“Ya, pero todavía no…”

HASTA LUEGO,  TRISTE Y AGRADECIDO

IMG-20130128-WA0011El evangelio  en pascua  es una invitación directa a la alegría y al gozo cristiano, y habla del gozo que viene tras el parto y pasa por el sufrimiento para hacerse verdadero. En el día de hoy me ilumina la lectura creyente de lo que estoy viviendo en estos días.

descargaEl miércoles pasado me citaba Luisma, director del Instituto de Ciencias Religiosas y antiguo alumno y formando de mis quehaceres de profesor y formador en el Seminario, se sentía mal porque tenía que transmitirme que el próximo año, por decisión del arzobispo, yo no sería el profesor de las materias de Antropología Teológica y de Escatología, las cuales venía impartiendo desde que existe dicho centro, del cual también he sido subdirector en Badajoz  y director a nivel regional. No sé si es crónica de una muerte anunciada, o corresponde a la filosofía de la caverna que tan bien describió Saramago en su novela; entiendo que en estos tiempos de relativismo – que aunque condenamos lo practicamos- habrá alguien, posiblemente más nuevo, fiel, seguro, flexible  y barato que yo, que podrá hacerlo con más habilidad y seguridad. Me produce tristeza ¿cómo no?Imagen2 Hace veinticinco años que estoy ilusionado con este quehacer que me encomendaron, y para el que me preparé con cierto celo. Si no lo sintiera, no sería humano, se rompe algo a lo que has dedicado ilusión y corazón,  aunque ya llevaba tiempo que lo tenía sobre la pila de leña, como Abrahám hizo con su hijo querido, el mismo que Dios le había dado. Pero enseguida el corazón creyente se pone en funcionamiento frente a la tristeza, y lo primero que siento es un agradecimiento radical, que se sobrepone a la nostalgia y dialoga con ella, sembrando  gratuidad y  esperanza en mi interior. Sí, el corazón comienza a elaborar, desde la historia vivida, su particular magníficat desde “la Antropología y la Escatología” que tanto me ha dado.

978842931020Y lo primero que siento es agradecimiento  por la fortuna del lote y la heredad que me correspondió cuando en 1985, por decisión del Obispo – yo con temor- , Luis Rangel y Juan Delgado me llevaban -en un Renault cinco azul-, a Salamanca, lugar  que yo había elegido, para  completar estudios  superiores especializados en  Teología Dogmática en la Pontificia. Siempre he dicho que en Salamanca se me abrieron los ojos eclesiales y las perspectivas teológicas ricas y plurales, más allá del cerco de lo diocesano, tuve la suerte de encontrarme con teólogos de  primer orden – Olegario González, Ricardo Blázquez, Ignacio Teilechea, Ramón Trevijano, Adolfo González, Román Flecha…- , y de entrar en una relación estrecha y cercana con Juan Luis Ruíz de la Peña, profesor de Antropología teológica, que él entendía desdoblada y desarrollada:978847914478 en creación, Imagen de Dios, pecado, Gracia y  escatología. Me aceptó como discípulo y me enseñó todo lo fundamental que sé, aunque nunca llegué a más que a ser transmisor del pensamiento que él había investigado. Desde su reflexión se me abrieron  y enriquecieron los conceptos fundamentales  y la visión teológica  y cristiana de lo humano en medio de todas las antropologías actuales, y desde  ahí una visión de la escatología abierta, comunitaria, de resurrección universal, que sabía poner en su lugar lo individual frente a lo colectivo, y que sabía darle el peso propio a lo que es evangélico y central, frente a lo que es complementario y reverso de lo fundamental. Iba para cuatro o cinco años, pero D. Antonio me pidió que me viniera antes porque era necesario en el Seminario como formador de los filósofos.

corazónde genteCon mi licenciatura recién estrenada, comencé mi docencia en el Seminario, y desde él en la Escuela de Teología, posteriormente Instituto de Ciencias Religiosas de la provincia eclesiástica. Ahí siento un agradecimiento que me sobrepasa, porque estas materias han sido la razón del encuentro  y del camino compartido con cientos y cientos de personas en estos cinco lustros. Cómo he gozado en este quehacer, presentando, explicando, sugiriendo, contrastando, animando… he visto los rostros, las preguntas inquietas, los ojos abiertos y grandes, y hasta aquellos que lo iban viviendo como una serie  donde cada  hora  de clase podía abrir un horizonte nuevo. A todos los recuerdo como comunidad de fe compartida y enriquecida, algunos ya en el cielo.Imagen1 Todo lo que he vivido  con vosotros, generaciones de alumnos en el seminario, unos sacerdotes y otros no,  de laicos y laicas, religiosas en el instituto… pero todos con este saber y sabor de lo humano y lo divino en la esperanza, de un “ya”  que nos favorece la lectura creyente esperanzada, y de un “todavía no” que impedía cerrar la puertas para lo más definitivo y nuevo que pudiera colmar todos los deseos  profundos y auténticos de lo humano. Me duele que a algunos no supiera llevarles la frescura de este pensar tan rico, que para algunos lo hiciera pesado, escandaloso  o difícil, y pido perdón de corazón.
imagesY en el agradecimiento- cómo no-  está lo que se ha incrustrado en mi ser creyente  desde este quehacer de enseñar antropología teológica y escatología, eso que – Dios mediante- nunca voy  a perder; puedo dejar de  impartir clases  en las aulas del  Instituto, pero no  el vivir con esta esperanza y sueño de lo humano y del Reino prometido. Ahora mismo se abren los caminos de la posibilidad de un centro de escucha donde la antropología se mostrará en  todo su esplendor, como  un nuevo areópago, y en el que ya están implicadas  un buen grupo de personas laicas con este espíritu de lo nuevo y del resucitado. Imagen3Y por otro lado, la misma asociación “por ellos” de padres y madres que han visto morir a sus hijos y que son ya para mí como familia, donde he aprendido tanto sobre el vivir la muerte desde la vida – lo narraba en el  último número de Pax et Emerita-. Es tan apasionante el camino de la antropología cristiana y la esperanza del Reino, que el dolor y la tristeza sólo se merecen la mención de ser paso al verdadero gozo y la alegría. Es lo que espero en estos momentos. Bueno también me alegrará que quien lo explique ahora, lo recibiera de mis pobres explicaciones en su día,  que le hubiera gustado, y que ahora lo haga mucho mejor que yo. Recuerdo con  especial veneración a todos los compañeros del claustro del que  he formado parte y con los que he compartido fatigas e ilusiones, tanto de esta diócesis como de las hermanas.

Papa piesEl evangelio de hoy, como decía al principio, me viene al pelo – que dicen los jóvenes- porque aunque me duele dejar de acompañar a los laicos en su formación teológica en estas materias en el instituto del que me siento parte, sé que Dios me tendrá reservado gozo y alegría, como siempre lo ha hecho, en posibilidades y campos nuevos. Por de pronto el corazón deja estas aulas repleto de vidas e historias, de personas concretas que ni quiero ni puedo olvidar, y con las que seguro que un día estaremos en la misma casa, en la misma mesa, con el mismo padre y el pan de la vida en sus manos…  y entonces, sólo entonces, estaremos contentos ¡

33 Responses to ““Ya, pero todavía no…””

  1. Gracias, Pepe, por este testimonio que nos das desde el desconcierto que te crea tu cese como profesor del Instituto de Ciencias Religiosas del que has sido profesor desde su fundación. Entiendo, y “sí, pero no” lamento tu desconcierto. No lo lamento porque, como bien dices, tu desconcierto y cierta tristeza es señal de lo mucho que aprecias esa institución y el tiempo dedicado a ella. Sí lo lamento, primeramente por lo que supone de ruptura para tu vida, y en segundo lugar por lo que trae consigo de pérdida para el mismo Centro. Creo que con tu salida se pierde uno de los pilares de esa Institución, tanto a nivel personal como intelectual. No puedo olvidar y recordar (y sé que algunos dirán que estas letras son por ello interesadas) que te debo la oportunidad, allá por el año 1995, de haber podido dar clases a nivel universitario; aquella primera asignatura que impartí, sustituyendo al profesor de “El Dios de Jesucristo”, entonces de baja por enfermedad, fue un reto para mi. Luego me confiasteis otras asignaturas más fronterizas a la teología, pero no por ello menos apasionantes. Para mis labores pastorales, el hecho de ser profesor a este nivel -en distintos Institutos de Enseñanza Secundaria estuve 18 años- ha supuesto, como supongo que lo es para ti, un acicate para estar más atento a las realidades que vivimos cada día en la Iglesia y en el mundo. Me entristece tu partida, pero sé que no te quedarás mirando al cielo. Gracias, Pepe.

  2. Querido Pepe:
    Consternación. Esa es la palabra que define mi estado de ánimo ante la noticia de que te echan del ISCR. Eres, y que cada uno lo interprete como quiera, a estas alturas me da igual porque peores cosas que se han dicho de mí en este último año no se van a decir por este comentario, como digo eres uno de los mejores teólogos de esta diócesis, y uno de los mejores profesores de teología. Asignaturas a priori tan etéreas como la Escatología nos las hiciste cercanas y tangibles, y, sobre todo, comprensibles. Los que hemos sido alumnos tuyos, independientemente de la síntesis teológica que después cada uno haya hecho, hemos de estarte agradecido por tu labor docente. Eres un profesor exigente, pero tu exigencia empieza contigo mismo, y eso es de agradecer. Pero, sobre todo, eres un profesor honesto, que no se guarda en el bolsillo las opiniones de otros teólogos con los que no se está de acuerdo. Tú procuraste que nos acercáramos a la teología, pero también a la vida, con ojos críticos, en el mejor sentido de la palabra, discerniendo aquello que leíamos, veíamos y escuchábamos y formando nuestra propia opinión. O dicho de otro modo, la metodología de la Acción Católica de ver, juzgar y actuar la llevas a la práctica incluso en tu labor docente. Nunca esta diócesis estará lo suficientemente agradecida por la labor que has hecho en el ISCR, y el Seminario, y la que haces en el CSET y en la Universidad de Extremadura. Gracias, hermano, gracias, maestro.

  3. Amigo Pepe, yo no te conocí como profesor mío, que ya me hubiera gustado beber de la fuente de tu sabiduría para pero sí cómo persona y compañero y hasta como amigo. Por eso te entiendo, y lamento el que te quiten esa oportunidad de ir formando futuras personas en la fe en el Cristo que tú acogiste en tu vida y en tu formación, y que con tanta entrega y generosidad has ido transmitiendo en tus años de profesorado y de formador no sólo en el Seminario, sino por allí por donde vas pasando.
    Sólo decirte que hoy Cristo asciende a lo más alto del Cielo como el Señor de todo, pero antes descendió a los infiernos: con los pobres, los leprosos, la gente más sencilla, los pecadores, hasta la Cruz. Pero por eso el Padre lo levantó y lo puso por encima de todos los que le habían hecho descender.
    Que nada, ni nadie te quite tu alegría, que es la herencia de la Buena Noticia de Jesús.
    Como te dice Casto que no te quedes mirando al Cielo, que yo sé que no lo harás, por que hay mucha “tierra” por labrar y sembrar y tú eres un buen “sembrador de la Palabra.

  4. En situaciones incomprensibles y difíciles de digerir yo suelo recurrir a la enseñanza de Teresa de Cepeda y Ahumada:
    ¿Ves la gloria del mundo?
    Es gloria vana;
    nada tiene de estable,
    todo se pasa. Nada te turbe, nada te espante…

    ¿Y que mejor que recordar el salmo 23?: “aunque camine por cañadas oscuras nada temo porque tú estás conmigo”. El Señor es mi Pastor, nada me falta…

    Ánimo Pepe te queda mucho por hacer.

    Enseñarás a volar
    pero no volarán tu vuelo.
    Enseñarás a soñar,
    pero no soñarán tu sueño.
    Enseñarás a vivir,
    pero no vivirán tu vida.
    Pero sabrás que cada vez que ellos
    vuelen, piensen, sueñen, canten, vivan…
    Estará la semilla del camino
    enseñado y aprendido.

    Besos.

  5. Saludos a través de nuestro amigo común Jesús Visa. ¡Habrá tantos negocios, ocios y personas con las que entretenerte y gastarte como vienes haciendo, que esto es casi nada, sólo y apenas un pequeño quebranto del que te repondrás más pronto que tarde!
    Precisamente ha sido celebrando al maestro Juan de Ávila, experto en sufrir en propia carne cosillas semejantes a esta que ahora nos explicas, como hemos comentado sobre nuestros propios devenires; también de los ajenos.
    Un abrazo y ya sabes que el Maestro, esta vez con mayúscula, y los Hermanos, también con mayúsucla, siguen estando esperándonos en Galilea.
    ¡Ah!, otra cosa más. No esperes tanto para estar y sentirte contento. Puedes hacerlo desde ya. Lo tienes merecido.

  6. Querido Pepe.
    Como alumna tuya en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, tengo que decir que DISFRUTÉ MUCHO con tus clases. Y tú lo sabes. Se me abrieron horizontes nuevos y descubrí un nuevo modo de comprender a los otros y a mi misma, en este caminar histórico y encarnado hacia lo definitivo.
    Creo que eres un profesor excelente y que el Instituto se lo pierde.
    GRACIAS por todo lo que nos has dado… Y todo lo que seguirás dándonos, aunque sea desde otras pizarras.

  7. Al leer tus palabras sobre la decisión que se ha tomado en el ISCR quería decirte que personalmente, que te he tenido como profesor, aunque no haya sido en el ISCR, sé que contigo se van a perder a un GRAN profesor en esas aulas, tanto a nivel intelectual como humano, tanto por tu formidable experiencia en educar como por tu saber hacer bien las cosas que todos los que hemos pisado tus clases conocemos…allá el que haya tomado esa decisión…tu lo que has hecho en el instituto seguro que está dando sus frutos como lo está dando a nivel universitario, que soy testigo de ello.Ahora tienes mucho en vista, asi que, seguro que a todos les vas a transmitir ese buen hacer y esa personalidad tan genial y sabia que posees, que es un auténtico don…Has sido tocado por la mano de Dios, Pepe y todos los que te conocemos, lo sabemos…Muchas veces las decisiones de las personas no son las decisiones de nuestro Señor.Mucho ánimo y a seguir para adelante que queda mucho camino por recorrer y sembrar, seguro…Un abrazo.

  8. !Es tanta la mies y los obreros tan pocos, que nunca te faltará terreno para sembrar desde tus carismas! Seguro que el Señor te tiene preparado otras tareas… un beso muy fuerte.

  9. Me entristece y me alegra la notícia! El ISCR, pierde un gran profesor, pero para esa gente que ha apostado por ti como la asociación ” Por ellos” a la que me siento tan unida por estar dentro de algunas de esas familias, me alegra enormemente! Dios no deja nunca de asombrarme!!! Me viene a la mente ese Salmo 55. ” Dios no dejará caído al justo ” P´alante, Dios está ahí y cómo dice la canción, Él tiene la parte dos…

  10. Enga, pepe. Tú di como san pedro: “tú sabes que te quiero” y palante.

  11. UN ABRAZO.

  12. Querido Pepe,ni que decir tiene que estamos contigo toda la familia. Es una lastima que los próximos alumnos del ISCR no puedan contar con tan magnifico profesor y mejor persona, yo como antiguo alumno se de lo que hablo al igual de todos los que tuvimos la suerte de encontrarte en nuestro caminar.Sólo añadir que cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana y conociendote seguro que la ventana es un gran ventanal. Saludos

  13. Muda me he quedado de la impresión. Lo siento por tí,porque sé lo que disfrutas enseñando,y por los futuros alumnos del Instituto pues se verán privados de tus enseñanzas y del placer que supone escucharte.Un abrazo y sigue sembrando cómo sólo tu sabes hacerlo

  14. Desde la que fue tu parroquia (que sigue siéndolo) solamente decirte que Gracias por tu trabajo, por tu pensamiento y por todas las cosas buenas que has aportado y sigues aportando a nuestra diócesis. Un abrazo!

  15. Acabo de leerlo y, la verdad, es que, a estas alturas de la película, no me extraña, aunque sí me entristece mucho. Desde aquí mi público reconocimiento por todo lo aprendido que ha sido mucho y muy bueno. Siéntete muy feliz por lo sembrado y recordando al Quijote: ladran Sancho luego cabalgamos, Gracias Pepe!

  16. Apreciado Pepe: he leído atentamente tu exposición que me ha llegado a través de un amigo común. Desconozco las causas que han llevado a estos efectos así que ni siquiera tengo elementos de juicio para opinar. Sin embargo, es las líneas que suscribes es fácil entrever en ella tu dolor contenido y seguramente al borde de la explosión. No llegues a ella, no merece la pena. Aunque sé que no vas a llegar (no parece propio de tu talante) prefiero alentar este aspecto. Precisamente esta mañana, leyendo la carta a los hebreos, me ha llamado la atención, quizás porque ya estaba “afectado” por tu lectura, el siguiente texto: “Que ninguna raíz amarga retoñe y os turbe y por ella llegue a inficionarse la comunidad” (Hb 12, 15).
    No es poca tarea la de estar alerta para impedirlo, por el bien tuyo y la de aquellos que te encomendaron. Un abrazo.

  17. Son los estertores de una iglesia caduca y mandona frente a una iglesia de “puertas abiertas (“el viento que retumbó en toda la casa”); del atrincheramiento de un guetto de “largo invierno” con alergia griposa primaveral frente a la primavera “donde cada uno les oía hablar en su propio idioma”; de un adoctrinamiennto tipo Youcat a un “oir hablar de Dios en nuestra propia lengua”; de un holor de colonia “Giorgio” frente al “olor ovejil de las Villuercas”. “Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde”, dice el bueno de Jesús, porque el Espiritu Santo parece ser que entró con las puertas y ventanas cerradas. Un abrazo de esperanza. Enrique

  18. LO SIENTO MUCHO. No se que criterios tan extraños se puede utilizar para prescindir de un profesor que transmite con fidelidad el Mensaje, que ayuda a pensar a sus alumnos, que abre caminos, y que sin ningún tipo de problemas lleva haciéndolo tantos años. Viviremos con la esperanza de una Iglesia que se alegre de la riqueza de todos sus carismas. Un abrazo

  19. Ainsss, lo siento, Pepe!!! Sin embargo, tanto, tanto te queda por enseñar por otros lares!

  20. Además, sin duda, estarás más en comunión también con todos aquellos que están siendo desplazados de sus puestos tras años de saber y experiencia que son sustituidos por otros más ‘baratos’

  21. Aaaaay, Pepe, que acabo de leer el blog y me he quedado de piedra (una vez más). Sigo sin comprender muchas cosas, aunque viendo el percal no me extraña nada. Has sido, eres y será siempre un buen referente de una teología viva, llena de color y de música alegre, esperanzada y abierta, sencilla y directa, y que como alumno tuyo pude vivir. Y sí, te digo algo que yo me digo muchas veces en mi vida y que lo intento transmitir (y que por cierto te lo dice Eugenio Campanario Larguero): ¡¡¡¡P’ALANTE!!!! Un abrazo.

  22. Un abrazo y ánimo, allí donde estés vas a dar testimonio de fee a todo el que te conozca y los cambios son sólo eso nuevas pág. Del gran libro que vamos escribiendo

  23. Pues yo contento estoy ya, sin la plenitud por lo del “todavía no”. Y estoy contento porque he tenido la suerte de aprender contigo tantas cosas…y sobre todo disfrutar de esa disponibilidad tan alegre y sencilla, sacrificando lo que fuese, porque tienes asumido que lo importante no eres sólo tú y tu salvación, sino la de los demás, empezando por los más cercanos, dejando que Dios se sirva de ti para que los demás crezcamos: “ascendamos” . Tus clases, tus escritos, tus homilías, tus ejercicios espirituales ( aquel que dedicaste a los sentimientos de Cristo, que no se me ha olvidado) tus charlas de mesa y mantel o sin mantel… me han puesto a mí y a tantos… en la búsqueda y en el servicio, poniendo la vida misma, la realidad de cada día como camino hacia ese ya
    Y bueno…que los que se alegrarán serán los que estén donde vayas, porque -además de atender más a tu madre- algo harás con ese tiempo. ABRAZO

  24. Querido amigo, … cada día más sorprendido por cómo pasan las cosas y, en muchas acciones, más preocupado de cómo pueden seguir sucediendo. Y lo peor de todo es que nos quedemos indiferentes; es algo así como los buenos borreguitos que balan y balan pero, al final, todos al mismo redil y por la misma puerta. A mí me enseñásteis en mi etapa de seminarista que la diócesis es la casa común y la parroquia o el destino que sea la fuente del encuentro con los demás, … y me gustaría que así fuera. Pero hoy mucho me temo que, al menos para mí, la parroquia es y sigue siendo el lugar del encuentro con los demás y con Dios, … porque para mí, cada día más, la casa común es mi familia y mis amigos, … y la diócesis está quedando en un plano un tanto lejano.

    Hoy viene un precioso artículo en Vida Nueva sobre la autoridad como servicio. Un Papa Francsico que cuenta con un grupo de cardenales para dejarse guiar y asesorar, además de pedir la bendición del pueblo el día de su elección. Y, entre nosotros, nada de nada y menos de colegialidad, de corresponsabilidad, … y por desgracia, poco de servicio. Esto es lo que me duele con decisiones que se toman como ahora la toman contigo. Sin pocas explicaciones, posiblemente ninguna, … y sin necesidad de tomarla, porque las asignaturas hay que seguir ofreciéndolas; y tú, además de hacerlo como un servicio y algo te identifica, bien realizado, tienes el reconocimiento de tus alúmnos y haber fijado las bases de lo que hoy es el ISCR. Por eso no lo entiendo, por muchas vueltas que le doy. Es como querer hacer daño a tu persona por el simple hecho de hacer daño, …. pero bueno, como dice el Papa Francisco, “No perdamos la esperanza”. Un abrazo.

  25. Querido Pepe, sabes que no hay ventanas ni puertas capaces de cercar el campo; que no existen tristezas que apaguen la alegría del evangelio y que el saber de Dios no lo contiene ni lo retiene nadie. La vida tiene un sentido, y como dice Savater, es hacia adelante.

    Y por cierto, para aquellos anónimos que gustan de las sombras, nada hay oculto que no llegue a descubrirse, así que atreveos a proclamar desde las terrazas lo que murmuráis entre dientes.

  26. Amigo Pepe: después de leer tu artículo,la sorpresa se ha apoderado de mi, bueno mejor consternación que sorpresa, pues a estas malturas uno se sorprende de pocas cosas.
    Eres mucho más joven que yo, por tanto no te he tenido como profesor, pero sí mchos conocemos tu trayectoria como profesor,tu buen hacer,tu libertad, tu seriedad y dedicación.
    Lamento esos anónimos, el no querer dar la cara por si acaso…digo yo.
    Pepe, ánimo.Cuando los hombres cerramos puertas, el Espíirtu abre ventanas.Y esa lectura creyente, que tanto acostumbra a hacer,te irá indicando el camino de Dios. Un abrazo

  27. Siento que te hayan quitado las clases sin dar ninguna explicación. Debemos dar siempre razones. No somos piezas del ajedrez que cambiamos sin más. Somos personas con razón y sentimientos y debemos ser tratados como tales. Gracias Pepe por tu gran magisterio y tu buen hacer como profesor. Siempre podemos aprender de ti, ya que Dios te ha dado el don de la palabra y la sabiduría. No te desanimes, puedes enseñar en otros muchos foros donde sí valoramos tus lecciones. Pidamos al Espíritu humanidad y sensibilidad para la Iglesia.

  28. Lo mejor de todo es que a quién echan no es a tí. Ya sabes: “os echarán de la sinagoga (iglesia) … pensando que honran a Dios”. Bah. No merece la pena. Además la cátedra de tu pensamiento en este horizonte de libertad que es la red no te lo quitará nadie. A mi modesto modo de entender, simplemente se honran a sus barrigas, porque no les llega a honrar sus cabezas (ya han dado motivos suficientes que no pueden). Saludos y ánimos.

  29. Querido Pepe, lo siento por la tristeza que esto te genera, por las formas que se tienen de hacer las cosas y sobre todo por tus alumnos y alumnas que son los que más pierden, pero aún tienes mucho que aportar en todos los demás espacios donde estas.
    Admiro esa libertad que has tenido siempre, y la profundidad para leer creyentemente los pequeños gestos de cada día. Cuánto he aprendido de ti y sigo aprendiendo, sin haber sido alumna tuya en ISCR.

    Que pena esos anónimos o ese anónimo que se esconde, no tiene la suficiente valentía para salir a la luz. El daño es gratuito y fácil para algunos que dicen formar parte de esta Iglesia.

  30. Querido Pepe me uno al sentir de tantos que lamentan ese cese, para mi inexplicable, como profesor del Instituto Teológico. Por mi parte agradezco mucho tus enseñanzas y sobre todo tu testimonio de servicio y amor a esta Iglesia. Una vez más es ésta la que sale perdiendo.

  31. “se veía de venir… y todo el pueblo lo sabía”
    Esta visto que lo de profeta en estos tiempos no tiene porvenir, sobre todo si es en solitario. Pero tu tienes muchos sitios a donde ir y ser bien recibido. Lo siento por el Instituto y por lo alumnos. van a echar de menos tus cantos por el pasillo: “ lala, lala, lala…” Y más cosas.
    Un abrazo, y dedícate a las cosas importantes, ahora que tienes más tiempo.

  32. Amigo y Maestro, Pepe.
    Siéntete apoyado por otros que hemos aprendido de ti fuera del instituto, en la vida, implicándote hasta el fondo en nuestro medio y dando testimonio de la sencillez y la valentía de Jesús. Al poder nunca le ha gustado que nos sintamos felices y libres. Es una pena que el arzobispado siga entendiendo el poder así, a pesar de un papa que lo entiende como servicio. Yo me quedo con la alegría del documento diocesano recientemente publicado, inmerso en la realidad, del lado de los pobres. Me quedo con esa Iglesia y me quedo contigo. Como dijo Neruda: “Podrán cortar las flores, pero nunca detendrán la primavera”

  33. Querido profe,
    hace dos años estudié Escatología contigo en el Instituto del que ahora te han destituido sin piedad. Estaba deseando que llegara el curso que viene para asistir a tus clases de Antropología Teológica y ahora me encuentro con que no será posible. ¡¡¡Me niego!!! No lo acepto, ni pienso quedarme de brazos cruzados, no es mi estilo! Tú has hecho voto de obediencia, pero yo no. De modo que por lo que a mí respecta, haré llegar mi más profundo desacuerdo y malestar por el fondo y la forma de semejante decisión. Es más, con este panorama, es posible que ni siquiera me matricule!! ¿Esta es la Iglesia que viene? ¡Menudo espectáculo! Un abrazo fuerte y todo mi apoyo