Carne de nuestra carne…

“Tomad y comed: los bienes de gratuidad” (La eucaristía de la historia)

DSC01289[1]Hoy, en la mañana, al llegar a la universidad y abrir el ordenador, me saludaban en el facebook y me preguntaban por el día. Mi respuesta no fue rápida, ni optimista en el anverso, aunque sí en el reverso: “me siento cansado, no sé si psíquica o físicamente, o las dos cosas…pero seguro que en el día de hoy vendrá algo que me pondrá mucho mejor”; sí, por aquel dicho chistoso  de que “hoy hace un día malucho…pero verás como viene alguien y lo alegra…”

buen  pastorY ahora en la media noche,  cuando son casi las doce y sin cenicienta,  tengo entre mis manos una lectura que Nane ha ofrecido como paraliturgia al final de una reunión de laicos cristianos adultos de Badajoz en la que he participado. Es un texto de Adela Cortina que transcribo: “…criticar las injusticias y ayudar a hacer justicia es tarea nuestra. Pero con esto no basta, hay gran cantidad de bienes sino los que la vida no puede ser buena y tienen la peculiaridad de que ningún ser humano tiene derecho a ellos, nadie puede reclamarlos en estricta justicia: nadie tiene derecho a ser consolado cuando llega la tristeza; nadie puede exigir esperanza si ya no espera nada; nadie puede reivindicar que alguien le contagie ilusión; nadie puede reclamar en una ventanilla un sentido para su vida… Estas son necesidades que sólo se pueden acallar con otros que han descubierto no el deber de justicia, sino la obligación gratuita (graciosa) de tener los ojos bien abiertos ante el sufrimiento. Nuestra vida no puede ser buena sin compartir con los que son carne de nuestras carne y sangre de nuestra sangre la ternura, el consuelo, la esperanza y el sentido”.

cartel centro escuchaMe identifico con este texto desde lo vivido en esta tarde en los salones de la parroquia de Guadalupe.  Primero con un grupo de personas que estamos en el proceso de formar un centro de escucha en nuestra ciudad. El objetivo de este proyecto, a la luz de los centros de los Camilos, es precisamente ejercer desde la escucha el acompañamiento en la ternura, el consuelo, la esperanza y el sentido para todos los que sufren duelo por cualquier circunstancia vital negativa o de muerte. Hay un grupo de unas cuarenta personas ya conectadas con esta ilusión de ejercer y vivir en los bienes de gratuidad, esos que nadie puede exigir y que sin embargo todos necesitamos, y que tienen que salir de lo profundo, de la entrañas de un voluntariado formado en la gratuidad y en el  ejercicio de una escucha madura y equilibrada. Hay técnicos, personas con disponibilidad de tiempo para entregarlo desde el corazón, otros dispuestos a ejercer el voluntariado para estar cerca de los otros, y sobre todo con deseo de formación para poder hacerlo con calidad. Hoy mismo, desde lo incipiente del proyecto ya hemos puesto en contacto a la madre de un joven que murió ahogado hace poco en el Guadiana con la asociación “por ellos” – implicados en el proyecto-, expertos en el duelo de la pérdida de los hijos, por propia experiencia, y que  con su ternura, unidos en el mismo dolor, carne y sangre, serán consuelo, esperanza y ayuda para el sentido para esta familia. Tras la reunión, los catequistas nos agasajaron con un café y tartas compartidas pues hoy estaban de despedida de catequesis con los niños, y hacían fiesta para celebrar la alegría y la ilusión de todo lo que ha sido el curso, semana a semana. La gratuidad y la alegría a flor de piel.

parroquia guadalupe altarLa Eucaristía en la intimidad del oratorio de lo diario, con la familia parroquial sencilla y fiel – donde se encontraba  Felisa con sus noventa y seis años, y  hasta un adolescente joven anónimo-, me ayuda a poner en la mesa del altar el proyecto soñado de la escucha, con la invitación del evangelio del día a arriesgar, con la confianza de que el horizonte es, en la cercanía, el ciento por uno y ,en la ultimidad, la vida eterna. Y desde ahí, me preparo para otro encuentro que me espera en el salón de actos. Allí  están miembros representantes de distintos grupos de laicos cristianos maduros, entre los que se encuentran los grupos de profesionales cristianos a los que pertenezco. Llevamos dos años en red,  encontrándonos, para ir trabajando con sensibilidad común todo el tema de la crisis y del quehacer cristiano ante ella. Otros cursos hemos compartido el análisis de la realidad y su dolor, las posibilidades de acción y compromiso, y este año nos convoca la acción.bienes Hoy se trataba de avanzar en acciones comunes y coordinadas para responder a los retos más fuertes que se están dando en la sociedad. Hemos reflexionado juntos sobre propuestas planteadas en los distintos grupos, y hemos sintetizado cuestiones de organización, sensibilización, acciones de transformación y proyectos a ultimar y precisar poco a poco. El deseo es mojarnos en la realidad, y hacerlo de un modo concreto: Denuncias, apoyo profesional, microcréditos, banca ética,  modos alternativos de consumo y vida, colaboración en proyectos de cáritas… Retos que nos unirán y nos enriquecerán en nuestro ser y hacer.

Y ahora cuando me recojo en la intimidad y el silencio de la noche, tras haber cumplido mis deberes filiales con mi madre que siguen fortaleciéndome, al releer el texto de Adela Cortina, siento que hoy he estado rodeado  por muchos bienes de gratuidad, de esos que no puedo exigir pero que Dios me los regala continuamente a través de muchísimas personas, proyectos, reuniones…Papa pies Y  me siento agradecido en mi interior, porque han venido hasta mí y me han alegrado, descansado, consolado, esperanzado y me han renovado en el sentido. Por último es  un amigo de profesionales, el que con una llamada de teléfono, me dice explícitamente que sólo me llama para saber cómo estoy, porque quiere decirme que él está cerca de mí, que le alegra mi persona y quiere apoyarme en todo. Me dice que este fin de semana que hemos pasado juntos en Madrid en la asamblea, me ha visto contento y animado… y comparte ese contento y da gracias a Dios por ello.  Cuánto bien de gratuidad, totalmente gratuito ¡

Y todo  me va abriendo el corazón y el sentimiento para ir adentrando en el verdadero sentido de la fiesta del Corpus Christi: “carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre”.

3 Responses to “Carne de nuestra carne…”

  1. Todo y todos te acompañan, siempre han estado cerca, y tú has sido tocado por la gracia de irlo viendo.

  2. Gracias Pepe por compartir en voz alta, y darnos la oportunidad de pararnos, de palparnos para ver como vamos por la vida, para comprobar como de lleno o de vacío llevamos el deposito de gratuidad, de sentido, de fuerzas para no rendirnos y seguir humildemente construyendo una matriz,donde sobre todo a los que están en situaciones personales y sociales de mayor vulnerabilidad, no les falten esos bienes de gratuidad, que tanto necesitan ellos y nosotros…Un abrazo!

  3. Bonitas palabras de aliento, que nos vienen de lujo a quienes por diferentes motivos no estamos pasando el mejor de los momentos y yo sólo le pido a Dios, sin él imposible, que no deje de enviarme…ILUSIÓN…con eso, a todas partes.

    Un abrazo!!!