Un olivo repleto de Vida
Hoy el viento agita tus ramas con mucha fuerza, y tu bailas a su compás devolviéndole el baile.
Hoy tu color verde es amarillento plata, por los rayos de sol que se extienden sobre ti y te hacen bellísimo.
Hoy cada balanceo de tus hojas, me recuerda los momentos tan distintos que nos regala la vida, y cómo nosotros danzamos con ella con la opción de dejar de hacerlo, o de fortalecernos y en la robusted seguir bailando con la vida.
José Andrés, deposité tus cenizas bajo este frondoso olivo hace ya 15 años, pero siempre es ayer.
Sigo sintiendo tu ser tan presente como el mio.
Sigo viéndote en tus hermanos y en tu padre, sentadito sobre su pecho y riéndote a raudales con él.
Sigo experimentando tu sonrisa en la mía, y la fuerza del amor en cada instante que te respiro. Que te huelo. Que te vivo en mi.
Habitas en nuestros corazones y el de muchos.
Palpitas en mi propio corazón.
Tus siete meses se multiplicaron en otras vidas, y hoy todos celebramos y cantamos llenos de agradecimiento por la tuya.
Contigo nos hemos hecho mas fuertes. Contigo crecemos en lo mas cotidiano y en lo sagrado, que es el Ser.
Contigo soy capaz de seguir mirando el cielo, y agradecer que llegaste y te quedaste en cada uno de nosotros, para enseñarnos a defender la vida, vivirla y después donarla.
Esta madre agradece esta gran cadena de sueños, de esperanzas, y de realidades en historias compartidas. Personas que son eslabones de AMOR con letras grandes…unos que llegan y otros que se van. Otros que se quedan y son siempre impulso para seguir multiplicando y reconocer en cada paso el verdadero sentido de la vida….
Te amo mi pequeño saltamontes. Mi torito José Andrés. Mis entrañas… Hoy tu olivo se muestra frondoso, repleto de vida como cada son al que me invitas a bailar y yo acepto hijo mio contigo…estando sin estar. Viviendo a descompás, pero siempre viviendo…
