y me mostraban inquietudes a la hora de enfrentarme a ellas.
Una de los puntos con los que me quedo es con el estudio solidario frente al estudio individualista. Durante mis cinco años de carrera, me ha gustado preocuparme por los demás, ayudarles en lo que necesitaran, así como trabajar en equipo en las prácticas de laboratorio y demás trabajos. Pienso que en clase estamos rodeados de compañeros, no de rivales. A mí también me gusta sentirme apoyado por los otros, así que, ¿por qué no tratar a los demás como a uno mismo le gusta que le traten? Si tratara a las demás personas de clase como rivales a la hora de estudiar, entonces el día de mañana también debería tratar a los compañeros de trabajo como rivales, puesto que me puedo quedar sin trabajo y así con todas las situaciones de mi vida (cosa para nada lógica desde mi punto de vista).
Por otra parte, como creo que la mayoría de la gente que estudia o que realiza un trabajo, hay momentos en los que uno puede sentirse agobiado y piensa si esta es la verdadera forma de formarse para un futuro empleo, realizar 5 ó 6 exámenes en apenas tres semanas. Debido a esto, mi estudio desde hace mucho tiempo se convirtió en un estudio muy organizado, llegando al punto que quizás fuera demasiado organizado.
Por último, desde el año pasado hasta día de hoy una serie de preguntas sobrevuelan mi cabeza sobre la futura aplicación del estudio: ¿Qué tipo de empleo creo que me va a resultar más gratificante? ¿Mediante ese empleo, de qué forma puedo ayudar a los demás o a la sociedad? ¿Dónde puedo servir más y mejor?
A lo largo de mi vida, al igual que le habrá pasado a todo el mundo tenemos varias maneras de estudiar.
Pensando en mi forma de estudiar puedo decir que en un principio hasta que no llegue al instituto no tenía manera de estudiar, sino que aprendía memoristicamente, hacia los deberes como me parecía y ya está. Por mi experiencia que tengo con los niños, la gran mayoría son así ya que son pequeños, no se les crea hábitos de estudio y además hacen las tareas obligados.
Una vez que llegué al instituto con 13 años empecé a ponerme las pilas ya que si no veía que iba a suspender. Por lo tanto en esta etapa mi estudio era agobiante y mirando por el éxito, es decir, con el fin de que tenía que aprobar para que mis padres no me riñeran.
Una vez que pasas a la universidad vuelve a cambiar tu forma de ver los estudios ya que para empezar tienes la motivación de que vas a estudiar algo que te gusta. Por lo que puedo decir que en mis años de carrera mi estudio ha sido:
– De forma organizada.
– Cuando estoy próxima al exámen es agobiante por la misma presión que me creo yo al pensar que pueda suspender.
– Muchas veces tengo interés por ampliar aquello que nos dan en la universidad pero no tengo tiempo. Espero poder hacer cursos una vez que acabe y así ampliarlos.
– Y lo último y lo más importante que estudio algo que me gusta y lo hago lo mejor que puedo porque el día de mañana voy a intentar realizar esta profesión y por ello me quiero formar bien. Aunque hay veces que me vengo un poco abajo al ver y al pensar que para que estudio si no voy a poder disfrutar de realizar mi trabajo ya que todo lo que se escucha hoy en día es eso.
Tras leer todo el post, he podido darme cuenta por primera vez que al principio, en primaria estudiaba porque me gustaba, me interesaba lo que dábamos, aunque es verdad que era un poquito estudio individualizado y en mi clase había un poquito de competencia para ver quien sacaba las mejores notas, esto hizo que poco a poco me desilusionara, es decir, que ya no me interesaba el temario y esto fue aumentando, ya que la sociedad en la que vivimos por desgracia ayuda a ello.
Después en el bachillerato como la mayoría de mis compañero fue un estudio agobiante, por el que estudiabas cosas por las que no sabías para que las estudiabas, pero todo con tal de hacer algo en un futuro, aunque en realidad son pocos los que saben y tienen claro que estudiar después.
Una vez en la carrera, se podría decir, que son varios los estudios, en primer lugar agobiante (falta de tiempo, trabajos, etc) y también un poco desorganizado. En conclusión a lo largo de vida estudiantil creo que he pasado por todas las etapas, una más que otras, pero por todas.
Tras leer todo el post, he podido darme cuenta por primera vez que al principio, en primaria estudiaba porque me gustaba, me interesaba lo que dábamos, aunque es verdad que era un poquito estudio individualizado y en mi clase había un poquito de competencia para ver quien sacaba las mejores notas, esto hizo que poco a poco me desilusionara, es decir, que ya no me interesaba el temario y esto fue aumentando, ya que la sociedad en la que vivimos por desgracia ayuda a ello.
Después en el bachillerato como la mayoría de mis compañero fue un estudio agobiante, por el que estudiabas cosas por las que no sabías para que las estudiabas, pero todo con tal de hacer algo en un futuro, aunque en realidad son pocos los que saben y tienen claro que estudiar después.
Una vez en la carrera, se podría decir, que son varios los estudios, en primer lugar agobiante (falta de tiempo, trabajos, etc) y también un poco desorganizado. En conclusión a lo largo de vida estudiantil creo que he pasado por todas las etapas, una más que otras, pero por todas.
Después de haber leído los diferentes tipos de estudios, llego a la conclusión de que lo más adecuado a la hora de estudiar es la organización.
Siempre he planificado mis horas de estudio, pero a menudo me he sentido muy agobiada, lo cual no me ayudaba. Soy bastante exigente, lo que me ha permitido obtener resultados positivos.
He intentado absorber todo lo bueno de cada uno de los profesores que he tenido a lo largo de mi vida de estudiante.
Cuando estudio, intentó hacerlo con ilusión, pensando en mi futuro y en las posibilidades que me esperan una vez finalizada mi carrera. A pesar de que la situación actual no es la más favorable hay que mantener siempre la esperanza y luchar por lo que cada uno quiere conseguir.
Por último, añadir que el estudio para el servicio ha estado muy presente, ya que he tratado de formarme y adquirir unos valores para transmitirlos en un futuro a mis alumnos.
Después de haber leído los diferentes tipos de estudios me he dado cuenta que si es verdad que durante la ESO y Bachillerato he tenido un poco un estudio agobiante ya que estudias algunas asignaturas que no te gustan, te piden muchas cosas en muy poco tiempo y eso lleva a agobiarnos y ha estar un poco desanimados.
El estudio para el servicio yo creo que ha estado presente durante estos 4 años ya que yo me quiero dedicar a enseñar a niños y ayudarlos en la medida de lo posible a que sigan adelante, avancen, a solucionar sus problemas etc.
Pero no solo en estos 4 años he tenido estudio de servicio ya que me considero una persona que ayuda en la medida de lo posible a los demás. Yo creo que durante toda mi vida he tenido este tipo de estudio.
El estudio organizado también ha estado muy presente en mi vida desde que era muy pequeñita ya que me gusta tener todo bien organizado y que todo esté en su sitio. Soy de las personas que no les gusta dejar las cosas para el último momento.
Y por último decir que ahora estoy en el estudio esperanzador ya que creo que estoy estudiando para el día de mañana ser maestra y estudiar esta carrera me alegra día tras día ya que me encanta esta profesión y quiero algún día tener mi clase rodeada de niños y poder enseñarles todos mis conocimientos adquiridos durante estos 4 años de carrera.
Después de haber leído el post expongo mi reflexión: He llegado a la conclusión de que yo siempre he sido organizada en mis estudios, siempre me ha gustado tener mis apuntes organizados, pasados a limpio y sin tachones ya que me agobia mucho el desorden. Mi forma de estudiar también es un poco de memoria porque soy muy exigente conmigo misma y necesito estar segura.
En el momento del Bachillerato puedo calificar mis estudios como AGOBIANTE ya que me costó muchisimo y la verdad que mi objetivo de aprobar era para quitarme el curso del medio ya que muchas asignaturas no te gustan y piden mucho esfuerzo en poco tiempo, siempre con la presión de la SELECTIVIDAD.
Pero en cambio ahora en la facultad estudio obviamente para sacar mi carrera para tener un futuro prometedor (ESTUDIO PARA EL SERVICIO) pero también estos 4 años me han ayudado a crecer como persona. Ahora es un estudio ESPERANZADOR ya que confío en que en un futuro pueda dedicarme a lo que estudio ya que es mi vocación.
En mi vida como estudiante he vivido un poco de cada:
– Durante el colegio estudiaba y me gustaba lo que estudiaba, aunque aún no tenía conciencia de lo que estaba haciendo.
– Al llegar al instituto recuerdo la E.S.O. como algo desesperanzado, sobre todo 3º, mis expectativas iban bajando, ya no me gustaba tanto lo que estudiaba… pero poco a poco fui superándolo. Me gustaba mucho leer, (algunos o la mayoría de los libros que nos obligaban a leer no me gustaban, y poco a poco perdí el hábito de la lectura).
.- En bachiller ya tenía las cosas mucho más claras, me convertí en todo lo que no era, organizada, solidaria…aunque también muy agobiante.
– Cuando llegué a la Universidad me dí cuenta que todo había merecido la pena, estaba estudiando lo que me gustaba, y a lo que me quería dedicar toda mi vida. ¡Es muy fácil!, me decían ¡ Recorta, pinta y colorea!, pues no, no ha sido así, y menos siendo los “conejillos de indias” del grado. Ha habido momentos de agobio, mucho agobio, muchos trabajos, poco tiempo para estudiar los exámenes finales… pero también momentos increíbles que nunca olvidaré.
Como conclusión final, creo que he pasado por todas las etapas de las que habla este post, por unas más que por otras, pero pasar he pasado por todas.
Una vez leído el post, y tras reflexionar sobre los diferentes tipos de estudio, me identifico con varios de ellos a lo largo de mis diferentes etapas como estudiante.
– En la etapa de primaria destaco un estudio solidario en el que el trabajo en grupo es fundamental. No solo es estudiar para alcanzar un logro personal, también es cooperar entre todos para alcanzar un objetivo en común.
– Durante el último curso de la enseñanza secundaria obligatoria y bachillerato, aparece un estudio agobiante. Hay que estudiar no sólo para adquirir conocimientos, sino para someterse a una prueba (selectividad) y poder decidir qué hacer en un futuro. Esta presión que aparece sobre todo en segundo de bachillerato es lo que me lleva a realizar dicho tipo de estudio donde lo más importante es el examen.
– En la etapa de estudiante universitaria, han estado presente varios estudios.
Por una parte el estudio para el servicio y esperanzado. Estudio para algún día poder dedicarme a lo que realmente me gusta, transmitir conocimientos y estar al servicio de pequeños y pequeñas con muchas ganas de aprender.
Por otra parte, el estudio solidario también ha estado muy presente en estos años de carrera. El trabajo en grupo en el que todos los integrantes tenemos que dar lo mejor de nosotros mismos y cooperar.
– Por último quiero destacar que el estudio organizado ha estado muy presente en todas mis etapas. Considero que es muy importante la organización de mis apuntes, tenerlos claros, limpios y ordenados, y ser muy constante. Esto me facilita el estudio.
Gracias a estos tipos de estudios estoy logrando formarme no sólo en el ámbito académico, también en el personal.
Una vez leído este espacio, tengo que decir que mis estudios han pasado por distintas fases.
En infantil, es en la única etapa en la que lo aprendido no se basa en una nota. se aprende a través del juego es desde mi punto de vista es la etapa más bonita, gratificante e importante ya que son los cimientos de la educación.
En primaria ya te basas en exámenes, notas, es decir competencia. Los niños ya diferencian al listo y al tonto de la clase. Tengo que destacar que siempre he sido muy organizada y me gustaba tener todas las libretas limpias.
Bachillerato lo recuerdo como mucho estrés, mucha materia en muy poco tiempo.
Otra etapa en mis estudios que me ha gustado ha sido mi formación tanto del ciclo como de la carrera por el simple hecho de que estoy estudiando y he estudiado algo que realmente me gusta. Estudio por formarme y para poder dedicarme a ello.
Tras haber leído y reflexionado sobre al artículo y algunos comentarios, he llegado a la conclusión que todos, o al menos la mayoría, hemos pasado por varias etapas en la que coincidimos en los tipos de estudios.
Yo personalmente, en primaria lo recuerdo como una etapa más solidaria y relajante, donde se aprende sin presión.
La E.S.O., a partir de 4º, y bachillerato es un etapa que la identifico con un estudio agobiante y desorganizado, la presión empieza a notarse y lo importante era aprobar.
En la Universidad se supone que ya tenemos la madurez suficiente como para saber lo que queremos ser, a lo que nos queremos dedicar…Es una etapa donde el estudio es más organizado y personal, aunque también es duro y agobiante. Aprendemos a prepararnos como profesionales y a mejorar como persona.
Tras reflexionar sobre el post decir que estudiar no es una tarea fácil, al menos para mí.
Desde pequeñita me he agobiado mucho, nunca estaba segura de sí misma y eso en ocasiones me hacia fracasar, sobre todo en la primaria. Cuando pasé a la secundaria hasta por lo menos cuarto de la ESO cambie el chip con ayuda de mi profesora particular y me plantee organizarme de otra manera puesto que del otro modo los resultados no eran los esperados. Acabe bachiller y hoy día mi carrera.
Sinceramente me metí en esta carrera no por vocación pero cada día, mes, año que pasaba mis resultados eran mejores, cosa que me inspiro a seguir hacia delante. Con lo cual he experimentado un “estudio agobiante”.
No me considero una persona que estudie solo por el mero echo de ganar un sueldo, y mucho menos en los tiempos que corren, pero sí una persona que estudia para “el servicio” y de esto me he dado cuenta sobre todo en las prácticas. No hay nada más gratificante que ver como niños de 3 y 4 años te admiran por ser su “seño” y por ayudarles a ponerles los primeros pilares que construirán su futuro.
Siempre he sido una chica muy organizada en el tema de apuntes, trabajos etc. .y eso me ha ayudado mucho también.
Después de haber leído el post, considero que aparecen cuatro etapas importantes en mi vida con respecto al estudio.
En la etapa de primaria, era un estudio más ameno, siempre al llegar del colegio después de comer, realizaba mis tareas y me ponía a estudiar para los exámenes, no me costaba nada ponerme a ello.
En la E.S.O, la cosa cambia, ya que comienzan los agobios, la mayoría de las asignaturas no son de tu gusto y cada día exigen más para tus exámenes, a la hora de estudiar quieres llevarlo todo al día pero entre unas cosas y otras siempre quedan cosas para última hora, eran conceptos y apuntes que los estudiaba casi siempre de memoria, para realizar bien mi examen y pasar de curso.
En Bachillerato, es un estudio también acompañado de los agobios y de gran importancia para mirar hacia el futuro, siempre teniendo presente la palabra Selectividad, desde el primer momento me ha gustado tener todo mis apuntes organizados y siempre con muchos colores.
Hoy día, en estos 4 años de carrera mi estudio ha cambiado, es algo que yo he elegido por vocación, porque me encanta enseñar y aprender de los más pequeños y por ello, pienso que esto ayuda mucho a la hora de estudiar, es una carrera que he escogido y unas asignaturas que la mayoría de ellas te gustan y muestras interés porque ahora sí, te van a servir para llevarlo a la práctica, enseñando todo lo que sabes y aprendiendo de todo lo que oyes. También considero que no ha sido nada fácil llegar hasta aquí, porque siempre comienzan los agobios y las ganas de que todo salga bien.
Estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí teniendo claro que desde pequeña las cosas van cambiando pero con esfuerzo e interés todo tiene su recompensa.
Cuando estás en la Universidad te planteas un futuro, piensas, ¿merecerá la pena estudiar lo que he elegido ser??? Siiii, maestra!!!, me gusta desde pequeña siempre es lo que he querido ser, pues entonces he estudiado lo que me gustaba, pero a la hora de estudiar los apuntes, el estudio lo he vivido como a veces liberador, me ha ayudado en lo que quiero ser pero a veces como a la mayoría me ha resultado agobiante, tal vez por falta de tiempo, por la Metodología llevada a cabo por parte del profesor, el agobio de los exámenes, uno tras otro, a pesar de llevarlo bien preparado…
Mi estudio siempre ha sido organizado, he sacado el tiempo necesario para seguir el día a día, aunque ahora echo de menos ese tiempo.
Y no solamente he estudiado para sacar buena nota sino por vocación, porque me gusta enseñar a los demás y me siento bien realizando esta labor.
Leyendo los tipos de estudios he podido meditar sobre las diferentes etapas de mi vida.
Primeramente en Educación Infantil no estudiábamos. Sino que se trabajaba más que nada la relación con los otros, el juego, y las primeras habilidades que se pueden adquirir.
En primaria, tuve maestras muy buenas, pero una de ellas me quedó marcada (no me gustaría ser como ella). Explicaba todo muy bien, y a mí me encantaban sus clases; pero no sabía cómo llevar la organización de los alumnos. Salía llorando del aula la mayoría de los días.
En secundaria es verdad que todo es más agobiante, que te quieren llevar a una meta. Me acuerdo ya en Bachillerato, que una de las profesoras sólo nos sabía hablar del éxito, del estudio individual…
Yo aún así, con la experiencia de haber tenidos muchos profesores, y ahora en la Universidad, creo que el estudio de esta carrera es algo vocacional. No niego que también estudies pensando a veces en el expediente (porque mentiría). Llevo un estudio organizado, aunque no sepa llevar organizadamente algunas otras cosas. En época de exámenes es inevitable que sea un estudio agobiante, porque a veces crees que no te da tiempo a estudiar tantas cosas.
Deberíamos fomentar el estudio solidario y no tanto el individual, y por supuesto un estudio como desarrollo para la formación integral de la persona. Como futuros docentes, tenemos en nuestra mano transmitir lo mejor a nuestros alumnos/as.
Puedo recordar que en la Primaria apenas estudiaba como yo veo que estudia ahora mi sobrina de 10 años, yo me limitaba a aprender hacer mis tareas en casa y a jugar…si bien recuerdo por suerte o no tenía gran memoria y no necesitaba mucho tiempo de estudio. La secundaria hacía poco más o menos no nos han enseñado a tener un buen hábito de estudio y sobre todo a plantearnos para qué aprendíamos todo ese “tocho” lo aprendías de memoria y ya.
Donde realmente aprendí lo que significa “aprender a ser” fue al estudiar el magnifico ciclo formativo de Animación Sociocultural donde tuve una gran maestra de las de verdad, de las que dejan huella, a partir de ese momento he tenido un estudio de desarrollo para crecer como persona, un estudio solidario mirando también alrededor y enriqueciéndome de muchas otras personas, sin duda también un estudio crítico (es el que más me reflejo) ahora más que nunca veo que los docentes dan su temario y adiós, sin importar de verdad la importancia de la enseñanza y de formar a personas críticas y pensantes, creativas y con ideas.
Muy pocas veces he estado con un agobio extremo por eso me caracterizo por el estudio liberador, prefiero estar leyendo o viendo un documental referente al tema que estoy dando en clase y que me transmite más a unos simples apuntes que lo único que se consigue es que al día siguiente los olvides.
Por supuesto un estudio esperanzador “todos podemos” y para el servicio en mis ideales no está la opción de hacer algo que no sea por vocación…
Después de haber leído el post, he llegado a la conclusión de que estando en Primaria, realmente no somos conscientes de lo que estamos estudiando, simplemente estudiamos para aprobar.
Durante la Eso y sobre todo Bachillerato ha sido una etapa agobiante sobre todo en Bachillerato ya que sólo pensamos en sacar buenas notas para hacer selectividad y poder entrar en la Universidad y sobre todo en la carrera que nos gusta.
En la Universidad, he tenido un estudio esperanzado aún sabiendo que hoy en día la situación de empleo está realmente mal y sobre todo para nosotros los jóvenes, pero siempre hay una pequeña esperanza de ver que en un futuro (y que esperamos que no sea muy lejano) tengamos la oportunidad de trabajar en lo que verdaderamnte nos gusta. También destaco el estudio organizado, llevando los apuntes limpios y al día para estudiar de forma constante.
Después de haber leído el post, me reafirmo en lo que pensaba sobre mis etapas educativas.
Durante todos los años que estuve en mi colegio (Sagrado Corazón de Jesús en Olivenza) todos y cada uno de los profesores, desde infantil hasta secundaria, intentan inculcar en los alumnos un estudio solidario, compartido, entre todo el centro y la comunicad educativa. Desde bien pequeña he colaborado en todo tipo de campañas promovidas por el centro de ayuda social a personas desfavorecidas. Este tipo de campañas se compaginaban con los estudios pues bien se hacían en tiempo extra, no en horario lectivo, para que así el compromiso de los alumnos fuera mayor. He de decir que gran parte de mi personalidad solidaria se ha fraguado entre las paredes de ese centro que hoy en día agradezco tanto su labor.
Siempre he tenido , y tengo, un estudio organizado, me considero una persona bastante responsable e implicada con mi trabajo, y el estar en la carrera por pura vocación hace que esté mucho más implicada.
Mi meta es enseñar y disfrutar haciéndolo, he podido darme cuenta en mis dos periodos de prácticas que he nacido para ser docente.
Al leer el post, he reflexionado sobre mi estudio, y me he dado cuenta que durante primaria y buena parte de secundaria el estudio era más solidario y cooperativo donde se trabaja más en grupo y se buscan además de objetivos individuales unos objetivos colectivos.
A partir de 4º de ESO y a lo largo de Bachillerato el estudio empieza a ser un estudio agobiante. En el que existe una gran presión, además de adquirir conocimientos en poco tiempo hay que sacar la mejor nota posible porque hay que enfrentarse a selectividad, y de esa nota dependerá tu futuro y según ésta podrás acceder o no a unas carreras u otras. Se estudiaba para aprobar y realmente no entendíamos para que nos podían servir algunas de las cosas que aprendíamos.
En la universidad mi estudio es más organizado, pues al no tener exámenes parciales te tienes que ir organizando y obligándote a tí misma a llevar las cosas al día para que al final no se te acumule todo y te resulte agobiante,aunque siempre haya esos nervios en épocas de exámenes. Es un estudio más esperanzado, pues nos estamos formando en algo que nos gusta, en el que sus asignaturas nos resultan interesantes, les vemos utilidad en la práctica… y nos formamos para una futura profesión, a la que esperamos dedicarnos en un futuro. También es un estudio para el servicio pues nuestra profesión está dedicada a ayudar y guiar a los más pequeños.
Estoy orgullosa de haber llegado hasta aquí y espero poder dedicarme algún día a lo que realmente me gusta, la docencia en infantil. Intentaria inculcar en mis alumnos un estudio cooperativo, donde se busquen unos objetivos comunes y se ayuden unos a otros, no preocupándose sólo por los resultados individuales.
Yo siempre he pensado en el estudio como algo con esperanza, quizás porque he escuchado decir “estudia que para algo te valdrá el día de mañana”, pero no es esa la principal razón por la que estoy estudiando sino por vocación, desde pequeña he querido dedicarme a esto y durante el período de prácticas he podido comprobar que es lo que realmente me gusta.
Me considero una persona organizada y responsable con mis estudios, ya que siempre me gusta llevar todo al día y si no es así me agobio bastante.
El día que me dedique a la enseñanza, me gustaría transmitir conocimientos promoviendo el estudio cooperativo, según el cual todos trabajaremos en conjunto y no se tendrán sólo en cuenta los resultados de los alumnos individualmente.
En el período de exámenes es normal que el estudio se perciba como algo estresante y agotador e incluso llegar a pensar que no seré capaz de conseguirlo, pero una vez que obtienes buenos resultados, la sensación de satisfacción personal es muy gratificante y te incita a seguir aumentando tu formación.
Partiendo de que la persona invierte para obtener unos beneficios, tomar el estudio como inversión, lo entiendo desde el punto de vista de adquirir formación para mi no sólo intelectual sino como persona. Pues por medio del estudio, he ido atando cabos de lo que ahora mismo puedo llamar como mi personalidad. Según mi experiencia de vida podría decirse que la mayoria de mis etapas de estudio me intentaban transmitir el estudio individual, egoísta, y sobretodo ahora en la Universidad. “El puesto se lo lleva el que mayor nota tenga”. Siempre he odiado este tipo de competiciones, y por eso cuando me pongo a estudiar no pienso en ser la que mejor nota saque sino ¿qué me voy a llevar de esto?, el último ejemplo es la elaboración de la memoria de prácticas, sinceramente no la he trabajado para que sea la mejor, ni para obtener matricula, se puede decir que incluso la deje un poco de lado, pero lo que he aprendido en las prácticas es tal que para mi es lo que me queda y lo que me vale.
En cuanto al estudio indiferente, durante la etapa de la ESO, BACH. , tendían a realizarlo así pero siempre estábamos unos cuantos intentando hacerlo crítico.
Creo que la visión del estudio esperanzado, es más personal, o así lo veo yo, está claro que hoy en día nuestro trabajo está muy difícil, pero con nuestro trabajo podemos transformar mucho más allá, quizás aquí está difícil, pero las ONGs, necesitan educadores, maestros…para mi es una oportunidad de abrir puertas aunque sea en otro lugar.
Desde mi punto de vista, el estudio tendría que ser para el servicio, debería de nacer desde la vocación, el estudio te ayuda a crecer como persona, a descubrir unos valores, pienso que los de magisterio, tenemos la visión del estudio para el servicio innata. Pues nuestra labor en un futuro es para y por los niños.
Con respecto al estudio organizado o desorganizado, entra en juego las asignaturas, por lo menos por mi parte, aquella que es más interesante intento buscar más sobre ella, llevarla más al día y la que me parece menos interesante la dejo para los últimos días, incluso la semana antes del examen.
Es verdad que durante las distintas etapas te van transmitiendo una visión del estudio diferente, incluso también tiene mucho que ver el centro, pues yo estudie hasta la mitad de la ESO en las Salesianas y no me transmitían la misma visión que en un instituto, al igual que cuando estudié Comunicación Audiovisual que era todo competitivo, que cuando estudié el ciclo de sonido que era todo más aprender y conocer sin competición. Y supongo que ahora en la Universidad de nuevo y dada la carrera, la visión que me transmitan o mejor dicho que yo tenga sea más personal.
Después de leer este interesante post sobre los diferentes tipos de estudio podría hacer hincapié en mi propia identificación con todos y cada uno de los tipos de estudios mencionados anteriormente, a mi parecer, creo que todos los que llevamos una larga trayectoria de estudiante hemos pasado por cada estudio que se describe en el post, todo ha dependido del curso, los profesores y las asignaturas; he de decir, que las asignaturas han jugado un papel muy importante en el tipo de estudios que hemos llevado a cabo pues cada uno de nosotros, como todo ser humano se deja llevar por sus propios gustos, por lo cual, si una asignatura nos resulta más atractiva que otra desarrollaremos un tipo de estudio más enfocado a desarrollarnos como persona, crítico, organizado, etc. Siendo más concreta, en mi propia carrera como estudiante, puedo verme muy identificada con un tipo de estudio que ha ido de la “inversión al desarrollo como persona”, casi todo el mundo aparte de guiarse, como he nombrado anteriormente, por sus propios gustos, acaba encontrando su desarrollo personal, su propia vocación,al elegir un camino u otro (carrera universitaria), otros no tienen tanta suerte de haber encontrado su camino correcto y muy pocos tienen la valentía de abandonar el camino escogido por otro que de verdad permita desarrollar tus propios gustos y habilidades para así poder ser realmente feliz con lo que se hace aunque ello de lugar a inconvenientes como ganar menos dinero, tener más dificultades a la hora de encontrar trabajo, etc.
Después de haber leído el post y haber reflexionado sobre el tipo de enseñanza que se ha llevado a cabo a lo largo de mi vida podría resumirlo del siguiente modo.
En la etapa de educación infantil y primaria el estudio que se llevaba a cabo en mi centro y creo que en la mayor parte de los centros fue solidario e indiferente. Solidario podría llamarse de este modo ya que eran momentos en los que todos participábamos y nos ayudábamos los unos a los otros. No se me olvidará nunca esa imagen de mis compañeros y yo haciendo las tareas en clase cuando uno se levantaba a preguntarte cómo se realizaba la tarea y terminábamos haciéndola en común. E indiferente porque teníamos al maestro o maestra en un pequeño pedestal en el que éste era nuestro punto de referencia, qué quiero decir con esto, pues que creíamos todo lo que nos contaba sin ningún tipo de duda, en cambio hoy día ya tenemos madurez suficiente para ser críticos y buscar si lo que nos cuentan es cierto o no.
Después de esta epata llega aquella en la que todo es una competición, el “¡No te fijes!”: La ESO y Bachillerato. En esta etapa el estudio comienza a ser individual, agobiante, desde el éxito y para mí en todas las etapas un estudio organizado ya que si no es así me agobio mucho más.
¿Por qué esta etapa adquiere dichas características? Pues muy sencillo, simplemente porque tanto en el centro como en el ámbito familiar te obligan a que así sea. Las típicas palabras de tienes que sacar un 10 o tienes que ser el mejor para poder tener un futuro, se graban en la cabecita de los adolescentes. Esto conlleva el pensar continuamente en una nota agobiándonos.
Y para finalizar llega la etapa en la Universidad, etapa en la cual se entremezclan tanto el estudio desde el éxito como el estudio para el servicio, pero sin olvidar el estudio individual ya que se ven continuamente discusiones por llegar a ser el mejor.
El estudio desde el éxito y el estudio para el servicio se entremezclan porque todos estudiamos en cierto modo con vistas a conseguir nuestro trabajo para poder continuar nuestra vida, pero en éste ámbito de estudios (la educación) suele haber más estudiantes que estudian por vocación.
Al reflexionar sobre mis estudios, puedo decir que en las distintas etapas de mi vida como estudiante he vivido varios tipos de estudios.
Inicialmente, en infantil aprendíamos a través del juego algunos conocimientos y las relaciones con lo demás, pienso que es una de las etapas más importantes de las personas porque supone las raíces de la educación.
Al pasar a primaria, creo que tuve un estudio solidario, ya que siempre intentaba ayudar a mis compañeros en lo que pudiese, al igual que me gustaba que ellos lo hiciesen cuando yo le requería.
En la E.S.O tuve un estudio de desarrollo, el cual siguió en Bachillerato aunque hay ya tuve un estudio agobiante, ya que estudias para poder conseguir una nota y entrar en una carrera, lo importante era un examen final. Por lo cuál, el estudio de inversión un poco está presente, lo primero por la nota y también porque a todo el mundo le gusta que su familia este orgullosa de nuestras calificaciones.
Al entrar en la carrera he encontrado he seguido con el estudio de desarrollo, encontrándome con el de servicio y el de desarrollo, ya que trato de aprender tanto cuanto esté a mi alcance, ya que tal y como están las cosas no se sabe cuál va a ser nuestro futuro, esperando poder conseguir trabajar en lo que verdaderamente me gusta como son los pequeños y poder transmitir todo lo aprendido y lo que me queda por aprender. Pienso que también ha habido un estudio solidario, ya que si no lo hubiera en esta carrera con tantos trabajos no se qué sería de nosotros, pero creo que somos conscientes de ello e intentamos ayudarnos cuanto esté posible.
Por último, debo decir que siempre he sido muy organizada, me gusta tener los apuntes al día y limpios, muy bien organizados, ya que sino el agobio sería aún mayor y más en la carrera.
Todos en nuestra etapa escolar hemos pasado por distintos tipos de estudio, desde primaria intentamos aprender lo máximo ,no es muy agobiante por que todos los deberes los vas haciendo a diario y tus padres están siempre ahí controlándote, cuando iba a primaria el estudio era solidario, siempre quieres ayudar a algún compañero con alguna materia que no entendiese bien, alguna cuenta, algún problema, el estudio de inversión es también importante, ser buenos estudiantes para poder llevar buenas notas a casa y que tus padres estén contentos contigo.
En la etapa de la Eso es cuando comienza el estudio agobiante, cuando nos encontramos con cosas que nos pueden resultar complicadas, cuando tenemos que intentar aprobar todo, cuando se intenta estudiar de una manera que no sea de memoria para no olvidar todo nada más hacer el examen, en bachillerato seguimos con el estudio agobiante por que todo es mucho más complicado, elegimos la rama de bachillerato que queremos ya sea ciencias o letras, y es en la carrera cuando se da un estudio liberador, estudiamos lo que verdaderamente nos gusta, es todo más tranquilo, por lo menos para mí, todo relacionado con lo que queremos ser en el futuro y por tanto muy contentos con lo que estamos estudiando.
Tras haber leído el post sobre los tipos de estudio y pensar en cómo ha sido mi etapa de estudiante me he dado cuenta de que a medida que avanzaba en el colegio he pasado por diferentes estudios. Por ejemplo en la etapa de primaria mi estudio se centraba en un estudio solidario, en el que siempre estábamos pendiente de todos para ayudarnos los unos a los otros. En la etapa de la E.S.O y el Bachillerato el estudio pasó a ser un estudio agobiante y un poco de inversión ya que siempre te esforzabas por sacar las mejores notas. Y por lo último, en la universidad el estudio es liberador porque cada uno puede elegir lo que quiere hacer y ser en un futuro, y estudiando lo que te gusta te sientes satisfecho de lo que estas haciendo.
Desde mi punto de vista, creo que el tipo de estudio que uno tiene no es algo que es fijo durante toda la vida. No es lo mismo el estudio que se hace, por ejemplo, en primaria y en las primeras etapas del instituto, donde sin duda era un estudio indiferente y desorganizado, es decir, que lo que tenías que estudiar era lo que te obligaban, no elegido, y casi siempre, dos días antes del examen. Ya a medida que se entra en bachillerato, donde la capacidad de elección sobre algo que te gusta es mayor, el estudio va siendo más desarrollado. En la universidad, aun siendo aconsejados por profesores, familiares (y por nuestra propia conciencia) el estudio se vuelve agobiante e individual.
Quizá si se cambiara esa forma de actuar, organizándonos mejor día a día y no dejar todo para lo último, sintiendo esperanzas y no dándolo por perdido, ver que nos desarrollamos intelectualmente y no estudiar por imposición, veríamos como los resultados y expectativas cambian a mejor. Y sobre todo estudiar lo que te realice como persona.
Después de leer el texto, en mi caso puedo decir que tengo un estudio agobiante pero no porque lo deje todo para el último día al revés si lo dejase todo para última hora sería ya un agobio para mí extresante. Siempre me he agobiado con todo y aunque a veces me planteo si merece la pena es inevitable que no me agobie, es algo que creo que irá conmigo de por vida.
Por otro lado pienso que en la escuela nos”obliga” en cierto modo a ser del tipo servicio, puesto que desde pequeños siempre nos han metido en la cabeza, ya sean padres, profesores o cualquier persona ajena a la docencia que sin estudios no se va a ninguna parte, que si el día de mañana queremos ser alguien, deberemos estudiar a fondo y con ello lo que consiguen es la competitividad entre nosotros, cosa de la que no estoy de acuerdo porque en mi caso si alguna vez he sacado un 5 lo valoro mucho más que si sacase un 10 ya que sé, que mi esfuerzo ha merecido la pena y estoy satisfecha por lo que he llegado a conseguir y no guiarme por ese número que problablemente te acordarás de él durante unos días y luego se olvidará y sin emabargo para mí lo recordaré porque significó una superación que con esfuerzo y trabajo conseguí.
Y por último pienso que el estudio organizado dependerá de cada persona, cada uno dirá que sus apuntes están organizados porque después de tantos años estudiando cada uno tiene sus técnicas y su propio orden que para otros puede pensar que es desordenado pero es su forma y al que sea le ha ido bien y por ello no significa que sea desordenado, aquí me incluyo porque me han llegado a decir como puedes estudiar así si no se entiendes pero siempre digo lo mismo para mí es mi orden y a la hora de estudiar y comprender soy yo la que lo entiendo y con lo que hasta ahora me ha ido bastante bien.
Desde mi punto de vista, el tipo de estudio que vamos realizando a lo largo de nuestra vida va cambiando a medida que nos hacemos mayores.
Cuando somos pequeños, el estudio es más solidario y centrado en el desarrollo personal del estudiante. Este tipo de estudio permanece hasta finalizar la etapa de primaria más o menos, a partir de ahí comienza el agobio y el estrés con los exámenes y las notas.
Este tipo de estudio se vuelve en el centro del estudio durante la época de bachillerato, donde lo único que importa son los plazos para los exámenes y sacar nota suficiente en selectividad para poder estudiar lo que quieras.
A partir de este momento de la selectividad, y con la entrada en la universidad, el estudio vuelve a tomar una forma distinta, en mi caso dedicado a formarme como docente para poder desarrollar un buen trabajo en el futuro, sin centrarnos exclusivamente en las buenas notas.
A mi la verdad es que estudiar no me gusta para que nos vamos a engañar, quizás eso mezclado con la “edad del pavo” me costo más de un disgusto en mi etapa de Secundaria y “gracias” a ello aprendí de los errores y cambie esa dinámica negativa que tenia y me propuse a mejorarla gracias a la ayuda de mis padres y saber que todos tenemos un objetivo en la vida y tenemos que luchar por ella ( en el ámbito del estudio).
Por eso, decidí centrarme y conseguí madurar y aproveche más el tiempo. La verdad es que no me arrepiento y he sabido ir por el buen camino. Me siento muy orgulloso de lo que tengo hasta día de hoy.
Ahora valoro más las cosas y ya tengo muy claro cuales son mis metas. Yo siempre he querido ser Maestro y espero conseguirlo algún dia…
Tengo que reconocer que me identifico un poquito con todas las formas des estudio a lo largo de mi vida.
En la etapa de Primaria, era buena estudiante, con todos muy organizado y al día. Según avanzaban los curso y nos plantamos en la ESO, esa etapa a la que nadie le apetece estudiar… y para colmo yo estaba en un internado, recuerdo que las monjas me decían, que estudiar no estudiaba, pero hay que ver que bien se me daba ayudar y ofrecerme voluntaria para cualquier cosa.
Tanto no estudio pero si al servicio de los demás, pasó factura… cosa que me ayudó a conseguir estar aquí, hoy y ahora escribiendo esta reflexión.
Actualmente, estudiante de magisterio infantil, quien me lo iba a decir a mí hace 7 años cuando estaba en la etapa de la ESO. Sin embargo, tengo que reconocer que mi estudio es esperanzado, como el de la mayoría de las personas, organizado, y totalmente liberador. Eso de los agobios por desgracia o por fortuna, nunca me ha tocado.
Despúes de haber leido el post, tengo que reconocer que a lo largo de mi vida estudiantil he pasado por distintos estilos de estudios, normalmente he sido una chica organizada que he llevado mis cosas al dia tanto cuando estaba en el instituto como ahora en la universidad, pero en algunas veces cuando no te gusta alguna asignatura, que estudias y estudias y que no eres capaz de aprobar pues si he llevado a cabo un estudio agobiante o en épocas de exámenes cuando piensas que no te va a dar tiempo, que no te lo sabes del todo bien…está claro que todos tratamos de aprobar nuestras asignaturas con el menor esfuerzo físico en el menor tiempo posible, pero en mi caso elegi mi carrera porque me gustaba, porque lo veia práctico para el dia dia, no con la intención de colocarme cuanto antes, con tener un gran puesto de trabajo o tener un gran sueldo, sino tratando de aprender lo maximo posible y que me sirviera para el dia de mañana.
Una vez leída la entrada sobre los distintos tipos de estudios, tengo que decir que he vivido 4 tipos en mi vida, sin contar la etapa infantil que es en la que más he aprendido sin haber estudiado.
-En Primaria donde era un estudio más solidario, sin darte cuenta ni de lo que te enseñaban ni de lo que aprendías.
– En la ESO, era más un estudio “por salir del paso” con asignaturas que no sabías por donde cogerlas y estudiaba para aprobar y obtener el graduado, sinceramente.
-Bachillerato fue la etapa más agobiante y en la más competencia he visto, 1º lo saqué sin problemas pero 2º me costó un poquito más y no fue por mi mal organización, sino porque se me “atragantó” una asignatura y para mi fue el curso más duro.
Selectividad me pareció luego un mero trámite.
-Y por último el estudio en la Universidad, en el que me formo y estudio lo que quiero, en lo que de verdad me apasiona, los niños.
En conclusión creo que lo más lógico a la hora de estudiar cualquier etapa es la organización y la constancia y estas dos virtudes afortunadamente yo las tengo y es lo que me ha ayudado a estar donde estoy.
Es una pena pensar en muchos de estos tipos de estudios, pero es la realidad. Hoy no se estudia para aprender o saber de algo,sino que se estudia para aprobar y tener un papel en el que diga que hemos aprobado. Solemos esperar a la época de los exámenes y en varias semanas aprendernos todo. Este método a demás de ser agobiante no nos sirve de mucho, porque aunque aprobemos no hemos aprendido nada.
Yo no soy de los que estudia diariamente, pero me gusta pasar mis apuntes a limpio, leérmelos y ver si tengo dudas de las cosas. Cuando llegan los exámenes me pongo en modo estudio, pero como le he dedicado tiempo a pasar los apuntes y leérmelos para ver que no entiendo y solucionarlo no me cuesta tanto estudiarlo.
Pero algo de lo que me he dado cuenta que he perdido mucho tiempo en ciertas cosas sin importancia en vez de estudiar. Tiempo que no se puede recuperar.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” (Benjamín Franklin)
Al haber leído los diferentes tipos de estudios he podido verme reflejado en muchos de ellos a lo largo de mi vida estudiantil y además he podido comprobar cómo ha ido cambiando con los años.
En Primaria fue un estudio solidario, en el que tratabas de ayudar a los demás en aquellas materias que presentaban dificultades y viceversa, no importaban mucho los resultados, sino más bien adquirir unos valores como respeto, solidaridad, generosidad… que nos ayuden para posteriormente desenvolvernos en la vida. Sin embargo en el instituto ya empieza haber más competitividad, los profesores se preocupan más por los resultados y constantemente te presionan diciéndote que saques la mejor nota posible para en un futuro poder realizar lo que deseas.
En Bachillerato, más bien se presentó un estudio agobiante, las materias muy extensas en poco tiempo, además de los trabajos a realizar. Por otra parte, la PAU era un tema que estaba muy presente en estos dos años de etapas, por lo tanto era un agobio puesto que intentas sacar el mejor expediente académico posible para poder acceder a aquella carrera que quieras.
En la universidad el estudio más bien es personal, algo qué decides tú mismo porque ya tienes cierta madurez, es vocación, decir que mi ilusión desde pequeña era ser profesora, por lo tanto espero en un futuro poder impartir clases y formar a personas.
Una vez que he leído el texto escrito sobre los diferentes tipos de estudio, he intentado reflexionar y explicar por escrito el estudio diferenciado en el ámbito escolar.
En la escuela durante los años de Educación Primaria, mi estudio podría considerarse más solidario y con el objetivo desde el centro educativo de formar a la persona, centrado en el desarrrollo integral de la persona.
Quizás la etapa de Educación Secundaria la calificaría como de estudio agobiante, ya que en ese momento empezaban los agobios y la falta de tiempo, además de ser un estudio en el que en algunos momentos creía que debía estudiar aunque dudando en algunas ocasiones de la importancia de esos contenidos.
La etapa de Bachillerato supuso un cambio muy importante para mí:podría definirla como agobiante y desorganizada,puesto que además de no encontrara tiempo para atender a todo, durante esos dos años sentía que no iba a conseguir aprobar aunque todo acabó bien.
Por último, estos cuatro años de Grado los califo como estudio de desarrollo,liberador, para el desarrollo y organizado. Cada uno de estos aspectos que se dan en esta última etapa de estudio, no formaban parte de ninguno de las etapas anteriores porque ahora verdaderamente estudio lo que quiero ejercer profesionalmente, puedo organizar el trabajo y el estudio a corto y largo plazo con menos estrés, y además de formarme para el futuro recibo valores que conribuyen también a mi formación como persona. Es en esta etapa donde me encuentro más realizada ya que desde pequeña he tenido una gran vocación hacia los niños y me encantaría dedicarme a ello.
Mi infancia en el colegio, y la primaria, la recuerdo con ganas, estuve en la Compañía de María, y a través de todo aprendías. Considero que era un estudio solidario, vivíamos todo para los demás, por los demás… También era cooperativo, realizábamos actividades, como el día de la Paz, donde ese día todos los alumnos parábamos las clases, nos íbamos al patio y allí entre todos formábamos una gran paloma vista desde el aire. Los más pequeños sostenían globos blancos y algunos más mayores, echaban a volar las palomas… ese día como muchos otros me encantaban.
En la ESO me cambié de colegio, y algo agobiante era por los estudios, porque aún no piensas en el futuro y ves que estudiar es algo aburrido. Pero siempre recuerdo el día que 2 compañeras mías, muy listas, hicieron “picarme” por estudiar. Creí que de alguna forma, si no estudiaba como ellas, si no sacaba tan buenas notas o no mostraba tanto interés como ellas, de alguna forma dejarían de ser mis amigas, y gracias a ello, empecé a ver más sentidos a las cosas, a sacar altas notas en los estudiar desde un punto diferente al que lo hacía al principio. Cuando pasaron los años se lo comenté a las 2, puesto que seguimos siendo amigas, (“qué tontería dejar de ser amigas por eso”, me dijeron) y nos reímos por esa ayuda que indirectamente me dieron. (Paso de un estudio desorganizado a un estudio organizado).
Considero que el estilo universitario, ha sido en cierta manera, colaborativo, cooperativo, me ha gustado aprovechar las horas libres para hacer otras cosas: en 1º de carrera, nos dieron la posibilidad de ir a un colegio de forma voluntaria, y después de acabar ese periodo, continué bastante tiempo por gusto. Y así durante toda la carrera hasta ahora, que me encanta APNABA. Estoy de voluntaria allí, y cada día estoy más ilusionada, con más ganas de llegar allí, de ver a mis niños, de aprender. Porque para mi punto de ver, esas personas me lo agradecerán o no por yo estar allí, pero para mí es más que un simple “gracias”, para mi es ver las sonrisas de cada uno, el aprender de ellos… eso es lo que me llena, y lo que quiero sentir en mi vida, más que la “palmadita en la espalda”. (Estudio para el servicio).
Y he de decir, que algo desesperanzado es por el tema del futuro, del no tener trabajo al acabar…pero yo estudié infantil porque me gustaba la idea de ayudar (estudio solidario) y enseñar a los niños, de ser una persona importante en sus desarrollo, y sé que de alguna forma, podré conseguir pronto ser esa ayuda y pilar en sus vidas (estudio esperanzado).
A medida que leía el post iba pensando que casi todos los tipos de estudio mencionados los he experimentado a lo largo de mi trayectoria como estudiante. Es muy difícil que se mantenga una forma de estudio constante durante mucho tiempo, algo cambia porque nosotros como personas vamos siendo más maduros y objetivos con lo que estamos haciendo.
En mi caso, en la etapa de Educación Primaria empleaba un estudio solidario, ya que muchas veces no me enteraba de las cosas y necesitaba de la ayuda de mis compañeros y viceversa. En algunas ocasiones hemos llegado a quedar en casa de alguno/a para estudiar algún examen o hacer algún ejercicio que se nos estancaba. Al ser “pequeños” lo que nos gustaba era sacar la mejor nota para que no nos quitasen la paga, nos dejaran sin ir a casa de algún/a amigo/a o sin algo que nos gustase. EStudiabas por estudiar, comprendías lo que te explicaban pero no lo aprendías muchas veces.
El paso a la Educación Secundaria para mí no fue fácil, todo era distinto y me daba la sensación de que no iba a ser capaz de estudiar aquellas materias. Al principio mi estudio era desorganizado por ese motivo, porque me costó centrarme en la dinámica y en las asignaturas. Pero a medida que pasaban los años pasó a ser organizado, todo lo llevaba al día y me costaba menos esfuerzo estudiar. Aún seguía con la idea de sacar buenas notas, sobre todo en segundo que estuve en un curso de repetidores y como nadie hacia mucho me centré en los estudios y ello me ha acompañado despúes.
Bachillerato ha sido la etapa más dura, mucha materia, en poco tiempo y procurando sacar buenas notas para conseguir entrar en la carrera universitaria que quisiéramos cada uno. El estudio tenía que estar organizado porque sino era difícil llevar las cosas al día y, aunque estuvieras agobiado porque los exámenes estaban siempre próximos o tenías mucho que hacer, nos formábamos como personas ya que adquiríamos algo tan importante como es la cultura. Te formaban para que adquirieses los aspectos más básicos que se deben conocer, y ello a nivel personal te ayuda a crecer. Obviamente era un estudio desde el éxito, en ocasiones nos ayudábamos entre nosotros para hacer más ameno el estudio, pero pensabas en sacar la mejor nota posible, no por competencia hacia los demás sino para no tener problemas con la nota de corte al entrar en alfguna carrera. También fue muy agobiante, la tarde que tuvieses libre sin mucho que hacer era rara, todo el tiempo estabas estudiando o preparando ejercicios prácticos, el tiempo es oro en esa época y la concentración también. Llegas a un punto de trabajo que cuando terminas la selectividad sientes que aún te queda algo por estudiar, esa presión y angustia dura unos días despúes. Son dos años difíciles pero se pueden sacar con esfuerzo.
En la universidad todo cambia las dinámicas de clase, el estudio, los horarios,… De todos los tipos de estudio mencionados en el post creo que los que más lo definen son: estudio como desarrollo, tanto académico como personal, adquieres una personalidad conforme vas estudiando y aprendiendo; a veces solidario y otras individual, solidario cuando hay que hacer trabajos o cuando quedas con compañeros/as para estudiar o trabjar alguna asignatura pero al mismo tiempo individual porque tienes que aprender cosas y necesitas estar solo para concentrarte y evitar distracciones; liberador porque vas formándote como persona objetivamente pero en algunos momentos agobiante, sobretodo cuando se acercan los exámenes; esperanzado pese a que la situación actual sea difícil y las posibilidades de trabajo sean muy bajas, pero cuando algo te gusta de verdad luchas para conseguir tu objetivo aunque haya personas ne tu alrededor que no te apoyen o no entiendan lo que piensas; para el servicio, ello lo he podido comprobar en las prácticas, creo que es algo de lo que no eres consciente hasta que no lo experimentas. Muchos somos los que decimos al entrar en la carrera, valgo para esto, es mi vocación, pero es algo que no sabes porque no lo has experimentado aún. Cuando estás en la clase y te ves desenvuelta, eres feliz, tienes ganas de estar con los niños y demás profesores, en casa buscas cosas amenas para enseñarles, no tienes vergüenza de hacer el ridículo, estás animado y te motiva cada día para disfrutar con lo que haces, para mí eso es tener vocación.
Tras leer el post, puedo comentar desde una mejor perspectiva que en primaria en un principio iba con ilusión al colegio, ponía interés en la materia, pero con tan mala suerte de encontrarme en mi camino con una mala profesora que estaba allí para cobrar un sueldo, no tenia vocación ninguna y al ver que no se les llamaba la atención a los compañeros que no trabajaban pensé que porque tenia que trabajar yo, y desde aquel momento perdí casi todo mi interés por la escuela. Por otra parte y referente al estudio individualizado esta fue la principal causa de que mi curso se quedase retrasado con respecto a los demás.
El periodo de bachiller fue algo agobiante no solo por la presión de estudiar sino porque tampoco comprendías muy bien el porque tenias que estudiar algunas asignaturas. Al fin y al cabo era lo estipulado y se convertían en un obstáculo que pasar para favorecer nuestra salida profesional aunque aun no supieras que estudiar después.
Por ultimo mencionar que en la carrera se dan varios estudios: agobiante (por la falta de tiempo) y desorganizativo.
En conclusión decir que por suerte o por desgracia he pasado por casi todos los tipos de estudio.
Tras leer los diferentes tipos de estudio y hacer una comparación con mi experiencia personal frente a los mismos, puedo decir, en primer lugar, que pese a las dificultades actuales y la valoración social sobre la docencia, decidí dedicarme a ella por vocación ya que verdaderamente disfruto dedicándome por y para los niños.
A lo largo de mi vida no he destacado precisamente por mis dotes frente a los estudios, he sido una estudiante “normal” y, pese a las dificultades, no me he rendido jamás y he conseguido llegar a lo que me he propuesto.
Estudio porque “hay que hacer algo”, pero estudio lo que realmente me gusta, aunque probablemente no pueda dedicarme a ello.
He conocido a muchos profesores/as y he tenido muchos compañeros/as, pero sólo he aprendido de aquellos que han sido cercanos y han sabido expresar y comunicar sus conocimientos.
Los grandes maestros son aquellos que te hacen aprender sin necesidad de mirar un libro, y los grandes compañeros aquellos que te ayudan y te apoyan hasta el final.
Para terminar, decir que he aprendido de todos los tipos de estudio que he vivido, para bien o para mal.
Siempre he sido una persona bastante responsable, yo creo que a veces demasiado, para el tema de los estudios.
En mi etapa de Infantil, recuerdo todo como un juego y hoy en día me doy cuenta que en estos años es donde he sembrado muchos de los conceptos y personalidad que tengo hoy en día.
En mi etapa de Primaria y Secundaria, se ha dado diferentes tipos de estudio: para el servicio, ya que en el colegio (“Sagrado Corazón de Jesús de Olivenza), siempre día a día, nos han enseñado las bases de la solidaridad, igualdad, promoción de la persona….con diversas actividades fuera del horario escolar, pero sobre todo podría definir este período de tiempo en un estudio esperanzado, ya que desde muy pequeña siempre he querido ser docente, con lo cual fue un constante esfuerzo y lleno de muchas recompensas para poder pasar al nivel superior: Bachillerato.
La etapa de Bachillerato para mí ha sido la peor de todas, he pasado por un estudio agobiante y por primera vez desorganizado. Pienso que no se debía a la dificultad ni a los docentes, simplemente era mi persona que no podía sobrellevar esos estudios. Pensaba quitarme de aquella situación, pero hoy le doy gracias miles de veces a la persona que me apoyo en todo momento y que sufrió conmigo mi bloqueo ante mis estudios: MIS PADRES Y HERMANAS.
Me costó pero al final aquí estoy en Educación Infantil, mi gran carrera, de gran vocación y sobre todo optimismo y recompensa. Ahora sé que no es una simple carrera, sino que te crea como persona,pero sobre todo estar rodeada de los pequeños te hace feliz.
Al leer el post me he identificado con algunos tipos de estudio que han estado presente en mi experiencia personal.
Hasta segundo de Bachillerato el estudiar para mí ha sido una obligación para conseguir llegar hasta donde estoy y me suponía un agobio ya que no disfrutaba con lo que estudiaba.
Actualmente identifico mi estudio como desarrollo, siendo realista no creo que pueda llegar a ejercer esta profesión por lo que disfruto estudiando, sobre todo porque sigo creciendo como persona y porque a nivel de conocimientos estoy aprendiendo mucho.
No siempre hago un estudio crítico, pero si que muchas veces no estoy de acuerdo con algunas teorías, por ejemplo o con las opiniones de los profesores, pero no lo contrasto con otras fuentes, por lo que en la mayoría de los casos mi estudio es indiferente.
Aunque como he dicho anteriormente me gusta lo que estudio y es una de mis prioridades, en ocasiones me agobio por no tener tiempo para otro tipo de actividades que necesito o debo hacer, por lo que lo calificaría como estudio agobiante y no liberador.
Cada día que pasa valoro más el poder tener la posibilidad de estudiar y sobre todo tener una formación a nivel personal y profesional, porque estoy viendo gente de mi alrededor que no tiene la posibilidad de estudiar por lo que es un estudio esperanzador.
Después de leer el post y reflexionar sobre mis estudios, puedo decir que me siento identificada en algunos de ellos:
– Estudio agobiante: recuerdo que fue en la E.S.O. y en bachillerato, ya que al tener que estudiar tantos contenidos en tan poco tiempo me agobiaba mucho, y tenía que sacar nota, sobre todo en bachillerato, para después no tener poblemas a la hora de elegir la carrera.
– Estudio como inversión y para el servicio: este tipo de estudio se ha dado durante el tiempo de la carrera, ya que me estoy formando para que en un futuro los más pequeños puedan disfrutar aprendiendo y puedan formarse como personas.
– Estudio organizado: este ha estado presente siempre, y sobre todo en la facultad. Me gusta tener los apuntes limpios, ordenados…, y es por eso por lo que siempre que cojo apuntes en clase, los voy pasando a limpio en casa día a día, para que no se me acumule el trabajo y después no me agobie.
El análisis de mi estudio ha pasado por muchas etapas, todas de ellas cambiantes e influenciadas por miles de causas.
Siendo sincero, en los primeros años de carrera mi estudio siempre fue dirigido, como bien dice el post, en un estudio desde el EXITO, destinado a sortear obstáculos, lo único importante era aprobar, da igual si aprendías mucho, poco o nada sobre una asignatura, el caso era el aprobado.
Con el paso del tiempo y la madurez te vas dando cuenta de lo inútil que es esto, y que este estudio solo conlleva a realizar un estudio como inversión, un estudio indiferente, agobiante, desorganizado.
Tras los años, todo cambia, empiezas a cursar materias que te gustan, que son participativas (no un mero tocho de estudiar y listo) y que te dejan cierta libertad para elegirlas, y vas aprendiendo y realizando un estudio completamente opuesto, mas organizado, esperanzado, liberador, critico, como desarrollo.
Pienso que este cambio te lo da la experiencia y las ganas con las que afrontes las materias a estudiar, y que solo tras haber estudiado mucho mucho puedes llegar a alcanzarlo.
La sociedad nos impulsa a tener un tipo de estudio competitivo, agobiante, es triste pero la realidad es así y más en los tiempos que vivimos.
Mi etapa de ESO y Bachillerato la recuerdo con mucho agobio, sobre todo Bachillerato.
Con el paso del tiempo cuando vas adquiriendo cierta madurez vas convirtiendo tu estudio en algo más personal y más cuando estudias algo que realmente te gusta y tienes vocación.
Siempre intento llevar los trabajos y apuntes al día, dejarlo para el último momento me supone mucho estrés.
¡Por supuesto que mi estudio es esperanzador!, es mi último año de carrera y aunque ahora mismo la situación no es la más favorable intento ser optimista y luchar por ello.
¡Buenas noches!, después de leer y reflexionar sobre el estudio a lo largo de mi vida, me he dado cuenta que ha sido un estudio para el desarrollo, he querido ser siempre una persona critica y con criterio, por lo tanto he estudiado siendo critica y de eso estoy segura, cada cuestión, cada tema que me proponian o me proponen, yo la cuestionaba o lo cuestiono, eso me lo enseño un gran profesor en el instituto, un gran profesor que me enseño muchas cosas. Ese estudio critico ahora lo llevo a mi vida cotidiana e intento razona y comprender cada cosa, cada movimiento …
Por otro lado creó que hago un estudio al servicio. Siempre me ha gustado ser útil, desde pequeña en casa, en el colegio,… tenemos manos y pensamientos pongamolos al servicio de los demás, de manera que pueda servirle a la sociedad y de esta manera sentirme bien, satifecha con mi trabajo, si puedo ayudar alguien mejor que quedarme en casa de brazos cruzado.
Como diría mi madre, la esperanza es lo último que se pierde, soy una persona positiva y considero que también tengo suerte, aunque eso es algo relativo. Pero quiero pensar que voy a tener suerte y que si Dios quiere acabare trabajando de donde nunca he querido salir, de la “infancia”, solo quien vive y siente como un niño, puede entender un niño.
Y por último, siempre he llevado un estudio organizado, el desorden me extresa mucho y soy muy metódica en mi vida en general, no solo con los estudios, sino con todas mis cosas, la limpieza, el orden y la organizacion estan en mi vida permanetemente,
Después de leer los diferentes tipos de estudios, he intentado reflexionar y ver con cuáles me identifico.
En primer lugar, pienso que el estudio es una forma de invertir para formarnos profesionalmente y como personas, y que nos ayudará a buscar un puesto de trabajo.
También he de decir que en algunos casos me identifico con el estudio agobiante, aunque me ha servido para darme cuenta de que es un error, y en la medida de lo posible hay que evitarlo siempre, porque no conlleva ningún tipo de formación.
Me parece muy importante la distinción del estudio esperanzado frente al desesperanzado, porque dejada nos vale estar estudiando si pensamos que no nos va a ser útil. Me identifico con el estudio esperanzado desde que empecé los estudios universitarios, porque sé que me estoy formando como persona y para una profesión que en un futuro me ayudará a desempeñar una función en la sociedad. Sin embargo, mis estudios cursados anteriormente a estos sí que puedo afirmar que algunos han sido desesperanzados, porque estudiaba materias que no me gustaban y no les encontraba utilidad alguna.
Además, mis estudios van enfocados paren servicio, pues me engrandece saber que gracias a mi labor y función en la sociedad voy a ayudar a otras personas en su desarrollo al igual que lo he hecho yo, lo que va a hacer posible que la sociedad continúe.
Y por último, destacar que para conseguir un estudio correcto y satisfactorio, es necesario que sea organizado y se lleve día a día, pues únicamente así podemos conseguir aprendizajes significativos, que nos ayuden a formarnos también como personas. Así, yo también me siento identificada con este tipo de estudio, ya que el desorganizado me genera mucho estrés y me impide llevar a cabo mis estudios de forma exitosa.
Bueno, como empezar, no he sido buena estudiante en la primera parte de mio vida como estudiante, no me era necesario estudiar mucho puesto que tenía capacidad de retención, pero claro al cabo de los años esto no era válido y tuve que coger una rutina de estudio para seguir avanzando.
Tengo que decir, que cuando yo estudiaba no tenía nada que ver como se estudia ahora, antes te exigían más y tú también dabas más.
Mi vida y futuro no estaba dirigido hacia esta carrera, ha sido cosa del destino, tengo que decir a mi favor que me ha gustado pero que quizás yo no me dedique a esto. Yo me he preparado toda mi vida hacia la sanidad, un mundo fascinante que me encanta, como he dicho antes elegí esta carrera como segunda opción pero mi sueño, si se puede decir así es la enfermería.
Mi forma de estudiar es organizada, eso sí también depende del tiempo que tenga y como lo tenga, mi vida no es tan sencilla como la de mis compañeros y yo tengo muchas más responsabilidades que también dependen de mí.
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Mi estudio siempre se ha centrado en el servicio a los demás. Desde pequeña me transmitieron unos valores y siempre se centraron en ayudar a los que me rodean. Por esta razón y sobre todo por vocación, elegí la carrera de magisterio, aunque no está valorada por la sociedad. Es imprescindible transmitir desde edades muy tempranas una serie de valores para formar en un futuro una sociedad solidaria, educar a los niños y niñas diciéndole que no es mejor persona el que más nota académica tiene, sino el que comparte su sabiduría o inteligencia con el resto de compañeros.
A mí me gusta mucho trabajar en grupo en educación infantil ya que de esta forma le estás inculcando la cooperación entre ellos. Por último, señalar que el estudio se debe realizar siempre desde la ilusión y la esperanza.
¿QUE TIPO DE ESTUDIO SE HA DADO EN MI VIDA?
Hasta llegar a la ESO, lo único que me importaba era aprobar para que mis padres estuvieran contentos. No me planteaba en ningún momento mi futuro y que era lo que quería ser. Mi estudio era indiferente y en cierto modo una carga. Además nunca me organizaba, siempre lo dejaba todo para última hora. Dedicaba el tiempo justo para aprobar.
Quería aprobar la ESO e irme a estudiar fuera del pueblo, un Ciclo formativo, el que fuera, me daba igual, el caso era irme.
Cuando se lo planteé a mis padres no les hizo ninguna gracia y por supuesto no me dejaron. Me dijeron que hasta que no acabase bachillerato no me iría a ninguna parte. En ese momento me enfadé mucho con ellos pero hoy les tengo que agradecer enormemente que no me dejaran ir.
A partir de ese momento, cuando se me pasó el enfado, empecé a ver las cosas de otro modo. Comencé a plantearme que es lo que quería hacer con mi vida. Empecé a pensar en lo que más me gusta y lo que más me llena como persona, que es ayudar a quien más lo necesita. Entonces empecé a plantearme varias opciones. ¿Qué estudio?: Educación Social, Educación Especial, Terapeuta Ocupacional… al final me decidí por Educación Especial. La discapacidad siempre me había llamado la atención. Conocía personas de mi entorno que tienen diferentes discapacidades y me resultaba curioso y muy interesante. Debo decir, sin duda, que fue un punto de inflexión en mi vida. Descubrí cuál era mi vocación.
Aunque el estudio en bachillerato fue un poco agobiante, estaba entusiasmada por terminar y empezar la carrera que me llevaría a hacer lo que más me gusta y más me satisface como persona. Mientras estudiaba bachiller, decidí ocupar mi tiempo libre en hacer voluntariado en APROSUBA. Quería realmente ver si estaba preparada para trabajar con este colectivo. Fueron dos años que nunca olvidaré porque aprendí mucho y me hizo plantearme y valorar muchas cosas. Es lo mejor que había hecho hasta el momento.
Cuando empecé la carrera, estaba muy ilusionada. El estudio a partir de ahora se convirtió en un estudio organizado, con inquietudes por aprender y empaparme de todo. Ahora es cuando realmente empiezo a estudiar lo que quiero y me encanta.
Quería seguir alternando mis estudios con el voluntariado y decidí hacerlo en ASPACEBA, una asociación que conocí a través de una amiga. El estar ahí como me voluntaria, el saber que estoy ayudando y que mi ayuda sirve para algo, me llena muchísimo.
Cuando estaba terminando la carrera me ofrecieron trabajar allí. No me lo pensé ni un momento. Hoy sigo trabajando en esta Asociación. Llevo 4 años y debo decir que han sido los mejores de mi vida. He conocido gente maravillosa, mis compañeras, que son como mi familia. Recibo apoyo de ellas y están siempre cuando las necesito. Nos juntamos dentro y fuera del trabajo y he aprendido mucho de cada una de ellas. Somos un gran equipo. Y lo más importante han sido las personas que ayudo y cuido. Cada día trabajando con ellos ha sido para mí una recompensa y un regalo. Me ha ayudado mucho a conocerme mejor a mí misma.
Hoy mi estudio es un estudio liberador que me ayuda a formarme como persona donde puedo servir más y mejor a los otros, para poder trabajar por la libertad, la promoción de la persona, la igualdad y la solidaridad.
¡Me encanta ayudar a los demás y eso me hace sentir feliz!
Después de haber leído todo el post, tengo que decir que en mi etapa de estudiante he vivido un poco de cada uno.
En mis primeros años de estudio, en primaria, lo hacía porque había que hacerlo y sin conciencia de lo que estaba haciendo pero también fueron los años donde más se dio el estudio solitario. Cuando comenzó la E.S.O. empecé a tener más conocimiento de lo que hacía y me di cuenta de que había que hacerlo para poder seguir estudiando en un futuro. Puedo decir que aquí llegó el estudio agobiante, este como tal, llegó en 4º E.S.O. donde las exigencias eran mayores y se requería de mas horas de estudio para poder aprobar las asignaturas. Mi agobio mayor empezó en bachillerato, pero a la vez donde más me desilusione ya que íbamos creciendo y cada vez apetecía menos estudiar, me interesaban mas otras cosas como; salir, estar con los amigos… que estudiar, tengo que decir que 2º de bachillerato fue un año difícil para mí ya que ese año me dedique a no hacer nada y tuve que repetir, pero esto a la vez, me ayudó ya que me di cuenta que lo que quería era estudiar y gracias a ello estoy en esta carrera.
Por último, decir que en la carrera el tipo de estudio que más he vivido ha sido el agobiante, ya que muchas veces nos vemos con falta de tiempo para realizar los trabajos y estudiar, también decir que el desorganizativo también ha estado presente en varias épocas de la carrera ya que lo dejo, muchas veces, todo para el final y siempre me “pilla el toro” y gracias a este se desencadena mucho mas el agobiante.
Para finalizar, decir que para bien o para mal he experimentado casi todos los tipos de estudio.
Durante los 19 años y pico que llevo estudiando he pasado por varias etapas.
– Cuando estaba en primaria iba a clase porque mis padres me llevaban, hacía los deberes organizada por mi madre y todo lo hacía dejándome llevar por lo que me decían que hiciese.
– En el instituto comencé a darme cuenta que era yo la que tenía que organizarme y comencé a darme cuenta que quería formarme como persona, tanto a nivel académico, como personal, ya que creo que es muy importante tener recursos sociales porque somos seres sociales que necesitamos sentir y relacionarnos. He de decir que durante esta etapa estudiaba con perspectivas de futuro y con poca motivación, ya que no me gustaba casi ninguna asignatura del bachillerato, pero estudiaba buscando una meta.
– Ahora me encuentro en cuarto de carrera, estudio con motivación porque me gusta lo que hago. He superado retos que jamás se me hubieran pasado por la cabeza. He de añadir que a día de hoy se que no quiero ser una maestra que solo transmita conocimientos teóricos.
Este post me ha ayudado a recordar cosas por ejemplo:
En infantil y primaria te gusta todo lo que te enseñan, porque todo es novedoso.
Cuando llegas a la ESO estudias para conseguir el graduado escolar y hay gente que se queda sólo con eso. A partir de bachillerato todo se vuelve un estudio más agobiante y abaricioso. lo que buscas no es aprender sino sacar tu mejor nota para la carrera que quieres.
Una vez que estás en la carrera, el estudio que elijo es el de la motivación.Año tras año he ido superando cosas gracias a esa motivación.
Tras haber leído detenidamente la entrada del Blog puedo decir que mi estudio gira alrededor de dos tipologías: agobiante, pero también para el servicio.
En primer lugar considero que he llevado a cabo a lo largo de mi etapa universitaria un estudio agobiante porque suelo dejar para la semana antes del examen estudiar las asignaturas de las que voy a ser examinada, llegando a preocuparme en la mayoría de los casos el momento “examen” más que interiorizar verdaderamente los contenidos. Creo que ésto nos pasa a la mayoría de los estudiantes porque, al disfrutar de poco tiempo libre al margen de las clases y la elaboración de trabajos anexos a la universidad, cuando lo poseemos lo empleamos en despejarnos a nuestra manera, sin tener en cuenta la cercanía del periodo de exámenes.
Y en segundo y último lugar añadir que pienso que mi estudio está enfocado para el servicio, ya que desde mi infancia he tenido en mente ser educadora, existiendo en mí una vocación hacia esta disciplina, motivándome el hecho de que, estar bien formada significa saber como actuar ante determinadas situaciones muy importantes como son la prevención, detección y compensación de las dificultades y problemas educativos de nuestro alumnado.
Un saludo.
Una vez leído este blog, me pregunto:
¿Qué tipo de estudio se me ha ido incentivando en el contexto “escuela”?
Mi etapa escolar (primaria), comenzó con un tipo de estudio centrado en la solidaridad, en la participación como ser social, donde el trabajo es más colaborativo, todo ello centrado en un estudio con carácter religioso, con sentido religioso.
A medida que iba creciendo como persona, mi estudio se iba afianzando y volviéndose más complejo, fue en secundaria cuando mi estudio se volvió más exigente, donde tenía que aprender por mí misma a afrontar los problemas que me depara la vida, para conseguir mis objetivos previstos.
Por otro lado, quiero mencionar el estudio organizado, tal que siempre ha estado presente en mí. Siempre he organizo mi tiempo, planificando en una hoja de papel las tareas que tengo que hacer.
Al llegar a la universidad, mi estudio se vuelve más personal y liberador, estudio lo que de verdad me gusta para poder ejercer de ello el día de mañana, y al mismo tiempo, transmitir a mis alumnos todos estos valores aprendidos en mi etapa evolutiva.
Un saludo
Tras leer el post anterior, he podido reflexionar sobre los diferentes estudios que he tenido a lo largo de mi vida, pasando desde Educación Infantil hasta llegar a los estudios actuales.
En primer lugar, recuerdo vagamente como durante la etapa de la Educación Infantil aprendíamos los primeros conceptos, las primeras palabras y números de manera lúdica y divertida, sin ningún tipo de agobio y cooperando con nuestros compañeros.
Al llegar a la Educación Primaria, algunos maestros fomentaban un estudio solidario, haciendo distintas actividades en grupos heterogéneos, a través de las cuales intercambiábamos ideas y conocimientos, evitando que ningún compañero se quedara atrás. En cambio otros maestros con un estilo de enseñanza más autoritario, como el de matemáticas, fomentaban un estudio individualista, en el cual cada niño/a realizaba sus tareas con el fin de obtener la mejor nota, si estas tareas no las hacíamos correctamente, nos castigaba una hora al final del día donde seguíamos haciendo más actividades del mismo tipo.
La etapa de la ESO y Bachillerato, la puedo definir como una época de estudio de inversión. Estudiaba con el fin de obtener unos beneficios y poder llegar a “ser alguien” en la vida. También se caracterizaba por ser agobiante e individualista, con el único objetivo de estudiar para sacar nota en un examen.
Posteriormente, decidí hacer un ciclo formativo superior de Educación Infantil. Por primera vez estudiaba algo que realmente me gustaba, y por lo tanto cambió mi manera de estudiar también. Comencé a estudiar de una forma organizada, intentando no dejar todo para última hora y no agobiarme en exceso. Durante este curso realizábamos bastantes trabajos cooperativos, ayudándonos unos compañeros a otros. Fue aquí donde realmente me di cuenta que me quería dedicar a esta profesión y por ello decidí seguir formándome en la Universidad.
Finalmente, durante la carrera podría añadir a mi vida estudiantil el estudio para el servicio, con el objetivo futuro de servir más y mejor a los otros a la vez que me he ido desarrollando como persona.
Una vez leída la entrada del blogs, no sabría explicar con certeza cómo clasificar mis estudios.Aunque si que he pasado por algunos de los que se exponían en la entrada. Mi estudio sobre la etapa de Bachillerato la definiría como una etapa agobiante, aunque suelo ser un poco desastrosa y desordenada en algunos ámbitos jejej en bachillerato me costaba mucho tener todo ordenado y llevarlo al día, quizás por eso era más agobiante para mi. Pero lo que más me agobiaba en la etapa de Bachillerato y selectividad quizás eran los exámenes. El tener que sacar nota y preocuparme más por sacar más que en el último examen, solo para poder realizar la selectividad y poder entrar en la carrera que quería, aunque no necesitase mucha nota de corte para entrar. Sin encambio mi etapa en la universidad, la definiría de otra manera, una manera más relajada ( aunque no tanto en periodos de examen) ya que aquí estoy estudiando cosas que me gustan, cosas para mi futuro y que verdaderamente me llaman la atención, lo definiría como un estudio de vocación. Finalmente creo que todo esto también me ha venido bien, ha sido como una prueba más que me ha puesto la vida, un sacrificio para tener una buena recompensa, la de enseñar y ser una excelente maestra
Al recordar los tipos de estudios se me viene a la cabeza ese estudio agobiante que tuve en bachillerato, lleno de trabajos, nerviosismo por selectividad. Fueron tantos los sentimientos de agobio en esa época que no piensas en el verdadero sentido del estudio. En ese tiempo solo se te pasaba por la cabeza sacar buena nota para poder acceder a la carrera que deseabas, no en crecer como persona tanto intelectualmente como personalmente. Debemos destacar que el estudio a parte de formarnos como especialistas no ayuda para crear un vínculo con personas que anteriormente no conocemos.
Y por otro lado destaco el estudio de la universidad, un estudio completamente distinto, con asignaturas que me gustan, las veo sentido para mi futuro, esa vocación, etc. Debo de reconocer que a la hora de organizar los apuntes suelo ser bastante ordenada, me gusta llevar las cosas al día, aunque a la hora de estudiar siempre me pasa lo mismo, lo dejo todo para el último día. Por el contrario tenerlo todo desordenado me llevaría al caos, ansiedad, estrés.
El estudio de la universidad es el que más recordaré en mi vida de estudiante. No solo he aprendido conocimientos, técnicas y metodología sino que también he crecido como persona, me llevo recuerdos muy bonitos, personas excelentes que nunca pensaría llegar a conocerlos.
Tras leer los diferentes tipos de estudio, me he dado cuenta que los tipos de estudios en mi han ido cambiando:
Primero, en primaria no estudiaba, lo sacaba todo por escuchar en clase, y tampoco me esforzaba por conseguir la máxima nota, solo con pasar de curso sin agobios me bastaba.
Al comenzar la ESO ya tenía que estudiar, y siempre lo dejaba todo para última hora, me agobiaba con los trabajos, los exámenes, que todas las semanas tenía 1 o 2.
En bachillerato, no cambió mucho la cosa, seguía con el agobio de estudiar el último día y darme la paliza estudiando por las noches, quería sacar buena nota para la elección de mi carrera, pero sin mucho esfuerzo. Saqué nota para elegir la carrera que siempre había querido, educación infantil.
Al entrar en la carrera todo se complicó, mucho más temario, más apuntes, más preocupaciones, trabajos más complicados, lo que me ha hecho que empiece a trabajar desde el primer momento, ya no puedo estar tan agobiada y dejar las cosas para los últimos días, si las puedo hacer de los primero y me las quito de encima mejor, en la universidad me agobio demasiado, y quiero aprender, no lo hago por “tengo que sacarme la carrera a la fuerza” me gusta lo que estudio, por eso quiero trabajar de esto y no de otra cosa.
Leyendo este post me siento identificada con varios tipos de estudios.
En mi etapa de infantil y primaria destaca el estudio solidario. Cuando estaba en el cole y nos mandaban tareas siempre nos ayudábamos unos a otros y nos prestábamos todas las cosas. La profesora se encargaba de motivarnos para que nos comportásemos así.
Por otro lado, en la E.S.O. y Bachillerato, fue un estudio agobiante y organizado. En esta etapa priman las notas y los resultados. Los profesores eran los que nos transmitían esa sentimiento, nos estábamos preparando para la selectividad y el agobio estába garantizado. Pero también es cierto que siempre he sido muy organizada, me gusta prepararme las cosas con tiempo y no dejarlo para lo último. Lo llevaba todo al día y con la materia muy repasada.
Por último, en mi etapa universitaria, ha destacado un estudio de desarrollo, solidario, crítico, esperanzado y de servicio, aunque el estudio organizado también sigue presente. En estos años de carrera es donde, en mi opinión, de verdad te desarrollas y creces como persona. Tienes tus propias inquietudes e intereses que marcas tu mismo. Los agobios se disminuyen y estudias lo que realmente te gusta. El estudio de servicio y solidario son esenciales en esta carrera, pues te estas formando para poner tus conocimientos a servicio de un grupo de niños que están en desarrollo, en el cual, tu eres partícipe y guía.
Además, debido a los conocimientos que vamos integrando y el paso del tiempo, se tiene una visión más crítica y objetiva de todo lo que nos rodea. Esta formación hace que sea un miembro activo en la sociedad y con esperanzas a un futuro mejor.
Una vez leído el artículo, estado reflexionando para reflejar cuales de mis formas de estudiar se asemejan a las expuestas.
Comencé a conocer el estudio solidario y a llevarlo a la práctica a finales de primaria, cuando por primera vez comenzábamos hacer nuestros primeros exámenes. Entre las amigas/os de clase solíamos preguntarnos y sobre todo aclarar todas las dudas, por las tardes quedábamos para hacer los deberes etc. En el instituto y en la universidad he seguido este plan de estudio, ya que creo que es muy enriquecedor.
También sigo un estudio crítico, no estoy de acuerdo con muchas teorías o disciplinas que he ido conociendo a lo largo de mi trayectoria escolar, me gusta buscar información en Internet u otros medios para ampliar mis conocimientos o también para modificarlos, ya que a veces te llega información escasa o confundida. Por ello siempre juzgo por mí misma lo que lee, aprendo y escucho.
En la etapa de bachillerato principalmente viví un estudio agobiador, ya que la información era excesiva y el tiempo para estudiarlo era muy breve. Siempre he sido y soy muy organizada en el estudio, tengo todo muy bien colocado, puesto que así es más fácil y cómodo estudiar .
Y para finalizar ,diré que estoy completamente segura que mi estudio en la universidad es para el servicio, para dedicarme en un futuro a ser docente, ya que me encanta enseñar a los más pequeños y aprender con ellos, ésta es mi verdadera vocación.
Creo que durante mi vida he pasado por todos los estudios mencionados. “Cada maestrillo tiene su librillo”, dicen, y cada profesor que he tenido ha sido de diferente manera.
Si tuviera que analizar mi enseñanza por etapas podría decir que la Educación Infantil y Primaria ha sido más solidaria, menos agobiante y más dedicada a aprender por el gusto de aprender. Aunque ha habido de todo, claro.
Mi época de instituto la recuerdo como muy agobiante (teniendo que memorizar miles de datos, fechas, fórmulas, etc. que después del examen se han borrado de mi mente), dedicada sólo al éxito (sacar las mejores notas) y muy indiferente (lo que se explica es la verdad y punto). En resumen, que en lo que intelectualmente se refiere, no se ha quedado en mí ni la mitad de las cosas que tuve que memorizar, por lo que ha sido una enseñanza bastante desaprovechada.
En la facultad las cosas han ido cambiando un poco. Aunque se sigue potenciando el método memorístico (método que siendo en esta facultad me parece totalmente descartable) yo he ido cambiando y me he dado cuanta de que tengo que aprovechar estos momentos y que quiero que mi enseñanza sea diferente, empezando porque no estudio por beneficio propio si no porque quiero dar todos mis conocimientos a otros “peques” y porque trato de invertir todo lo que estudio en mi desarrollo como maestra y no para sacar mejores o peores notas.
Hace 20 años que empecé mi enseñanza y pocas cosas han cambiado. Nuestra sociedad los necesita urgentemente y nosotros como futuros maestros debemos ayudar en este cambio.
Después de leer los diferentes tipos de estudios que existen, me voy a centrar en los que se me han dado a lo largo de Primaria, Secuandaria y actualmente en la Universidad.
En estos tres periodos de mi vida, mi estudio ha sido y suele ser organizado ( suelo estudiar apuntes que estén escritos a ordenador o con mi letra, que estén ordenados y limpios); esperanzado ( siempre he estudiado con la esperanza de poder llegar a ser algún día una maestra, aunque tal y como están las cosas a veces este estudio esperanzado se convierte en desesperanzado ); mi estudio casi nunca ha sido desde el éxito, aunque reconozco que cuando veía que algún compañero o compañera que solía sacar mejores notas que yo y sacaba alguna vez menos que yo, me alegraba y me sentía orgullosa de mí misma. Pero en general mi estudio ha sido para el servicio.
He de reconocer que mi estudio la mayoría de las veces ha sido y a veces es agobiante, ya que me intento meter los apuntes en la cabeza, muchas veces sin entenderlos, para soltarlos en el exámen y así ir salvando obstáculos para terminar. Aunque una vez llegada a la Universidad, este estudio ha ido cambiando y convirtiéndose en un estudio liberador.
Tras haber leído el post, voy hacer una mirada hacia atrás, para hacer un breve repaso de cómo ha sido mi etapa estudiantil:
– En Educación Primaria: mi estudio se centraba en un estudio solidario, en el que todos nos ayudábamos entre todos, quedaba por las tardes en casa de alguna amiga para hacer los deberes juntas y así si tenía alguna duda ella me podía ayudar o viceversa.
– En la E.S.O y Bachillerato el estudio pasó a ser un estudio agobiante, para poder aprobar todas, nunca por sacar la mejor nota, ni sacar más que cualquier otra compañera o compañero.
– En la Universidad el estudio es liberador, ya que cada uno “puede elegir” lo que estudiar.
Al leer el post, he reflexionado sobre mi trayecto como estudiante y he identificado tres tipos de estudios muy claros en mi vida.
En la etapa de primaria identifico un estudio solidario, donde entre todos hacíamos las tareas en clase y donde además de buscar unos objetivos individuales también se buscaban unos objetivos colectivos.
En la ESO y Bachillerato existe una gran presión, además de adquirir conocimientos en poco tiempo hay que sacar la mejor nota posible para enfrentarse a selectividad, y de esa nota dependerá tu futuro y según ésta podrás acceder o no a unas carreras u otras. Se estudiaba para aprobar y realmente no entendíamos para que nos podían servir algunas de las cosas que estudiábamos.
Por último en la Universidad el estudio se hace un poco más personal, te sientes más libre de hacerlo a tu manera. Sería un estudio más para el servicio ya que aprendo para ser una buena profesional para poder enfrentarme a los niños cada día llena de motivación, ilusión, entusiasmo y sobre todo con muchísimas ganas de trabajar con ellos para poder formarlos y que lleguen algún día a ser personas civilizadas y educadas.
Estoy orgullosa de haber llegado hasta aquí y espero poder dedicarme algún día a lo que realmente me gusta, la docencia en infantil.
¿Cómo definir mi trayecto estudiantil respecto a los diversos tipos de estudios?
Para comenzar, mi etapa en Infantil la relaciono con un estudio solidario puesto que desde que somos pequeñitos se nos están inculcando valores que pasan a formar parte de nuestra persona y, con los cuales trabajamos en las siguientes etapas de la educación.
En Primaria, me identifico con un estudio liberador al igual que en las posteriores etapas, ya que se nos imparte la materia y la estudiamos para nuestra formación. Pero ello se convierte en un estudio agobiante al llegar a la etapa de Secundaria y ya ni contar en Bachillerato, con los agobios de la Selectividad para poder conseguir nota y realizar en un futuro la carrera que te llevas proponiendo desde que eras una niña, hay que luchar por ello y esto hace que te agobies por lo que conlleva.
El estudio organizado forma parte de mí, me gusta llevar todo al día, pasar apuntes, mirarme algunas cosillas impartidas en el día, la realización de trabajos a tiempo para evitar que ‘me coja el toro’, etc….
Y claramente, destacar en la universidad un estudio liberador y para el servicio, estudiamos por y para nosotros, en cuanto a formarnos para el día de mañana poder formar a otras personas e inculcarle los mismos valores que nos han inculcado a nosotros, tenemos pura vocación por ello, esto hace que el estudio sea mucho más motivador.
A medida que iba leyendo el post, iba pensado en el tipo de estudio que me ha ido acompañando en cada etapa de mi vida como estudiante.
Durante la Educación Infantil, estuve en la “Compañía de María” en el que había un clima maravilloso de cooperación y compañerismo entre todos los de la clase, lo recuerdo como una etapa muy feliz en la que no paraba de hacer cosas en el colegio y todas me encantaban (jugaba, hacíamos fichas…).
Cuando pase a Primaria mi madurez aumentó, al igual que mis horas de estudio, recuerdo que todas las tardes hacia las tareas junto a mis padres, los cuales me ayudaban y apoyaban incondicionalmente. Mis amigas también fueron muy importantes durante mi estudio, ya que muchas tardes nos llamábamos y quedábamos para ayudarnos mutuamente. Fue un estudio solidario y de formación integral.
A medida que fue pasando los años fui organizándome e intentando hacer las cosas de manera independiente.
Mi paso a Educación Secundaria, fue un cambio muy grande, ya que en 2º de la ESO me cambié a “Los Salesianos” con miras a hacer Bachiller allí, puesto que por esa época no había Bachiller en la “Compañía de María”, eso conllevó a despedirme de mis amigos de toda la vida, con los cuales había creado grandes lazos de amistad. Cuando entré en “Los Salesianos”, como al principio no conocía a nadie, me centré solamente en mis estudios, sacaba muy buenas notas y eso me motivó a superarme día a día y a seguir estudiando cada días más y mejor, fue un estudio de desarrollo, tanto académico como personal.
La etapa de Bachillerato ha sido la más difícil para mí, ya que había que estudiar día a día muchas horas y los agobios y la presión aumentaron. En un principio me decanté por la rama de ciencias, puesto que mis expectativas eran dedicarme a la pediatría, me empleé a fondo durante los dos años de Bachiller estudiando día a día sin desperdiciar horas, fue un estudio esperanzado y de formación constante, saqué muy buenas notas pero por una décimas, no pude entrar en medicina, asique como me encantaban los niños no lo dude en ningún momento y me metí a la carrera de Educación Infantil.
En la universidad todo cambió, la dinámica de estudio, los horarios…fue un estudio de formación, de desarrollo personal, de servicio, de cooperación y compañerismo, de trabajos individuales y grupales, etc. Gracias a esas décimas estoy en una carrera fantástica al servicio de los alumnos, que esa es mi verdadera vocación.
Tras haber leído los distintos tipos de estudio, en mi vida estudiantil pueden destacar cuatro momentos principales: Educación Infantil y Educación Primaria, la ESO, Bachillerato y la carrera del Grado en Educación Infantil, la que estoy cursando actualmente.
En primer lugar, en Educación Infantil y en Educación Primaria se llevaba a cabo un estudio solidario, pues todos nos ayudábamos, hacíamos trabajos cooperativos y nadie era “el más listo” o “el más torpe”. El estudio que se lleva a cabo en Primaria depende mucho del maestro que te toque, pues recuerdo algún que otro maestro que no promovía nada la cooperación en el aula, pero también tengo el recuerdo de algunos otros que fueron fantásticos.
En segundo lugar, durante la ESO, se llevaba a cabo un estudio organizado. Digo esto porque antes de comenzar la ESO era un desastre y, a partir de que comenzaron a mandarme exámenes, trabajos, lectura de libros, ejercicios para hacer en casa… comencé a organizarme y actualmente, me considero una chica organizada en lo referente a mis estudios.
En tercer lugar, en Bachillerato considero que el estudio era agobiante. Muchos exámenes, trabajos y tareas, muy poco tiempo y siempre una presión detrás, Selectividad. Llegó el punto en el que ya ni comprendía lo que estudiaba e incluso, se me pasó por la cabeza dejar aparcado el estudio, pero conseguí sacarme el Bachillerato sin problemas.
Por último, decir que, al principio de la carrera no tenía clara mi vocación. Tenía claro que escogería una carrera que estuviera al servicio del público, en la que pudiese tratar con personas y que mejor, que con niños. Comencé la carrera y el segundo año mucha gente me preguntaba ¿no te quieres cambiar de carrera?, pero ya tenía claro que esta era mi carrera y por lo tanto, considera que es un estudio para el servicio, pues espero que algún día pueda servir a los niños y trabajar con ellos para formarlos sobre todo, como personas.
Después de leer los diferentes tipos de estudios y reflexionar sobre ellos,lo divido en cuatro etapas:
En la E.S.O mi estudio era escaso y un poco desorganizado,a pesar de que aprobaba sin dificultad hacia las cosas y poco antes de tener mis examenes.
En bachillerato mi estudio era más organizado ya que empezaba a centrarme en estudiar lo que me iba gustando, en realidad en esta etapa era un estudio liberador y agobiante ya que lo único que me preoucupaba eran los exámenes y la nota.
Cuando empece a estudiar FP II, tuve un estudio muy organizado y constante ya que estaba estudiando algo que me gustaba mucho.
Una vez en la carrera mi estudio se podría decir que es , en primer lugar esperanzador poque estoy estudiando para llegar a ser muy buena maestra y mostrarle a mis alumnos mis conocimientos y que aprendan a través de estos, también es un estudio un poco agobiante (falta de tiempo, trabajos etc)
En conclusión a lo largo de mi vida estudiantil he pasado por todas las etapas.
Una vez leído el post comentaré mi tipo de estudio basandome en los diferentes puntos:
-Inversión y desarrollo: Me identificaría con los dos, ya que en mi estudio busco que pueda vivir en el sentido económico con mis estudios, a la vez que de desarrollo porque este me ha servido y me sirve para desarrollarme como persona, para interiorizar valores y experiencias, que como usted dice muy pocos jóvenes en el mundo somos los afortunados y me siento muy privilegiada por ello.
-Solidario o solitario: Me identifico con solidario, ademas siempre intento estudiar con alguien o si me dan a elegir entre trabajo individual o en grupo, prefiero en grupo,e intento estar pendiente de mis compañeros/as, para informarles o pasar apuntes o ayudarlos/as en la medida de lo posible, tanto por mi parte como por la de mis compañeros/as que también están cuando los necesito, hay una en especial que hasta de broma me dice “si,mama” cuando me preocupo porque estudie.
-Critica o indiferente: En este punto me decanto por crítica, ya que en el paso por mis estudios, sobre todo los universitarios considero que he ido creciendo como persona y encaminándome a la persona que quiero ser, y aprendiendo y sintiéndome llena por dentro y viva y todo esto gracias a lo que los conocimientos me han enseñado, no solo los conocimientos que se examinan, sino a los transmitidos por personas que tengo alrededor tanto profesionales, que me gustaría destacar a María Isabel Fajardo,como compañeros.
-Liberador: Por muchas de las razones que digo en el apartado anterior.
-Esperanzado o desesperanzado: Tengo un estudio esperanzado ya que me hace sentirme libre.
-Éxito o servicio: Un poco de los dos, al éxito porque me gustaría llegar a ser una buena profesional y que mi profesión se valore como realmente se merece y también para el servicio porque creo que el papel de maestra va mucho más allá de lo que te obligan, o es mi opinión por lo menos, una vez, creo que en le primer año de carrera, hicimos comunidades de aprendizaje en un colegio de un barrio marginal de Badajoz, y yo le comentaba a mi tutor, que me iba mal, porque realmente era así, el me decía que porqué, y le dije que porque sentía que por esos niños se podía hacer más y no solo en el sentido curricular, pero centrándome en el currículum, con esos niños había que hacerlo de otra manera porque no eran niños con una educación como la mayoría y había que adaptarse a ellos, empezando por la familia y acercándose a ellas, él tutor me contestó que eso no era de ser maestra, que hiciera educadora social, yo cuando me iba del colegio las veces que fui me iba con una sensación de impotencia que no me ha pasado en otros colegios, pero porque los niños que tuve después no tenían ese tipo de necesidades. Por cosas como estas pienso que mi estudio y trabajo va y tiene que ser dirigido al servicio, porque tenemos lo más importante de la sociedad, los niños.
-Organizado o desorganizado: Para mi situación me es difícil de interpretarlo, ya que tengo o considero un estudio organizado, pero si que lo hago en mi tiempo libre, ya que para mi el estudio es una de las cosas que priman en mi vida, pero lo primordial es mi hija, y siempre que me es y me ha sido posible intento hacerlo en los ratos libres, cuando duerme, visita a mi madre, etc.
Después de pensar y reflexionar en mi forma de estudiar , empezaré por primaria. Quizás en esa época el estudio era obligado , pues era lo que teníamos que hacer, era nuestro trabajo diario y además, lo hacíamos con un fin: aprobar para no defraudar a nuestros padres y disfrutar del verano. Por lo que podría ser un estudio para obtener unos beneficios . Pero bueno, en esos tiempos una no sabe para que estudia,es ahora donde reflexiono el tipo de estudio y puedo asegurar que en esta etapa en la que me encuentro llevo un estudio agobiante, pues mis circunstancias no son como la de un estudiante . Accedí a la universidad por una prueba de acceso de mayores de 25 años, esto me suponía que debía tener todos los frentes abiertos pues tenía además de un trabajo , un marido y más tarde vinieron mis pekes, iba a ser un sacrificio pues las horas las tenía contadas para estudiar, así que entre la lista de la compra , biberones … Están los exámenes , trabajos y por eso para mi lo veo como una carga pesada,pero como dijo Nietzsche “Quien tiene un por que , resiste cualquier como”
Una vez leído el post y reflexionar sobre los diferentes tipos de estudios, tengo que destacar que mis estudios han pasado por diferentes fases o estadios:
-Comenzando en la etapa de infantil por un estudio solidario, donde no importa la nota como ahora, donde todo se basaba en la cooperación, el trabajo en grupo y la adquisición de conocimientos a través del juego y la exploración del medio.
-Pasamos a la educación primaria, donde ya entra en juego los exámenes, aunque persiste el trabajo en grupo, ya estas orientando lo que estudias a obtener una nota. Ya se ven diferencias individuales en clases, cuales son los líderes, los más listos, los más torpes…
-Seguimos con la secundaria y el bachillerato, donde se nos presenta un estudio agobiante y estresante orientado exclusivamente a obtener nota. Sobre todo en bachillerato que intentar meter todos los conocimientos en tan solo dos años con el fin de aprobar la selectividad y obtener buena nota para poder escoger la carrera que deseas.
– Posteriormente se nos presenta la etapa universitaria, donde ya los estudios están orientados en una vocación, formación, transmisión de conocimientos y en una realización personal, para poder ser algo en la vida (ESTUDIO PARA EL SERVICIO).
Y para finalizar tengo que destacar que el estudio organizado ha pasado por mí durante todas éstas etapas anteriormente mencionadas, dado que soy una persona que intenta llevar todos los apuntes al día, pasados a limpios, resumidos y esquematizados.
Analizando ahora mi forma de estudio y su desarrollo a lo largo de los años me he dado cuenta que ha cambiado conforme yo he ido madurando. No puedo decir que haya sido una gran estudiante toda mi vida, ya que de pequeña no me esforzaba todo lo necesario, sólo lo justo para aprobar.En gran parte he llegado a estudiar una carrera gracias a mi madre que siempre me apoyaba y me motivaba para estudiar.
En la universidad he notado un gran cambio ya que me he dado cuenta de que me gusta estudiar y que ya no tengo que tener a nadie detrás de mi que me recuerde mi deber.
Las formas de estudio que reconozco en mí son el estudio desorganizado, agobiante y grupal, que se dio hasta los niveles de ESO y Bachillerato, pero que se ha transformado en estudio organizado, liberador y esperanzado en la Universidad.
Reflexionando sobre los distintos tipos de estudios, me identifico con algunos de ellos.
Durante la etapa de primaria, identifico un estudio solidario, ya que todos nos ayudábamos unos a otros, trabajando de forma cooperativa e intercambiando conocimientos para una buena asimilación de los contenidos.
Respecto a la etapa de la E.S.O, es donde realmente comencé a tener un estudio agobiarte, ya que se acumulaban muchos trabajos y exámenes, y mi única meta, era conseguir acabar el año con todas aprobadas. Además, en esta etapa, intentaba tener un estudio organizado, ya que eran muchas cosas las que había que llevar a cabo.
Pasando a la etapa de Bachillerato, el estudio era mucho más agobiante, e incluso más organizado. El motivo, era que entraba en una etapa mucho más exigente, por parte de los profesores y por mí misma, ya que era consciente de que cada vez estaba más cerca una de las decisiones más importante, como era el plantearse y elegir un futuro profesional, por lo que era una etapa de gran esfuerzo y presión.
Finalmente, mencionar la etapa universitaria, que es en la que estoy actualmente, y en la cual, me identifico con un estudio liberador, ya que estudio lo que me gusta, lo que he elegido para mi futuro, y por lo que me esfuerzo día tras días para conseguir trabajar en ello (Educación Infantil). En esta etapa, también quiero destacar el estudio esperanzador, de manera que son tantas las ganas de trabajar en lo que me gusta, y la gran vocación que siento hacia este trabajo, aunque sea uno de los más complicados a la hora de conseguir un puesto, que no pierdo la esperanza en que un día trabajaré en ello. Por lo que también lo considero un estudio de servicio, ya que mi propósito es servir a los niños lo mejor posible, para conseguir formarlos como personas.
A lo largo de toda mi etapa de estudiante he pasado por los diferentes tipos de estudios. Desde mi etapa en Educación Infantil hasta la etapa universitaria han sido diversos. En Educación Infantil el tipo de estudio era globalizado y al no estar estructurado todavía la conciencia de lo que suponía aquello, cuando estaba en las clases era para pasármelo bien y disfrutar jugando y aprendiendo con el resto de los compañeros.
Con el paso a la Educación Primaria el tipo de estudio cambió y empezó a ser un poco más serio preocupándome por las calificaciones y los resultados que iba obteniendo. Pasé de un estudio indiferente a un estudio más crítico, pensaba sólo en mis resultados siendo esto un estudio individualista y centrado en mi éxito y en mi expediente académico. Con el paso a la Educación Secundaria y al Bachillerato aún más se fue reforzando ese estudio como inversión, un estudio agobiante y para conseguir el éxito y las mejores calificaciones para tener el mayor éxito en la selectividad y así obtener una plaza para estudiar en la universidad.
Mis estudios siempre han sido organizados porque siempre he realizado un trabajo constante y no dejo todas las cosas para última hora, más que nada porque me agobio y así no avanzo en nada. También han sido unos estudios esperanzados viendo las oportunidades que poco a poco me iban proporcionando la superación de los diferentes cursos.
El estudio que más destaco es el que he realizado en estos cuatro años de carrera que han sido siempre para desarrollarme como persona, cooperando con los demás y fomentando la solidaridad, estudio liberador que me ha llevado a formarme como persona, esperanzado en el que veo las oportunidades que éste me brinda de cara al mundo laboral y personal. Un estudio para el servicio con el que he descubierto mi gran vocación como docente para servir a los demás y así reafirmarme como persona fomentando la igualdad y la solidaridad. Sinceramente éstos últimos cuatro años de formación académica son los que más me han hecho crecer en todas las dimensiones.
Después de haber leído el post creo que mi forma de estudiar ha ido cambiando con los años, sobre todo de desorganizada a organizada. En primaria y Bachillerato me dedicaba a estudiar el día antes o los dos días antes como mucho, una vez llegada a la universidad he ido empleando cada vez más tiempo, aunque sigo sin ser de las que empieza un mes antes, como mucho 15 días. Mi estudio también ha sido y es bastante agobiante, desde siempre el objetivo principal era soltarlo en el examen y después lo olvidaba, en este sentido mi estudio no ha cambiado mucho, no es que me lo aprenda de memoria pero muchas de las cosas que entran en los exámenes se me olvidan a la semana y hay otras que se me quedan grabadas o simplemente me suenan pasados unos años.
A lo largo de nuestras diferentes etapas escolares hemos pasado por algunos de los diferentes tipos de estudios que son nombrados en el post. Me siento identificada con algunos de ellos, pero la verdad es que ciertamente he pasado por todos ello, desde el estudio individualista al desesperanzado, desde el solidario al de éxito.
Pero quiero centrarme sobre todo en el que más me ha gustado y con el que me siento actualmente identificada, el estudio esperanzado. Desde mi punto de vista, me encuentro inmerso en él pues estoy haciendo algo que me gusta y a lo que aspiro a dedicarme en mi vida, y que a partir de esa posición profesional es donde podemos ayudar a cambiar aspectos de éste mundo que no nos gustan. Todos sabemos que desde la escuela podemos llevar a cabo programas que contribuyen al desarrollo integral de la persona, y que como futuros maestros de religión debemos tener presente siempre.
También quiero nombrar el estudio solidario, con el que también me identifico, pues son muchos los momentos compartidos con mis compañeras cambiando ideas y planteamientos presentados en clase, además de las horas de estudio individualista que luego todos debemos trabajar un poco.
Tengo que decir que el estudio que la mayoria de los jóvenes comenzamos teniendo es el que viene perfectamente explicado anteriormente, un estudio donde solo importa aprobar todas las asignaturas y donde lo único que buscas exclusivamente es encontrar un puesto de trabajo donde tengas el máximo beneficio con el mínimo esfuerzo.
Sin embargo con el paso del tiempo,y sobre todo cuando ejerces tu periodo de prácticas en una empresa en mi caso, te das cuenta de que realmente estudiar no es lo que se pensaba en los inicios, donde lo único que se queria era aprobar y luego ganar lo máximo con el mínimo esfuerzo, te das cuenta de que tu carrera te forma como persona, y empiezas a valorar el esfuerzo que la sociedad hace para que tu estes en la universidad.
Empiezas a aprender realmente lo que estudias puesto que fuera, en la calle, hay muchas personas que tienen tus mismo estudios, y que si sólo te has dedicado a estudiar ponerlo en el examen y aprobar, te va a resultar muy complicado estar por encima.
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APRENDER A APRENDER
De este título muy significativo para mí, he sacado las conclusiones más importantes de mi vida de estudiante.
Siempre he creido en un estudio para el desarrollo integral de la persona, puede ser un error debido al desarrollo individualista de vuestra sociedad en contra del ser social, integral, donde el valor principal es la persona no el que más consigue, el que más bienes y éxito en su trabajo tiene sin mirar al que nos rodea.
Mis estudios se han acercado a este pensamiento de formar personas no sólo en contenidos, también en valores, valores que nos hacen una persona completa.
Hasta alcanzar mis estudios de bachillerato ha sido un estudio agobiante, mi meta era terminar no con esfuerzo, pero si por obligación, no con gusto sino por alcanzar la meta APROBAR. Ahora noto que mis estudios van encaminados a realizarme como persona implicándome en la ayuda a los demás; esto lo he aprendido de mis padres que a lo largo de los años me han inculcado valores que puedo transmitir a otras personas, de las cuales también aprendo.
Después de leer todos los tipos de estudios, identifico mi manera de estudiar con los siguientes:
– Estudio agobiante: principalmente en la ESO y Bachillerato porque constantemente tenias que preocuparte por las notas de exámenes, trabajos…siempre pendiente de sacar la máxima puntuacion posible para tener una buena nota media y poder elegir carrera al entrar en la universidad.
– Estudio organizado: siempre me ha gustado llevar todo al día y mantener mis apuntes muy ordenados.
– Estudio para el servicio: siempre he tenido claro lo que quería trabajar con niños.
Para empezar creo que es justo decir que desde que comenzamos nuestro proceso escolar se nos mandan mensajes algo contradictorios, que luego pueden condicionar (o no) nuestros métodos de estudio:
-Por un lado cuando entramos en Educación Infantil, se nos dan cientos de retahílas sobre cuánto debemos compartir e incluso ahora con las Comunidades de Aprendizaje en algunos centros se fomenta y premia el trabajo en grupo y el apoyo entre alumnos.
-Por otro, se nos exige ser los primeros en todo, o por lo menos se premia de manera notable a los que se encuentran entre los mejores.
Se centra el objeto, el alumno, hacia un foco resultadista y cuando se hace esto, se crea la sensación de “primero salvo mi culo.. y si hay tiempo puedo mirar al vecino”.
Con esto lo que quiero decir es que la manera en que nuestra sociedad y nuestro sistema está estructurado es para ofrecer la sensación de que si no eres el mejor el algo, puede llegar otro y quitártelo.
Esto puede ser consecuencia de tipos de estudios centrados en resultados, agobiantes para los alumnos…
En cuanto a mi tipo de estudio, puedo decir que nunca me ha preocupado la nota de mi examen, no por ello iba a dejar de estudiar algo. Considero que el fin (sólo en estos casos) puede justificar medios que no sean de nuestro agrado.
Hasta bachiller estudié para formarme, pero estudié porque consideré que era el mejor medio de formación para acceder a la universidad y tener la posibilidad de elegir entre las opciones que me ofrecían mayor placer y en las que profesionalmente (si llegase el caso en que ejerciese) creía que podía aportar más y mejor.
Por ello considero que aunque en un principio mi estudio se basase más en un fin, a día de hoy realizo un estudio para mi desarrollo, para poder ofrecer lo mejor de mi si llega el caso, y lo hago lo más organizadamente y mejor que puedo (aunque mentiría si digo que hay veces que me puede mi álter ego más vago…).
Con todo, creo que depende de la madurez de cada uno, y de la motivación que se tenga, y las ganas de alcanzar nuestra vocación profesional para realizarla del modo más digno posible.
Pienso que he pasado por todos los diferentes tipos de estudios mencionados, desde el estudio como inversión y como desarrollo hasta el estudio desorganizado y organizado. Las diferentes etapas escolares y la edad influyen en la forma de pensar y ello influye en el modo de estudio. Pienso que todos comenzamos a estudiar por inversión y con visión de futuro para ser alguien en la vida. El estudio en primaria es solidario a la vez que individualista, pero se da mayormente el primero de estos, colaborando mutuamente con los compañeros. Ya en la secundaria, pasa a ser individualista y más centrado en las preferencias de cada uno. A medida que pasan los años y vamos desarrollándonos como personas, el estudio pasa a ser crítico y selectivo, así vamos descartando opciones y llegando a una conclusión que nos guiará el resto de nuestra vida. No me gusta agobiarme ni en el ámbito de estudio ni en cualquier otro ámbito de mi vida, es una cosa que intento evitar siempre, ya que el agobio no llega a ninguna parte, aunque en su justa medida es bueno, al igual que exigirse unas metas a uno mismo. Por ello es inevitable agobiarse al menos un poco, luego dicho agobio pasa a convertirse en liberación. Actualmente, en la universidad, el estudio es esperanzado, ya que es el elegido y hasta el que nos hemos dirigido, en el que queremos centrar el resto de nuestra vida profesionalmente. Aunque a veces pasa a ser desesperanzado cuando te pones a pensar en los contras de esta elección docente, también la vida está llena de pros y de contras, intento centrarme en los pros. Nuestra labor es de servicio e intento ser colaborativa, aunque el clima es competente y no me identifico con él. Y por supuesto, pienso que el estudio siempre debe ser organizado e ir “sobrada” a la hora de la verdad, aunque no me lo aplico a menudo. Considero necesario pasar por todos los tipos de estudios mencionados para tomar conciencia del adecuado y construirnos como personas, por ello me quedo con el estudio para el desarrollo, el estudio solidario (aunque los resultados son más satisfactorios con el estudio individual), el estudio crítico (siempre necesario), el estudio liberador no puede faltar, el estudio esperanzado, estudio para el servicio y el estudio organizado.
Reflexión sobre mi estudio:
Me identifico con el estudio entre otros, ya que me importan mis calificaciones, pero intento ayudar a mis compañeros y me alegro de sus resultados. Un estudio organizado, preparando poco a poco mis apuntes y resúmenes. También con el estudio agobiante y desde el éxito, ya que es muy importante tus calificaciones para poder seguir estudiando.
Creo que la universidad está diseñada para un estudio indiferente, ya que no se valora el estudio crítico y en ocasiones es penalizado (suspenso), un estudio agobiante impartiendo clases muy teóricas y sin importar que el alumno aprenda para el futuro, se limitan a dar su clase y poco más.
Después de leer el post , tengo que decir que mi estudio es desorganizado siempre que empieza el cuatrimestre me planteo el llevar las cosas al día porque siempre tengo que estudiar con agobios pero después no lo llevo a la práctica siempre me pasa lo mismo…
Creo que mis estudios se relacionan con el estudio para el servicio me gusta ayudar a mis compañeros y que ellos también me ayuden a mi, estudiar en grupo sobre todo cuando es una asignatura práctica así se hace mas llevadera la tarea,respecto a las calificaciones evidentemente que me preocupan porque cuando se trabaja se esperan tener buenos resultados, pero no le doy demasiada importancia a tener un expediente de lujo pienso que hay cosas más importantes y que por tener un expediente genial no se es mejor que los demás, igual el día de mañana yo con un expediente normal desarrollo mejor mi trabajo que una persona que tenga de nota media un 9.
Tengo que decir que estudio para formarme y desarrollarme como persona, pero os estaría mintiendo si digo que no lo hago también pensando en el futuro, porque estudio pensando también en el mundo laboral.
Mientras leía el post se han ido pasando por la cabeza todos mis momentos de estudios, agobios, alegrías, fracasos… y me he dado cuenta acerca de algo que nunca había pensado y es que dependiendo del momento de mi vida he utilizado un tipo de estudio u otro.
Durante mi etapa de infantil primaria y ESO he utilizado un estudio solidario ya que ese era una de los ideales del colegió donde estudié estas etapas.
Por otro lado decir que muchas veces los profesores no predicaban con el ejemplo ya que por algo que hacía uno nos castigaban a todos y decía la “frasecita” que tanto he llegado a odiar y que nunca entendí: “al final pagáis justos por pecadores”.
Durante el bachillerato realicé dos tipos de estudios en el mismo colegio (Nuestra Señora del Carmen). Por un lado me enseñaron a realizar un estudio crítico ya que el profesor de historia en todos los temas nos enseñaba algo que estaba mal para obligarnos a contrastar lo que el decía y no acomodarnos y acostumbrarnos a que nos lo den todo hecho. También realicé un estudio agobiado ya que en esta época están todos los exámenes, los trabajos, las tareas, la selectividad… y llega a ser muy muy agobiante.
Cando cursé el ciclo de grado superior en agencias de viajes realicé un estudio como inversión a la vez que indiferente puesto que no me gustaba el ciclo en sí. solo lo curse para poder acceder a la carrera de educación infantil.
Por último, en el tipo de estudio que estoy es en el estudio esperanzado ya que estudio por primera vez en mi vida lo que me gusta a la vez que desorganizado ya que soy una persona que dependía mucho del control ese que tenía en el colegio en el que te iban pidiendo que te estudiaras la materia poco a poco y aquí lo dejo siempre para el último momento.
Según ha ido pasando el tiempo he tenido diferentes tipos de estudios, en gran medida han dependido de la edad y de la sociedad en general.
Durante la etapa de infantil y primaria, he sentido que el aprendizaje era solidario compartiendo con los demás compañeros/as los conocimientos que teniamos para ayudarlos. Recuerdo como la maestra decía que los alumnos/as que terminaran la tarea primero, ayudasen a los demás compañeros/as. También pienso que era un aprendizaje liberador porque en ese momento eramos inocentes y ajenos a los problemas externos, esto nos posibilitaba aprender con fluidez, sin agobios y de forma divertida.
Por otro lado, al llegar a la etapa de la ESO y Bachiller, aunque ha sido la etapa más bonita que recuerdo, empezaron a llegar los agobios y las personas del entorno sin darse cuenta hacían que tu aprendizaje se volviese para el éxito, es decir, llegan los momentos de examenes, la selectividad, te preguntan que quieres ser en un futuro y todo el mundo se plantea oficios que puedan darle beneficios economicos o “salidas” sin tener en cuenta sus vocaciones. En mi caso, no hice mucho caso a las opiniones de los demás, porque si fuese así no estaría estudiando educación infantil. En definitiva, este tipo de estudio era agobiante, indiferente, puesto que tu aprendias lo que te daban, y para éxito.
Finalmente, el estudio universitario para mi es crítico, para el servicio y liberador. Esto quiere decir, que en la etapa en la que me encuentro, siento que estoy estudiando algo que realmente me gusta e interesa, con lo cual el aprendizaje no es agobiante, ni indiferente, en este momento tenemos los conocimientos necesarios como para saber cuando se están realizando las cosas bien o mal y podemos dar una opinión al respecto. La finalidad de estos estudios es poder servir a la sociedad con mis conocimientos, y en concreto, a los niños, que son la sociedad del futuro.
Mi forma de estudio a lo largo de la vida, ha ido evolucionando y cambiando adaptándose a las circunstancias que me rodeaban en ese instante.
En un primer momento en la educación primaria y preescolar se caracterizó por un estudio solidario y para el servicio, que ayudó a desarrollarme como persona, a aprender a compartir y a ayudar a los demás.
En la educación secundaria y en bachillerato pude experimentar un estudio organizado y esperanzado que me habría las puertas a poder elegir el itinerario que quería seguir y poder perseguir mi vocación profesional.
Tras acabar la selectividad, los problemas económicos me hicieron quedarme en mi pueblo para hacer un ciclo formativo de grado superior que me diera la oportunidad de trabajar y ahorrar para mis posteriores estudios universitarios. En ésta etapa de mi vida, mi forma de estudiar se caracterizó por un estudio organizado con vistas a una inversión de futuro, que me ayudaría a encontrar trabajo y poder ahorrar para pagarme mis estudios.
Después de varios años de trabajo en el ámbito empresarial pude conseguir mi objetivo, mis preciados ahorros para comprarme mi coche y pagar la carrera que siempre quise hacer. Desde el momento que empecé la universidad mi forma de estudio siguió siendo organizada y dando paso a otra agobiante, pues seguía manteniendo mi puesto de trabajo y debía trasladarme de Montijo a Badajoz diariamente. Al mismo tiempo puede experimentar sensaciones de un estudio esperanzado y liberador, ya finalmente pude conseguir aquello por lo que tanto luché y realizar mi sueño de poder estudiar para ser profesora de educación infantil.
Después de haber leído el post, puedo decir que mi estudio ha ido pasando por etapas; en el instituto y sobre todo en bachillerato, era para mí un estudio agobiante, ya sea por la presión que nos metían para selectividad, o por la presión que yo me metía para estudiarme todo sin que se me olvidase nada para el examen.
Una vez en la universidad, creo que hay un poco de todos, Estudio organizado; puesto que si no tienes apuntes y material organizado a la hora de estudiar o hacer trabajos es un caos, Estudio agobiante: ya que siempre frente a una etapa de exámenes nos llega el típico agobio de: “no me da tiempo”, “ no se me nada”…, y el estudio para el servicio: ya que sobre todo en esta carrera lo que pretendemos en un futuro es enseñar a nuestros niños lo mejor posible.
Después de leer esta entrada me he dado cuenta de que mi forma de estudio ha ido cambiando a lo largo de las diferentes etapas de mi aprendizaje.
En preescolar y primaria tuve un estudio solidario, centrado en ayudar a los demás.
En la ESO mi forma de estudio fue indiferente. Tuve una época de pasar más del estudio, recibía los contenidos de forma pasiva y porque tenía que recibirlos pero no me interesaba mucho por ellos.Eso fue durante los primeros cursos de la ESO pero después ya mi forma de pensar y actuar sobre los estudios cambió.
En Bachillerato tuve un estudio agobiante y dificultoso. Me costó bastante sacarlo y la selectividad la aprobé por los pelos.
Cuando llegué a la Universidad, mi estudio empezó a ser más organizado. Me gusta tener los apuntes al día y todo en orden para luego a la hora de estudiar no agobiarme porque me falten apuntes y perder tiempo. Aunque he de decir que siempre digo que voy a ponerme a estudiar pronto y al final acabo con agobios por falta de tiempo para prepararme los exámenes.
En esta etapa,mi forma de estudio también es para el servicio ya que pienso en mi futuro como maestra y en darle la mejor enseñanza posible a los niños con los que trabajaré.
Personalmente me identifico con el estudio crítico, pues no me gusta estudiar por estudiar, con el estudio liberador, ya que me siento mejor cada vez que aprendo algo nuevo, con el estudio esperanzado por pretender que me proporcione una formación adecuada a la hora de buscar trabajo, y con un estudio organizado, por eso de que ‘si tu mesa está desorganizada tu cabeza también lo está’.
Tras leer los tipos de estudios y haciendo un poco de memoria y reflexión podría dividir mi forma de estudiar en tres etapas diferentes:
1- Desde el inicio del colegio hasta el bachillerato.
2- Estudios universitarios Medios.
3- Estudios universitarios Superiores.
1. Durante la primera etapa el estudio lo consideraba como una inversión de futuro tanto para mí como para personas de mi alrededor que me aconsejaban a seguir estudiando para optar a un mejor trabajo en el futuro, realizaba un estudio individualista e indiferente ya que formaba parte de las obligaciones cotidianas que tenía. Durante esta etapa el estudio no lo consideraba agobiante ni liberador y si desorganizado, estudiaba el día antes los apuntes y las iba sacando sin problemas. Siempre fue un estudio esperanzado, era lo imprescindible para poder seguir más adelante en mi formación y poder optar a ese mejor puesto. Nunca me plantee durante esta época un estudio para el éxito cosa que más adelante este punto va cobrando más importancia imagino que con los años van cambiando la forma de pensar.
2. En esta etapa me deje llevar por la moda que era ir a la universidad, la mayoría de mis familiares tenían carrera o estaban en ello cosa que influye a la hora de tomar esta decisión y decidí continuar con mi formación. Seguía considerando el estudio como una inversión, estudiarías durante tres años y después encontraría trabajo con más facilidad que sin ellos. Durante esta época mis estudios siguieron siendo individualistas y un tanto indiferentes, lo que más note fue que pase a un tipo de estudio agobiante hasta que me di cuenta que las técnicas de estudio del instituto no funcionaban en la universidad, seguía teniendo un estudio esperanzado ya que me ayudaría a conseguir el puesto de trabajo deseado y seguía siendo un estudio para el servicio para ir aprobando pero nunca intentando sacar grandes notas.
3. En esta fase se producen más cambios que creo que se deben a las circunstancias que rodean el marcado laboral y como antes hice mención a la edad. Paso a considerar el estudio como desarrollo para mi mismo adquiriendo conocimientos y también un desarrollo necesario para tener más posibilidades en el mundo laboral que queda tras la crisis. También paso a un estudio mas critico, en el que por ejemplo en el trato con los profesores de clase se intenta hacer una separación entre lo que es información y lo que es opinión. Sigo teniendo un estudio esperanzado en lo que respecta a encontrar un puesto de trabajo pero uno se desespera al ver la realidad social en la que se mandan 1000 curriculum y no sabes si has escrito bien la dirección electrónica o directamente los han tirado a la basura. Actualmente sigo teniendo un estudio al servicio pero siempre intentado obtener la mayor nota posible no como antaño y paso a un estudio mas organizado.
Recordando todo las etapas de mi vida, me doy cuenta que las formas de estudio han ido cambiando.
En primaria, estudiaba de un modo solitario, recuerdo, que realizaba esquemas, subrayaba (eso sigo haciéndolo) y era todo de memorieta, sin entender lo que estudiaba.
Ya en el instituto, los tres primeros cursos, no le daba mucha importancia ya que no se diferenciaba tanto de la primaria. Al pasar al último curso, empecé a pensar un poco en mi futuro y a realizar un estudio más responsable, ya que las optativas iban orientadas para el futuro.
Al comenzar bachiller, aún más miraba por mi futuro, ya que según la rama que escogiera dependía la carrera que después estudiaría. Comenzaba a estudiar entendiendo y así era más fácil recordar. Era también un estudio competitivo, puesto que teníamos que sacar muy buena nota para poder entrar en la carrera que queríamos.
Una vez en la universidad, siempre me he propuesto llevar los estudios día a día y nunca lo he llegado a conseguir. Es un estudio desorganizado, en el que estudio cuando están llegando ya la época de exámenes.
Tras reflexionar mucho acerca de la naturaleza de mis estudios, me he dado cuenta de que son de lo más heterogéneos… A lo largo de mi vida estudiantil he pasado por diversas etapas… En realidad, hasta la Universidad no he sabido lo que era estudiar para adquirir conocimientos que me sirvieran para realizarme como persona e interiorizarlos en mi forma de ser. En el colegio y en bachillerato, los estudios eran simplemente un camino que se debía seguir para llegar a la Universidad algo que, queriendo o sin querer, nos imponen como meta. Eran estudios agobiantes, desorganizados… estudios en los que el fin era pasar de curso, obtener nota para poder estudiar la carrera que quisieras.
Al llegar a la Universidad todo es bastante diferente, te encuentras con numerosos cambios y retos que, muchas veces, te hacen ponerte al límite y con los que vas madurando y aprendiendo a ser quien quieres ser. He de reconocer que no soy muy ordenada, que suelo dejar todo para el final, pero que aunque sea así, a lo largo del curso voy interiorizando los detalles que creo más relevantes para mi forma de ser. No realizo un estudio para aprobar los exámenes, o por lo menos no únicamente, sino que busco siempre algo más, poder sacar algo más de lo que aprendo en cada curso…
Pese a la fama que tiene la Universidad de ser muy individualista (por lo menos así nos la pintaban hace años), he conocido a grandes personas que me han ido enseñando a crecer como persona.
En lo que a mi forma de estudiar se refiere, creo que el tiempo y las circunstancias han cambiado mi forma tanto de estudiar como de afrontar las materias.
Igual que la mayoría de mis compañeros, la E.G.B. (yo estudié con la Ley del 70) fue una época de estudio solidario, donde todos/as nos ayudábamos. En esta época el estudio era como un juego, recuerdo que cada vez que aprendía algo nuevo solo quería llegar a casa para contárselo a mamá. Todo lo que nos enseñaban era fascinante, puesto que a través de la escuela aprendíamos cómo funcionaba el mundo.
Cuando llegué a B.U.P. el estudio se iba haciendo cada vez más individualista. Ya no había trabajos en grupo y continuamente destacaban los méritos de los compañeros con mejores notas por lo que el estudio pasó a ser indiferente. Prácticamente me daba lo mismo la asignatura de la que se tratase, lo único importante era estar en la lista de los que tenían buenas notas.
Ni que decir tiene que toda esta competitividad fue aumentando cada curso, por lo que en COU ya el estudio se hizo agobiante. Ya no era solamente la competición creada entre compañeros/as de aula, sino la presión de Selectividad y que si no teníamos buenas notas no podríamos hacer lo que quisiéramos.
Al llegar el momento de elegir carrera, me perdí. No sabía qué quería hacer, ni lo que me gustaría ser en el futuro, puesto que nunca me habían dado la oportunidad de decidir. En el colegio e instituto se estudiaba lo “que tocaba” todo venía impuesto y entonces, cuando tenía que enfretarme a mi vida y a mi futuro, no sabía cómo hacerlo.
Elegí la carrera de Biología, solo porque en el instituto se me daba bien y me gustaba. Estuve 3 años yendo a la facultad y presentándome a los exámenes pero de nada me sirvió. Cada vez me gustaba menos lo que hacía y cuando llegaba la hora de estudiar no sabía cómo hacerlo. ¡Nunca nadie me había enseñado a estudiar! Yo estaba acostumbrada a estudiar las asignaturas de memoria, sin pararme a pensar lo que con ellas se pretendía, y el día del examen, “vomitaba” todo lo que había aprendido como un “lorito”. En la universidad pronto comprendí que este método no me llevaba a ninguna parte. Era imposible estudiar de memoria tanta teoría y temarío pero yo no era capaz de hacerlo de otro modo.
Después de 3 años en los que los resultados no fueron tan buenos como a los que yo estaba acostumbrada, decidí que era el momento de cambiar. Me preparé unas oposiciones y me vine a Badajoz a trabajar.
Hace unos años se volvió a despertar en mi el “gusanillo” de la Universidad. Fue mi cuñada, que es profesora de Educación Infantil, la que despertó en mi el gusto por la enseñanza y los/as niños/as. Es oirla hablar de “sus niños/as” y hace que cualquiera quiera dedicarse a enseñar.
En esta nueva etapa, me tomé los estudios de una manera mucho más tranquila y serena. Había madurado y lo que quería era estudiar con todos los sentidos, aprovechar cada asignatura, cada trabajo, en definitiva hacer un estudio liberador.
Así fue durante los dos primeros años de carrera. Aunque en ocasiones fue agobiante, porque trabajo hasta las 15 y no tenía todo el tiempo que quisiera para dedicarle a cada asignatura, la mayor parte del tiempo disfruté de todo lo que me aportaba la carrera: profesores, compañeros, conocimientos, etc.
En cambio, este último año, ha sido tremendamente agobiante y agotador. No puedo decir que haya disfrutado del curso ya que este año mis circunstancias personales han cambiado completamente. Hace un año que tuve a mi hijo, por lo que el esfuerzo se ha multiplicado. Ahora eran dos (mi marido y mi pequeño) a los que podía dedicar menos tiempo del deseado y necesario.
Además el cuatrimestre ha estado plagado de trabajos y exposiciones que aún me han quitado más tiempo si cabe.
Aparte siempre he sido muy organizada. Nunca me ha gustado dejar nada para el final puesto que yo “bajo presión” no sé trabajar. Sin embargo este año me he visto desbordada, no he sido capaz de organizarme en ningún momento y los trabajos se me han ido acumulando continuamente. Tanto es así que ahora, a días de los exámenes, sigo finalizando los trabajos pendientes.
Siguiendo las diferentes variantes de estudio tratadas en este post y tras una reflexión autocrítica, creo identificar claramente distintos estudios en distintas etapas de mi carrera como estudiante.
Creo no equivocarme al afirmar, que identifico claramente a lo largo de todo primaria un estudio solidario puesto que en esa etapa de tu vida, afortunadamente, no piensas de forma individual y egoísta sobre tu futuro.
En la etapa de ESO y Bachillerato, se dieron en mí varias formas de estudio. Aunque en toda la ESO acostumbraba a seguir un estudio bastante organizado, donde cada semana programaba las horas de estudio de la siguiente y eso me permitía afrontar los exámenes finales sin ninguna preocupación más allá de la que la propia época implicaba, en Bachillerato, con la Selectividad en el horizonte, esa época se convertía en un agobio inevitable. Estudiabas por un objetivo, una nota lo suficientemente alta. Por entonces ya se iba perfilando el estudio como inversión, individual y desde el éxito que me ha ido siguiendo en la universidad.
Sin embargo, en esta última, comencé a plantearme las clases y las asignaturas de una forma crítica, tal vez como resultado de una madurez que en el instituto no se tiene.
Después de leer el post, he reflexionado sobre qué tipo de estudio he realizado, y de entre todas las dicotomías que aparecen me quedaría con la del estudio con el estudio como inversión o estudio como desarrollo. Creo que nuestra sociedad nos hace víctimas del bienestar. Esto hace que ansiemos unos resultados máximos y así conseguir un trabajo de nos dé seguridad y estabilidad económicas, lo que muchos llamarían un estatus social. Pero después pienso que hay gente con trabajos de alto rango que son infelices en sus vidas, y es porque el dinero no llega satisfacer las necesidades trascendentales del hombre. Si no encuentras un por qué en tu quehacer diario, todo queda vacío. Ahí entra en juego las motivaciones en el estudio y el trabajo.