Confesiones de un médico

Escribo con un pc ingles, asi que no podre usar acentos. Hasta hoy no he conseguir conexion con internet, por eso no he podido compartir antes impresiones de estos dias. Inicio mi segunda semana en este pais de Africa del Oeste, un lugar muy bello como siempre lo es el tropico, pero muy pobre. Ocupa uno de los lugares mas bajos en la lista de desarrollo y pobreza. Aqui llegamos hace siete dias y hemos permanecido en la Universidad de Njala, tanto en su campus de Bo como en el de Njla misma. Esta universidad, la segunda de las dos que posee este pais africano, conocio tiempos mejores tras la colonia, cuando se hallaba hermanada con la norteamericana de Illinos. Aqui se formaron excelentes profesionales, pero eso no libro al pais de deslizarse en una cuesta abajo que condujo a una de las mas crueles y atroces guerras que ha conocido este continente. Ello lo testimonian los numerosos amputados que estos dias vemos por las calles, asi como una enorme dependencia de la ayuda internacional en forma de donaciones, dado que no hay estructura alguna propia, ni de comunicaciones ni de produccion. Para llegar al campus de Njala, por ejemplo, recorrimos una parte del camino por carretera sin asfaltar, asi son la mayoria por aqui. Los hoyos y socavones se hallaban llenos de agua por hallarnos todavia en la estacion de lluvias, asi que hace falta una gran pericia para llevar el auto a buen puerto. Nos costo mas de una hora recorrer los menos de 14kms hasta llegar a un ramal asfaltado.

En estos lugares siempre se aprende mucho mas de lo que se ensenya, aunque durante estos dias haya podido compartir algunos de mis conocimientos, en forma de charlas al personal sanitario. Hable de hipertension para una numerosa audiencia, un problema que se esta haciendo grave aqui por la urbanizacion, el tabaquismo y los malos habitos dieteticos. Tambien participe en una mesa redonda sobre una enfermedad parasitaria endemica de esta zona, la Oncocerquiasis, que provoca ceguera. Finalmente tuvimos un taller en el campus de Njala sobre diversos procedimientos medicos, los participantes se mostraron muy interesados en adquirir nuevas habilidades, aunque los medios materiales eran escasos.

Tambien les contare que acudo durante las manyanas al hospital de esta ciudad, un lugar con el colorido de los trajes africanos y la vegetacion tropical pero con el dolor inherente a cuadros clinicos muy graves que en el primer mundo hace mucho tiempo que no vemos, como todo tipo de tuberculosis y valvulopatias cardiacas, enfermedades hepaticas en estadios terminales en gente muy joven y problemas abdominales como consecuencia de las numerosas parasitosis de esta region del globo. Todo ello se afronta con algunas placas de rayos X, unos analisis elementales y mucho razonamiento y habilidades clinicas.

Pero como les decia, se aprende mucho aqui, por ejemplo a mirar a la gente que sobrevive dia tras dia sin saber que comeran al dia siguiente. O a admirar a Sion Mboleni y Bernard Johnson, la pareja que nos acogio aqui y lleva 6 meses trabajando de forma voluntaria en condiciones duras. Ella es zambiana y el togoles, pero han vivido mucho tiempo en Espanya y sus costumbres son plenamente espanyolas. Decidieron venir aqui en un voluntariado que les permitiese redescubrir sus raices africanas pero ni la organizacion que les trajo ni la contra parte sierra leonesa les han puesto las cosas faciles, asi que volveran en cuanto puedan. Hay muchas ONGs colaborando en la zona y de lo que hacen tambien se aprende, aunque no todo bueno.

Otra cosa valiosa es conocer como relativizar las propias situaciones. Los que de ustedes hayan vivido en el tercer mundo me comprenderan cuando digo que aqui los problemas, por ejemplo una cosecha, un trabajo, son cosas de vida o muerte y no solo un problema mas o menos serio. Aqui lo que esta en juego cotidianamente es la misma vida, tal vez por ello algunas cosas se simplifican y otras se agudizan.

Todo viaje, aunque sea al otro extremo del mundo, no es sino un recorrido hacia el interior de uno mismo. Cuando vuelva recapitulare lo vivido aqui y me preguntare lo que he encontrado.  Ciertamente he comprobado una vez mas que lo que llamamos el tercer mundo no es otro mundo, es el nuestro, el que hemos hecho.

Les ruego que recen por los enfermos, tanto de ahi como de este pequenyo pais, asi como por estos dos voluntarios y su tarea aqui. Escribi para ustedes estas reflexiones desde Bo town, Sierra Leona.

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