El ángel de Mari Paz

LA OVEJA PERDIDA Y EL ÁNGEL

Resultado de imagen de oveja perdidaEn un grupo de vida cristiana, al hilo del evangelio, una de las componentes contó un hecho de vida que me iluminó y que recuerdo hoy al escuchar la parábola de la oveja perdida y del pastor que dejó las noventa y nueve para ir en busca de ella.  Mari Paz salió cerca de las cinco de su trabajo en el hospital, se había quedado más tiempo porque era la coordinadora y le gustaba dejarlo todo en orden para el día siguiente. Era verano y hacía calor, buscaba su coche en la vía de la universidad donde lo dejaba en la mañana, y al acercarse ve a una señora mayor en pleno sol, que le pide que se acerque y le ruega que le ayude que se encuentra perdida y sola. En la mañana había estado con su hijo, con ciertos trastornos psicológicos, en la consulta de los pinos, de allí le habían enviado con una carta al hospital. Ella se había quedado en el coche esperando a su hijo porque le costaba la movilidad, y el hijo se marchó a la consulta y no había vuelto a saber nada de él, no sabía qué hacer. El coche abierto y ella sin poder comunicar con nadie, no tenía teléfonos de sus otros hijos, esperaba volver a casa con este hijo. Mari Paz extrajo los datos que pudo de la conversación y se volvió al hospital. Se acercó a urgencias y comenzó a indagar con ayuda de buenos trabajadores, al final localizó al hijo en una cama, donde estaba siendo medicado y atado porque estaba muy nervioso. Le preguntó cómo estaba y por su madre, a lo que él respondió que estaba muy nervioso y violento porque su madre estaba fuera y no sabía nada de él. Vio que las llaves del coche estaban en la mesilla, le calmó, recabó datos de sus hermanos, se volvió, cerró el coche, acompañó a la madre hasta el lugar de su hijo, pidió que le dejaran estar junto a él, aunque estuviera prohibido y localizó a un familiar que enseguida se hizo presente. Al final ya pudo marcharse a su casa, mucho más tarde de lo que podía haber previsto esa mañana. Por la noche recibía una llamada de la hija de la señora, se deshacía en bendiciones y agradecimientos a su comportamiento con su madre mayor y le hacía eco de la frase que repetía constantemente: “ha sido un ángel que Dios me ha enviado”.EN BUSCA DE LA OVEJA PERDIDA

2 Responses to “El ángel de Mari Paz”

  1. Gracias por ayudarnos a mantener la fe en el ser humano con ejemplos como éste y tantos otros que nos compartes.

  2. GRACIAS