Mascarillas ante el Covid-19 (“el medio es el mensaje”), y otras reflexiones

Entramos en un nuevo periodo del Covid-19. De la primera etapa, hay algunos datos y reflexiones que quiero compartir.

España es, desdichadamente, uno de los países del mundo con mayor mortalidad por millón de habitantes, mucho mayor que la reconocida por el gobierno. Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSIDI) coloca la cifra en más de 40.000 muertos. Por desgracia, muy posiblemente refleja la realidad de forma mucho más fiable. Es mi tarea –y la de otros- descubrir las biografías de quienes han vivido y muerto por el Covid-19, para comprender lo que esta epidemia en realidad ha supuesto en nuestro país, y que ha tocado la vida de cada uno de alguna forma: sanitaria, social, económica, en la salud mental … todos somos afectados, es un evento en nuestras biografías que marcará nuestras vidas en el presente y el futuro.

A fecha de hoy, aun cuando existen cientos de estudios en curso (posiblemente demasiado disgregados), ninguna estrategia se ha revelado superior al tratamiento estándar de soporte. Es difícil imaginar que los resultados que vayamos a tener en el futuro con los fármacos que se están experimentando cambien esta tendencia, parece claro que no hay “una bala mágica” contra este virus, ni la va a haber en el futuro, en espera de descubrir una vacuna eficaz. Aconsejo a mis colegas directamente implicados en la asistencia a los pacientes Covid-19, ser prudentes, tal como indican no pocos autores mucho más cualificados que yo (Lancet Respir Med 28.04, un comentario de autores multinacionales expertos en enfermedades infecciosas; NEJM también del 28.04, dos científicos de Boston, en un comentario excelente, “Covid-19- A reminder to reason”).

Hay una absoluta asimetría en cómo los diversos países han gestionado la pandemia, desde los exitosos (transmisión controlada o mortalidad baja: Singapur, Taiwán, Corea del Sur, Alemania, Islandia), a los catastróficos (Italia, España, Reino Unido, Estados Unidos, claramente más tardíos en imponer medidas de salud pública y sobre todo en la realización de test diagnósticos). Esa heterogeneidad en los resultados me lleva a las reflexiones siguientes.

Una vez decididas las medidas de relajación del aislamiento, parece obvio que asistiremos a rebrotes o a una epidemia de baja intensidad, con menos casos pero igual letalidad, dado que en realidad, al no hacerse los suficientes test y con la suficiente periodicidad, desconocemos qué dinámica sigue la infección en la comunidad (a veces ni siquiera lo sabemos en los hospitales). Por eso, es el momento de la ciudadanía, de que los individuos protejan y se protejan. Es el momento de utilizar mascarillas no sólo en espacios cerrados, sino por la calle, para vehicular el mensaje de que seguimos teniendo un problema potencialmente letal entre nosotros, ignorado por quienes incumplen las normas de seguridad y distanciamiento social. En este momento, el medio (la mascarilla) es el mensaje, como brillantemente formuló McLuhan.

Debería ser la ciencia la que guiase las decisiones políticas, y a día de hoy no tenemos certeza del grado y naturaleza de la transmisión en la comunidad. Debería permitirse la vuelta al trabajo o a cualquier otra actividad basándose en la situación de inmunidad, y eso es imposible sin test, que repito deberían ser periódicos (cada dos semanas al menos), en cada centro de trabajo, hospital, institución, con el aislamiento y seguimiento de contactos de los casos nuevos. Tampoco sabemos si durará -y cuánto- la inmunidad de los que han sobrevivido a la infección (afortunadamente, la mayoría), ni si los anticuerpos que ha producido les protegerán, son necesarios estudios longitudinales que intenten contestar a estas preguntas. Del mismo modo que la ciencia debería guiar la estrategia sanitaria concreta (valor de los tratamientos, potenciales vacunas), debería guiar las decisiones políticas, basadas en la mejor evidencia y no en suposiciones o cálculos electorales (todo esto lo describen brillantemente dos infectólogos británicos y uno estadounidense el 27.04 en Lancet, “What policymakers need to know about Covid-19 protective immunity”). La estrategia actual de relajar el confinamiento sin en realidad saber qué ocurre es una temeridad, nada tiene que ver con proseguir o no el estado de alarma.

La gestión de este gobierno supone una fractura en el contrato social (terminología acuñada por la Ilustración) de lealtad mutua entre gestores y ciudadanos. Se ha perdido la reciprocidad que lleva a la lealtad, porque la ciudadanía –encabezada por sanitarios y otros muchos servidores públicos y privados- ha cumplido su parte, en algunos casos de forma heroica e incluso martirial, pero este gobierno concreto no ha cumplido la suya. Ha sido lento en su reacción e incapaz de defendernos del virus, como sí han hecho otros muchos gobiernos. Su gestión se ha caracterizado por la falta de transparencia y de rendición de cuentas (accountability en inglés, editorial de Lancet vol 395, 2.05.2020), de negación de la propia responsabilidad en una gestión a corto plazo, exclusivamente reactiva, por la que estamos pagando y pagaremos un precio exorbitante. La función básica de un gobierno es servir y proteger a su pueblo, y éste la ha incumplido. Yo no puedo estar de acuerdo con un gobierno que ha hecho estas cosas. En mi caso, acabó hace bastantes días la hora de los aplausos y comenzó la de las cacerolas.

Recen por los enfermos, por quienes les cuidamos, por este país y por este mundo en que vivimos, en la hora de la prueba.

One Response to “Mascarillas ante el Covid-19 (“el medio es el mensaje”), y otras reflexiones”

  1. La historia nos enseña que la gripe de 1918, dejó muy poca huella en los manuales, a pesar de causar más muertes que la 1ª Guerra Mundial, seguramente porque los ciudadanos tenían otras preocupaciones y la muerte era muy cercana.
    Impulsó la incorporación al trabajo de la mujer y consiguió que los sueldos fueran menos míseros, la población obrera escaseaba.
    Seguro que podemos sacar alguna actitud positiva de estos tiempos duros y tristes.

Discussion area - Dejar un comentario






He leído y acepto las condiciones generales y la política de privacidad


Información básica sobre protección de datos
Responsable: REVISTA REINADO SOCIAL 21RS (más info)
Finalidad: • Gestión de la adquisición del producto, suscripción o donativo, así como la tramitación de los mismos.
• Envío de comunicaciones relacionadas con el proceso de compra, las suscripciones o los donativos.
• Envío de comunicaciones y ofertas comerciales, por diferentes medios, incluidos los medios electrónicos (email, SMS, entre otros). (más info)
Legitimación: Ejecución de una compra online, suscripción o donativo. (más info)
Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. (más info)
Derechos: Acceso, rectificación, supresión, cancelación, y oposición. En determinados casos derecho a la limitación del tratamiento de sus datos. (más info)
Información adicional: Puede consultar toda la información completa sobre protección de datos a través del siguiente enlace (más info)
Los enlaces de (más info)