Confesiones de un médico

Les escribo desde in internet cafe en Masaka, la ciudad mas cercana al hospital de Kitovu.

Es mi segunda semana aqui, ya mas centrado en el pase de sala, las consultas. Me ubicaron en el medical ward, con los pacientes medicos, todo tipo de enfermedades, muchas de las cuales se curarian con facilidad en nuestro medio pero aqu cuestan la vida. Esto no es facil de aceptar, sobre todo con personas jovenes.

Otra cosa que tambien impresiona mucho es que gente no puede pagarse los tratamientos, por sencillos que sean, sobre todo si deben ser antibioticos endovenosos. El hospital apenas tiene ayuda del gobierno y una gran volumen de enfermos, aunque no se pretenda beneficio alguno, simplemente para que siga funcionando hay que pagar lo que las cosas valen, aunque los precios sean muy modicos hay quien no puede afrontarlos. Aqui no solo se conoce el precio de las cosas: tambien su valor, algo que echo siempre de menos en nuestra sociedad. Un paquete de gasas es un lujo que no se dispensa como tal, sino una a una, y una ampolla de penicilina algo precioso.

Cuentan con algunos medios diagnosticos, como una radiologia convencional de calidad escasa, ecografia realizada por un tecnico y algunos valores de laboratorio elementales. Con esto hay que pensar mucho, estudiar mucho y explorar mucho al paciente. Es una medicina diferente que requiere ingenio y a veces inventiva.

El hospital esta bien organizado, con numerosos pabellones y bien dotado de personal, tanto medicos ugandeses como un par de expatriadas, ambas cirujanas irlandesas, una en formacion y la otra la Dra. Maura Lynch, una religiosa que lleva casi toda su vida en Africa, toda una institucion aqui, sumamente vivaz e interesante.

Por lo demas, lo que he visto del pais es la vivacidad habitual del tercer mundo, donde todo el mundo pelea por sobrevivir, donde todo se compra y todo se vende, los jovenes intentando mejorar en medio de enormes dificultades. Hasta hoy no he podido conectarme a internet en un local de la ciudad, las veces que vine no funcionaba. Todo en medio de un precioso pais, de vegetacion exuberante, el pais africano con mas colinas, con la gentileza de sus gentes, donde los ninyos gritan “muzungu” (blanco) cuando me ven pasar, sonrien, corren a mi lado y saludan alegremente.

Escribi para ustedes desde Masaka, Uganda.

Recen por los enfermos y por quienes les cuidamos.

Tags: Sin Categorizar // 3 Comments »