Sueldo y corazón, Ronaldo y Manolo

ALEGRÍA EN EL DOLOR

Vulnerabilidad en el trabajo

Muchas veces he oído hablar de los accidentes laborales,  de la debilidad de muchos trabajadores que se exponen a diario con una vulnerabilidad tremenda. En más de una ocasión lo había pensado respecto a mi amigo Manolo Méndez, un hombre bueno donde los haya, de esos que hasta el pueblo se da cuenta y lo reconoce , como lo hicieron con él nombrándolo “Poblanchín del año”  en Puebla de la Calzada. Es un hombre con un corazón tan grande como su cuerpo, de una alegría imparable, de una actividad incesante, de una entrega sin límites, con una disponibilidad y altruismo que le caracteriza. Esposo de Loly, compañera del alma, con tres hijas como tres soles. Su trabajo duro, conductor de un camión repartiendo pollos por toda la comarca, levantándose  de madrugada – a las cuatro, a las cinco- según el recorrido. El otro día me llama su esposa y me dice que estaba en la UCI de  Mérida porque había sufrido un accidente. Inmediatamente pensé que se habría dormido conduciendo, cosa muy probable dado su horario. Pero no fue así, en plena calle, cuando cogía mercancía y cerraba las puertas de su vehículo, alguien no controló su coche, se empotró con el camión, rebotó y se llevó por delante a este amigo entrañable, lanzándolo más de veinte metros y quedándolo roto en la calle, con siete costillas rotas, dos vértebras dañadas, heridas y contusiones por todo el cuerpo, así como dañado el pulmón.

El sanador herido

La Uci ha sido su lugar más de una semana, hasta que ha podido pasar a una habitación, hoy lo he visitado y he quedado impresionado, por su vivencia de la vulnerabilidad y de su dolor herido, ni una palabra de reproche hacia nadie, ni una queja de su situación, ni de palabra de miedo, al revés, con una alegría, con un sentido, con un deseo de aprender de esta situación. Y lo más llamativo, con una fe a prueba de bomba, confiado en el Padre y deseando ser  más para los demás. Sabe que no está solo, tanto en lo trascendente como en lo humano, cuando te despides de él te dice a bocajarro que te quiere un montón. Tiene raíces  de Don Bosco, verdadero salesiano,  y se dedica a facilitar la vida a los demás. Hoy quería hacerle un altar a un médico de la UCI que le ayudó a entender lo que le pasaba, cuando no daba pie con bolo, en aquel lugar que le parecía un programa de gran hermano, donde le habían metido sin saber cómo, cuando él había salido en la madrugada a llevar pollos por los pueblos.

Nos duele porque nos quieres

Nosotros en el movimiento de juventud estudiante católica y en profesionales cristianos, lo hemos sentido como propio  y nos hemos asustado, pero hoy lo felicitamos porque es grande de verdad, porque sabe mantener la alegría en el dolor, dándonos un ejemplo de gigante en el vivir y en el creer, no podemos menos que decir que este hombre es bueno y lo es siempre. Lo sabíamos porque nos da la vida en cada encuentro encargándose de la cocina y haciendo un servicio que no se puede pagar con dinero, porque él lo hace con el alma – con su querida Loly-, ahora queremos que sientas que estamos contigo, como sabemos que lo está todo tu pueblo, toda tu parroquia, y tu cofradía de la Inmaculada de la Puebla. Un abrazo grande y sigue queriendo, gigantón, que te necesitamos con ese corazón que se da a o trozos, y que hace las mejores paellas del mundo.

Tu amor no tiene precio: sueldos

Tú nos haces recordar a toda la gente sencilla que cada día se levanta, por el amor de los que quieren, para ponerse a trabajar, todos los mileuristas , casados con hijos, que miran la vida con esperanza y se arriesgan en condiciones de vulnerabilidad. Sois vosotros los que sostenéis un mundo  y lo llenáis de sentido, ante tanto sinsentido. Hoy mismo leía la noticia de que Cristiano Ronaldo ganaba en un día, lo que tú ganas en dieciocho años de trabajo, pero estoy completamente seguro, después de haber estado esta tarde contigo en esa habitación del hospital, que si alguien quisiera comprar tu cariño y tu amor  con todo el capital y la riqueza de ese jugador se haría despreciable, porque tu entrega y tu ternura son gratuitas, de corazón y  no tienen precio. Es más se deja ganar por gente sencilla como tu esposa, tus hijas, tu madre, y tantos…que saben de tu buen ser y tu buen hacer. Sigue metiendo goles de compasión y de misericordia que esos son eternos y tu eres de ese equipo  en el que juegan tipos como Domingo Sabio, Don Bosco, el papa Francisco…seguidores de María y de Jesús, como tú. Tú nos enseñas que a jornal de gloria, no hay trabajo grande.

Abrazo entrañable  para tí y deseos de dignidad y justicia para todos los trabajadores como tú que cada día se ponen en riesgo, con el seguro de un corazón decidido y entregado a los otros.