Orar con familia en duelo

José Miguel, acaba de marcharse al Padre, el covid lo ha arrebatado en el momento culminante de su vida, cuando acababa de celebrar con gozo y alegría sus cincuenta años,  y su familia ora confundida pero sin perder la fe… abiertos a la comunión de los santos. Que el Amigo que lo ha invitado a la vida eterna nos ayude a sentarnos en la mesa de la esperanza con la confianza en el cielo y el reencuentro. Elaborar el duelo creyentemente, en esa zona, donde nos puede hasta faltar la alegría terrena y humana, pero no el gozo del Dios amor que es más fuerte que la muerte. A El oramos y en Él confiamos. Ese AMIGO que nunca falla…

Orar con familia en duelo:
horizonte

José Miguel, todo lo llenabas, siempre tan dispuesto, tan sereno y a la vez tan decidido; como si Dios te hubiera puesto en las manos, la capacidad de ir llevando las cosas a donde convenía.

No te equivocabas nunca, o eso me parecía, porque las piezas terminaban encajando siempre, y donde antes había algo roto, tú pasabas, lo arreglabas y quedaba como nuevo.
José Miguel, ahora no vemos nada, porque quizás el Señor, tu Amigo, ha decidido llevarte al lugar de la Paz y la Alegría, al lugar donde están los buen
manos
os. No vemos nada porque quizás tú, con Él, con tu Amigo has decidido que a esta cruz te subías tú solo, y qué misterio, tu sufrimiento nos ha salvado a todos, una vez más, como siempre. Porque si había que sufrir siempre te encontrábamos el primero, parando todos los golpes.
José Miguel, ahora que estás ahí con tu Amigo, como tú, lleno de llagas, enséñanos a vivir sin ti, a tus padres sin su JoséMiguel, a tu Finibus, a tus hijos Miguel y Carmen, y a todos los que te llevamos dentro.
José Miguel, haznos saber que este dibujo, que ahora no es más que un garabato de trazos incomprensibles, un día estará completo y podremos darnos cuenta de que todo lo que parecía injusto o equivocado es lo que ha llevado la Obra al lugar que debía.
José Miguel, te pedimos muchas fuerzas para poder vivir sólo con tu recuerdo, nos cuidaremos unos a otros como lo haría tu mejor versión, disfrutaremos de las cosas que a ti te gustaban, tan unidos como tú querías y cogeremos tu testigo que nos hará ser a todos mejor persona.
Jose, te adoro cada segundo de mi vida siempre.
Tu Belén,

José Miguel, acaba de marcharse al Padre, el covid lo ha arrebatado en el momento culminante de su vida, cuando acababa de celebrar con gozo y alegría sus cincuenta años,  y su familia ora confundida pero sin perder la fe… abiertos a la comunión de los santos. Que el Amigo que lo ha invitado a la vida eterna nos ayude a sentarnos en la mesa de la esperanza con la confianza en el cielo y el reencuentro. Elaborar el duelo creyentemente, en esa zona, donde nos puede hasta faltar la alegría terrena y humana, pero no el gozo del Dios amor que es más fuerte que la muerte. A El oramos y en Él confiamos. Ese AMIGO que nunca falla…

Orar con familia en duelo:
horizonte

José Miguel, todo lo llenabas, siempre tan dispuesto, tan sereno y a la vez tan decidido; como si Dios te hubiera puesto en las manos, la capacidad de ir llevando las cosas a donde convenía.

No te equivocabas nunca, o eso me parecía, porque las piezas terminaban encajando siempre, y donde antes había algo roto, tú pasabas, lo arreglabas y quedaba como nuevo.
José Miguel, ahora no vemos nada, porque quizás el Señor, tu Amigo, ha decidido llevarte al lugar de la Paz y la Alegría, al lugar donde están los buen
os. No vemos nada porque quizás tú, con Él, con tu Amigo has decidido que a esta cruz te subías tú solo, y qué misterio, tu sufrimiento nos ha salvado a todos, una vez más, como siempre. Porque si había que sufrir siempre te encontrábamos el primero, parando todos los golpes.
José Miguel, ahora que estás ahí con tu Amigo, como tú, lleno de llagas, enséñanos a vivir sin ti, a tus padres sin su JoséMiguel, a tu Finibus, a tus hijos Miguel y Carmen, y a todos los que te llevamos dentro.
José Miguel, haznos saber que este dibujo, que ahora no es más que un garabato de trazos incomprensibles, un día estará completo y podremos darnos cuenta de que todo lo que parecía injusto o equivocado es lo que ha llevado la Obra al lugar que debía.
José Miguel, te pedimos muchas fuerzas para poder vivir sólo con tu recuerdo, nos cuidaremos unos a otros como lo haría tu mejor versión, disfrutaremos de las cosas que a ti te gustaban, tan unidos como tú querías y cogeremos tu testigo que nos hará ser a todos mejor persona.
Jose Miguel, te adoro cada segundo de mi vida siempre.
Tu Belén, hermana.
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