La muerte como fuente de vida

EL DUELO EXPERIENCIA VITAL

Este fin de semana se celebraba el ”día mundial de las víctimas de tráfico”, sirvan estas letras de homenaje para todos ellos.

En este mes de noviembre me alegra haber comenzado este blog dedicado a la muerte. Parece extraño que haya elegido “la muerte” para el blog porque si algo no se lleva en este momento es hablar sobre ella. Cuanto mas lejos de nosotros mejor…y no pensamos que es de lo único que no nos vamos a librar ninguno.
Es un tema que no le damos la mas mínima importancia, y sin duda a todos nos toca en un momento u otro de nuestras vidas, y por tanto la vivencia del duelo.

A lo largo de todos los días vamos sufriendo pérdidas y no solo físicas, de personas que desaparecen de nuestras vidas. Las pérdidas pueden ser de lo mas diversas además de las que sufrimos por nuestros seres queridos, que son las que conmemoramos en especial cada año cuando llega este mes de noviembre : “Todos los fieles difuntos”
Pero no me refiero a esta pérdida, cada día sufrimos otras pérdidas a las que no le damos la importancia que tienen, como pérdida de un puesto de trabajo, una amistad, un cambio de residencia…
Todo esto nos afecta de manera total a nuestro ego, y aunque no lo creamos por estos motivos también hemos de pasar por un proceso de duelo.

Hoy les hablo del duelo. Pero de la boca de dos expertos que he tenido la gran oportunidad de conocer en unas jornadas celebradas en Madrid por la Conferencia Episcopal Española para los delegados de Pastoral de la salud, tituladas: “el duelo: reto y oportunidades pastorales”. Es fundamental que este tema sea abordado en diferentes ámbitos, es de suma importancia estar preparados, pero a veces no se le da el valor que tiene la muerte y lo que significa. Felicito porque se celebren jornadas de este tipo, creo que es fundamental para todos, desde el personal sanitario, hasta familiares de enfermos, colaboradores… Ojalá otros colectivos se hagan eco de la importancia que tienen este tipo de encuentros.
En las jornadas se dieron cita varios expertos en el tema: Hno. Ramón Martín Rodrigo OH, Francisco Pascual, Arnaldo Pangrazzi, José Ramón Flecha Andrés, así como varias comunicaciones, a cual mejor, de personas relacionadas directamente con la experiencia del duelo.
Tuve el gran privilegio de clausurar estas jornadas con Marysia Szumlakowska. A ambas nos llamó el director del departamento de Pastoral de la Salud, Abilio Fernández, porque las dos habíamos publicado un libro desde nuestra experiencia con la vida y la muerte, y el resultado fue muy positivo, hablando desde el corazón.

Hoy les expongo este tema con dos de las personas que participaron en estas jornadas, Marysia y Pangrazzi, que posteriormente tuve de nuevo la suerte de coincidir con ellos en el programa de televisión que presento en Canal Sur, “Testigos Hoy”, el título que le pusimos al programa es el de este pequeño artículo: “el duelo experiencia vital”, donde los testimonios fueron de lo mas enriquecedores. Desde sus experiencias de vida nos explican la importancia de cómo vivir el duelo.
Ambos me enamoraron por su manera de exponer este tema tan delicado, pero sobre todo por cómo viven la vida y la muerte como una misma cosa, y estoy plenamente convencida de lo mismo. Solo hace falta estar vivo para morir…aunque esto es bastante complejo de explicar a la ligera.

Arnaldo Pangrazzi, es religioso camilo, doctor en teología y graduado en supervisión de educación de la pastoral clínica. Además de tener publicados un buen número de libros referentes al tema, en especial a la pérdida de un ser querido.

La otra persona es Marysia, la viuda del mundialmente conocido guitarrista Narciso Yepes, quién padeció una larga enfermedad. Marysia recoge toda esta experiencia en el libro “Amaneció de noche”, un libro que hay quien lo define como un canto al amor que da sentido al sufrimiento y lo transforma en ofrenda. Es un testimonio de fe inmensa donde el amor es el verdadero protagonista.

Cuando hablamos de duelo nos referimos no solo a una serie de sucesos, fases o periodos de nuestro tiempo.
Según algunos investigadores el duelo es un estado de pensamiento, sentimiento y actividad que se produce como consecuencia de la pérdida de una persona amada asociándose a síntomas físicos y emocionales.
Nuestra sociedad ejerce sobre nosotros una enorme presión para superar la pérdida, para sobrellevar el duelo.
Pero cuánto dura el duelo. ¡Qué fases tiene? ¿se lo han preguntado alguna vez?
Cada duelo tiene su forma tan distinta y única como la persona que hemos perdido. Pangrazzi nos habla de una dinámica existencial y unos principios de vida:
“No se puede vivir sin sufrir.
No se puede sufrir sin tener esperanza
No se puede tener esperanza sin abrirse”.
Marysia nos habla de la enfermedad de su marido Narciso, y su pérdida. Siempre que se refiere a cómo la ha afrontado y la ha vivido lo hace desde todo lo que le ha aportado. Lo llama y define así: “aprendizaje único en intensidad de amor. Y cuando habla sobre el proceso de curación del duelo lo define como una experiencia abrumadora y solitaria. No disponemos de unas pautas reales que nos ayuden a recuperarnos de la pérdida de un ser querido. Pensamos que carecemos de las herramientas necesarias para soportar los sentimientos que se producen en nosotros. Los amigos y familiares a veces no saben qué decir, ni cómo ayudar. A raíz de ahí son varias las etapas que pasamos hasta conseguir superar el duelo dependiendo de las circunstancias y personas que nos rodean. –

Pangrazzi nos habla de las distintas metáforas en el proceso del duelo. Lo explica con términos como perder la brújula, sentirse en un túnel, estar bajo una tempestad …y hace referencia a la médica e investigadora Elisabeth Kubler Ross para explicar las distintas fases del duelo:
1-Negaciónon
2-Cólera
3- Negociación
4- Depresión
5- Aceptación
Todo ello lo relaciona además con muchos factores, o lo que llama: “aspectos circunstanciales” porque depende de las causas de la muerte, edad, relación con el difunto…Hace referencia también a los recursos externos como puedan ser la familia, amigos…o los recursos internos como la cultura, espiritualidad, relación con Dios…

Para Marysia el duelo es la vida misma. Cree que el amor todo lo cambia y se entra en una nueva dimensión del sufrimiento, del gozo, de la gratitud y el duelo. Para ella el acompañamiento es imprescindible en el proceso del duelo, y no solo de familiares y amigos, en la mayoría de los casos también es necesario un acompañamiento especializado (tanto espiritual como psicológico) Es importante que este acompañamiento sea durante la enfermedad, en el momento de la muerte y tras la sepultura que sigue el duelo y la vida.

Ya lo decía Jhon Lennon : “La vida es eso que sucede mientras nosotros nos dedicamos a otra cosa”.
– Hoy el ritmo de vida acelerado que llevamos nos impide valorar los pequeños detalles cotidianos, y ante cualquier contrariedad a veces no sabemos reaccionar. Es importante estar preparados para la vida , por eso es necesario desenmascarar el gran tabú existente sobre la muerte., porque sin duda la muerte es parte de la vida.
– Hacernos presentes en todo el proceso como si de ello dependiera el resultado global, ayudando a encontrar respuesta, sentido y valoración de la propia muerte, transmitiendo siempre un atisbo de esperanza.
¿Creen que en esta sociedad estamos preparados para el acompañamiento del duelo? ¿Debería haber una mayor educación, una mayor instrucción para ello? ¿Enseñamos a nuestros hijos hacer frente a la pérdida?
– ¿Es importante el contexto socio- cultural donde nos encontremos para afrontar esta etapa?
– ¿Existen obstáculos para afrontar y superar el duelo?

Son tantos los interrogantes, pero mi respuesta, con respeto a los entendidos, es que la muerte es la gran olvidada, por aquello de que nos creemos que a mi no me va a tocar…
No puedo acabar sin agradecer que he sido una gran privilegiada en este tema. La aceptación desde un primer momento, desde que me comunican la muerte cerebral de mi hijo José Andrés, ha sido mi gran aliada. Doy gracias todos los días por verlo así, pero a la vez pido para que otros puedan llegar a esta última fase del duelo, porque muchos se quedan en el camino y se convierten en auténticos muertos en vida. En mi historia personal hubo una frase clave en los primeros momentos que solo quería saber y descubrir cosas sobre la muerte: “Ahora tu hijo, si le has dado tu ser, tu vida, no puede convertirse en tu propio verdugo. Seguro que quisiera verte feliz”
Creo que eso es lo que he intentado desde un primer momento, que no se convirtiera en mi verdugo sino mi referente para crecer desde su ausencia, y desde su presencia mas allá de lo humano…

En el programa de televisión que presento, tuve el grandioso privilegio de conocer a Luis Alonso schoekel, experto biblista, quién me dejó una enseñanza de vida con una frase que me dijo en una de las entrevistas que tuve con él: Aspiro llegar a la muerte vivo”.
Quiero acabar, aunque con muchas cosas en el tintero, pero con esta reflexión del profesor Luis Alonso schoekel y unas palabras de Narciso Yepes que me ha hecho llegar Marysia cuando nos habla de sufrimiento. Narciso decía:
“El dolor es una caricia de Dios”.

Según el Doctor Montoya Carrasquilla : a veces no solo enterramos a nuestros muertos, sino que lo hacemos emocionalmente. Los ponemos en un lugar lejano en nuestro corazón para que no duelan tanto, Hay que rescatar a nuestros muertos de la muerte y desenterrarlos, es parte esencial del proceso de sanación.

Sin duda el duelo es todo un proceso que no debemos pasar por alto. Puede suponer toda una enseñanza de crecimiento y vida. de todos depende que saquemos lo mas positivo de nuestra propia vida y de las personas que nos dejan en el camino.
– La Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos (Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo único que les pidió al morir fue esto: “No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma”).

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