CONDENAMOS

CONDENAMOS…

Estos días no puedo parar de pensar. Tal vez son pensamientos que no se debieran compartir, porque son sentimientos muy íntimos, pero por otro lado creo que es de ley reconocer muchas cosas, y contarlas al mundo, porque quizás lo que me ha hecho pensar tanto…mueva otro corazón antes de actuar… de una u otra manera.

Hoy me siento culpable. Culpable con culpa o no, pero culpable…
Creemos que sabemos todo. Nos miramos nuestro ombligo, somos los mejores…!!!ay!!!! como me duele hoy….

Anoche tuve una llamada telefónica de mi padre. Le encontré una voz extraña, mas aún cuando cinco minutos antes se la había notado a mi hermana también. Hasta que pregunté ¿papá pasa algo?
– Si, pero ¿cómo te lo cuento?
– -Pues empieza.
– Nuestro conocido se ha ahorcado.(no quiero escribir su nombre)
Sin palabras…¿hay palabras?

No quiero saber detalles, dónde fue, cuándo…¿para qué? Si ayer domingo ya estaba bajo tierra.
Me da igual conocer, para qué?
Me hago muchas preguntas sin encontrar respuesta. Tal vez por no querer encontrarme con esa respuesta cara a cara.
Lo único que podía hacer es llamar a un buen amigo común, y gracias a Dios mientras hablábamos descubrí que coincidíamos en nuestros sentimientos.
Se suele decir “mal de muchos, consuelo de tontos” ¿no?

Impotencia e incomprensión

Inpotencia e incomprensión no por la decisión de nuestro amigo común de optar por morir, lo compartamos o no. Lo aceptemos o no.
Impotencia por no haberle podido ayudar. Que él hubiese pedido ayuda, o lo mas grave, que no nos demos cuenta de que alguien que está cerca de nosotros necesita ayuda.
…ahí es donde me siento culpable y duele.
No puedo reprochar si su mujer le dejara o no de ver a sus propios hijos.
Tal vez porque pienso de manera diferente a ella, o porque no me he visto en su lugar. En cosas de matrimonio cada cual lo lleva y nadie podemos juzgar, ni para bien, ni para mal.
Por mi condición de mujer no creo que yo fuese capaz de negar a mis hijos estar con su padre, salvo que hubiese alguna historia extraña de por medio, como malos tratos, por ejemplo.
Tampoco se, ni juzgo, si siendo madre, sería capaz de echar a mi hijo de casa.
Conozco muchos padres que se han visto en una conjetura así, y han tenido que optar por dejar a sus hijos en la calle, para poder sobrevivir ellos y el resto de la familia, y según me cuentan, hoy como padres estamos, quizás muy desprotegidos…y cuando se vive en casa un episodio de violencia se llama a la policía, te desvían a asuntos sociales, te dan cita…pero me cuentan: ¿hay que esperar a alguna desgracia para que actúen?.Pero no es esto lo que hoy me lleva a escribir…estos son otros temas mucho mas complejos, e igual de importantes…
Hoy escribo de mi dolor, desde fuera de una historia, pero mi dolor…
Cuántas veces hemos reído contigo., tu sentido del humor tan agudo.
Tu desparpajo y optimismo ante la vida ha soltado en mi tantas carcajadas. Que ni imaginar tu dolor interior puedo…tu cruz en la vida hasta llevarte a la misma muerte elegida por ti…
Impensable, de verdad…Cómo tal vez no estamos a la escucha de quién nos necesita…nuestras prisas, nuestra vida que nos come toda nuestra atención, toda nuestra existencia…
¿Nos cuestionamos alguna vez algún pensamiento que hayan compartido con nosotros?.
¿Dejamos que nos cuenten?.
¿Echamos la vida mas allá de nuestras propias narices?…
Hoy siento que no, y pido perdón públicamente por no lanzar mi mirada al otro. Me cuestiono cuantas veces debiera y ni tan siquiera alzo la mirada a quien pide por la calle…
Pido perdón por no abrir mi corazón para dejar que otros quepan en él…
Por no sonreír tantas veces debiera, apretar mis manos con algunos de los que me rodean, o simplemente hacerles un pequeño guiño…
Lo se, pero lo olvido con mis obligaciones diarias…de correr tanto en la vida.
Lo se y olvido la importancia de las pequeñas cosas, esencia de la vida.
El arte de las pequeñas cosas que hacen de la vida el paisaje mas hermoso.
Sirvan estas palabras de reflexión personal y oración de amor por este amigo que se ha ido sin permiso…
P020809_21.250003

3 Responses to “CONDENAMOS”

  1. Susana, ¿quién tenía que darle permiso? eligió hacer lo que quiso hacer, tal vez porque vivir le resultaba más doloroso que morir. Llevo muchos años ejerciendo la medicina, he vivido muchos suicidios y temo conocer bien ese terreno: el que se quier ematar se mata, y estoy convencido de que Dios les acoge con un amor que supera toda comprensión porque sabe cuánto han sufrido para tomar esa decisión.
    El problema es consolar a los que quedan, no lamentar al que marchó.

  2. c3p0…

    below, are some neat web sites we linked to because of the good information they offer…

  3. Hello! I just would like to give a huge thumbs up for the great info you have here on this post. I will be coming back to your blog for more soon.

    Austin turf grass