Psicopatología, maldad y cirugía (II)

Nos preguntamos, tal como le preguntaban a Jesús y luego a Pablo ¿qué debemos hacer para tratar este flemón que amenaza al organismo entero? Responderé lo que creo que debe hacer el Estado (algo sobre lo que los ciudadanos, desdichadamente, tenemos poco poder de decisión), y lo que debo hacer yo como ciudadano.

Hay que evitar a toda costa que la infección siga propagándose: los maestros de jardín de infancia y de escuela, los profesores de colegios e institutos, los docentes universitarios, todos los que eduquen en el odio y deformen la historia, deben ser investigados, sus contenidos docentes examinados, y si es preciso, depurados; deben ser consignados a los tribunales si se sospecha que puedan haber cometido un delito tipificado. Se ha transigido con esta barbaridad demasiado tiempo, y si queremos que el pus deje de extenderse, habrá que ir a la raíz del mal.

Las personas que insistan en quebrantar las normas y las leyes, en continuar afrentando el sentido común y a la sensibilidad de los españoles de buena voluntad (que somos la mayoría), deberían ser acusadas y procesadas. Con sus comportamientos han angustiado durante semanas y meses a ciudadanos pacíficos que sólo querían vivir en paz y prosperidad, y así han retrasado y torpedeado la salida de una crisis dolorosa, en un país que comenzaba a ilusionarse después de años de padecimientos, desconfianza y desolación. Los seres (enfermos o malos, poco importa ya) que han hecho esto deben ser castigados. No se trata de venganza, se trata de defensa propia: estos seres locos o perversos han hecho y seguirán haciendo daño.

El problema de fondo debe acometerse: se ha socavado la convivencia y la igualdad entre españoles, y no podemos fiarnos de un gobierno que ha sido incapaz de prever estas circunstancias y de resolverlas a su debido tiempo, de modo que es responsabilidad de cada ciudadano, desde el lugar social que ocupe, el exigir que se ponga remedio a estas situaciones penosas. No debemos olvidar lo acontecido estos días de zozobra y preocupación. Los catalanes (y cualquier otro) deben aceptar que son iguales que todos los demás, seres humanos con los mismos derechos y obligaciones, que no merecen privilegio alguno por hablar una legua diferente o haber nacido en un rincón de España determinado, porque además la historia no justifica tales diferencias: no sólo serían injustas, serían asimismo mentirosas. El gobierno actual y el futuro debe comprender que muchos no vamos a permanecer pasivos ante todos estos desmanes, que no votaremos a quien no se comprometa a acabar con ellos, y que apoyaremos todas las iniciativas que conduzcan a la igualdad entre españoles y a la justicia entre españoles, y condenaremos aquellas que vayan en sentido opuesto. De nada sirve el artículo 155 si no se acomete el problema de fondo: la existencia de una parte de la sociedad catalana (quizás también de otras regiones) que niega un hecho fontal: nuestra igualdad como ciudadanos.

En estos días difíciles he pensado a menudo en Gandhi, cuando dijo “yo soy judío, y soy cristiano, y soy hindú, y soy musulmán”. Yo soy aragonés, catalán, español, europeo, ciudadano del mundo … soy de todas partes, porque mi convicción más profunda, según la cual intento vivir en todas las circunstancias, es que Dios es Padre y todos los hombres somos hermanos. Si olvido eso y vivo sin recordar que esas sencillas palabras me fundamentan, entonces pongo fronteras, desprecio, orillo, excluyo y provoco sufrimiento. También he recordado a menudo a Kübler-Ross, que escribió: “todos venimos de la misma fuente y volvemos a la misma fuente, todos somos bendecidos y guiados”. Que haya en la práctica gobernantes y ciudadanos que nieguen estas convicciones profundas haciéndose diferentes y arrogándose privilegios por nacimiento, raza, color, ideología, convicción política o creencia religiosa no sólo nos destruirá como nación, también lo hará como seres humanos. Y no vamos a aceptar la destrucción sin pelear.

Recen por los enfermos y por quienes les cuidamos.

One Response to “Psicopatología, maldad y cirugía (II)”

  1. Pasan los días y el horizonte cada vez está más sombrío, confiemos en que regrese la lucidez y el sentido común.

Discussion area - Dejar un comentario






He leído y acepto las condiciones generales y la política de privacidad


Información básica sobre protección de datos
Responsable: REVISTA REINADO SOCIAL 21RS (más info)
Finalidad: • Gestión de la adquisición del producto, suscripción o donativo, así como la tramitación de los mismos.
• Envío de comunicaciones relacionadas con el proceso de compra, las suscripciones o los donativos.
• Envío de comunicaciones y ofertas comerciales, por diferentes medios, incluidos los medios electrónicos (email, SMS, entre otros). (más info)
Legitimación: Ejecución de una compra online, suscripción o donativo. (más info)
Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. (más info)
Derechos: Acceso, rectificación, supresión, cancelación, y oposición. En determinados casos derecho a la limitación del tratamiento de sus datos. (más info)
Información adicional: Puede consultar toda la información completa sobre protección de datos a través del siguiente enlace (más info)
Los enlaces de (más info)