JEC: jóvenes creyentes y creativos

“Los jóvenes crean y creen”jec

La acción del Espíritu se gana cada día nuevos corazones  jóvenes que se hacen apóstoles de la alegría  del evangelio  en medio del mundo. Recuerdo mi  llegada a la universidad pública de Extremadura, recién nombrado delegado de pastoral universitaria en la diócesis, lleno de esquemas pastorales previos al contacto con la realidad. Allí estaban un grupo de estudiantes a los que el arzobispo me pidió que les echara una mano, eran los miembros del movimiento de JEC  en Badajoz. Según entré en contacto con ellos y  los que les acompañaban fui descubriendo la realidad de la universidad, del  estudio, de los jóvenes universitarios de un modo completamente nuevo. Ellos me enseñaron a leer evangelio y universidad conectados, aprendí a hacer lectura creyente sin esquemas ya maquillados de doctrinas y cultos elaborados al margen de la realidad y la vida. Según fui avanzando me sentí realmente evangelizado por sus procesos y sus acciones, así como por su protagonismo.

Hace unos días he vuelto a participar en la asamblea regional de este movimiento en Extremadura, allí  se ha vuelto a profundizar sobre la revisión de vida, la espiritualidad, la organización, la acción y la convocatoria desde la campaña y otros medios. Una vez más ha resonado su lema para los próximos tres años: “Creamos lo que creemos”, un juego de palabras entre el creer y el crear. Entienden que es el momento de ser creativos en la misión, tanto en el lenguaje como en las formas y las acciones. Todo un comulgar con los planteamientos del papa Francisco en su documento acerca de la Alegría del Evangelio. Pero destaco la presencia de adultos, animadores y sacerdotes, que han participado acompañando a chavales que tienen la intención de iniciarse en este movimiento, adolescentes que van desde los catorce a los dieciséis años, ellos han testimoniado lo mismo que yo experimento constantemente, que los jóvenes nos evangelizan. Nos hacen testigos de sus procesos de fe y compromiso, de fidelidad al Dios del Evangelio en la entrega y el riesgo. Un movimiento de protagonismo juvenil centrados en Cristo, su evangelio y la realidad estudiantil que les es propia, preocupados por sus personas y la sociedad en la que viven.

Ahora mismo ellos están con unos planteamientos de renovación y convocatoria de cara a los jóvenes estudiantes de los institutos y las universidades. Tras la asamblea estatal en Valladolid tienen claro por dónde tienen que caminar. Un breve manifiesto desde la asamblea nos testimonia el espíritu que los habita y los define:

“Creamos lo que creemos”

En este momento de fuertes cuestionamientos sociales, culturales, económicos, ideológicos y religiosos, los y las militantes de las etapas de Universidad y Graduados de la JEC hemos celebrado nuestra XXXVI Asamblea General llevando a cabo una reflexión que pretende dar respuesta a las necesidades de la juventud estudiante actual desde una mirada profunda hacia el Mundo, Dios y la Iglesia y desde la comprensión de una rica herencia de compromiso y servicio en el medio que nos identifica.

Como movimiento especializado de Iglesia nos encontramos en la compleja dialéctica entre la Iglesia y el medio estudiantil. Ante esta doble identidad, es necesario un conocimiento exhaustivo de ambas realidades para dar respuesta a las llamadas que surgen en ambos espacios y afrontar, desde nuestra vocación de frontera y nuestro ser Iglesia, la ilusionante tarea de la evangelización del medio estudiantil. Por este motivo hemos buscado formación fuera de nuestro movimiento: el testimonio de personas tanto laicas como religiosas, cercanas y lejanas a la Iglesia y pertenecientes a otros movimientos y asociaciones para que nos iluminen, compartan su experiencia y conocimientos y, en definitiva, nos interpelen.

Sin embargo, quedarnos en el análisis del entorno sería insuficiente. También a nivel interno hemos de tener una misión, unos objetivos y una estructura que permitan responder a este fin. Por eso hemos llevado a cabo una revisión propositiva de la situación actual del movimiento, siendo autocríticos con la organización, estudiando nuevas formas que nos permitan ser más significativos y fecundos y puedan adecuarse más y mejor al desarrollo y acompañamiento de procesos militantes.

Para ello hemos de beber de las fuentes primeras del Evangelio que es lo que define la razón de ser de este movimiento y que concretamos en la Pedagogía de la Acción, la Revisión de Vida y la Lectura Creyente de la realidad como herramientas integrales de crecimiento y desarrollo personal. El Dios que se revela en los hechos de cada día y en las personas nos impulsa y nos alienta a hacer de nuestras vidas una Eucaristía desde nuestra debilidad y fragilidad. Como movimiento especializado nos sentimos elegidos para ser testimonio de fe en la escuela a través de la escucha, la compresión y la acción transformadora, siendo ejemplo con nuestra propia vida de la presencia del Dios vivo en el mundo y en la historia.

Acaban de lanzar un pequeño video en el que plasman sus objetivos y propuestas para los próximos tres años, pequeño detalle de cómo ellos saben decir en lenguajes nuevos y apropiados para ellos y sus compañeros lo que consideran fundamental. Os invito a no perderos este mensaje en Yootube:

https://www.youtube.com/watch?v=DV9Dkih5TdQ&feature=youtu.be