TIEMPO DE VIDA

CIRIO 1 SAN FERNANDO 13Estos días escuchábamos por nuestras calles:“Truco o Trato”. Acto seguido, alguien diciendo: “Me tomo unos días de vacaciones, aprovecho, y me marcho de puente a Portugal. O en la pastelería un señor pedía unos buñuelos de viento para merendar con la familia. Y alguien en el trabajo nos contaba que estaban planeando comprar un disfraz de bruja o vampiro para una fiesta con los amigos…

Un año mas llegaba el día de todos los Santos y la conmemoración de los Fieles Difuntos. Todo entremezclado entre la fiesta de origen celta con la celebración de Hallowen, asar castañas, comer huesos de santo y visitar nuestros cementerios.
Todo un tiempo que nos lleva hasta distintas tradiciones, costumbres, y sobretodo, un día para recordar a los seres queridos que ya no están con nosotros y honrar su memoria.
Es una fecha muy especial en numerosos países de todo el mundo, aunque depende de cómo cada uno de nosotros sintamos nuestra vinculación con la muerte. Me llama especialmente la atención cómo se vive en algunos lugares, y me encantó el año pasado cómo nos lo mostraban en la película animada estadounidense y mexicana “Coco”, inspirada en la festividad mexicana del Día de los Muertos. Es un tema que siempre me ha apasionado, cómo acercar la muerte a nuestra cotidianidad, pues si antes nuestros difuntos los velábamos en casa, ahora todo cuanto mas lejos mejor, e incluso la gran mayoría de las veces intentamos maquillarlo de mil maneras.
Desde la muerte física de mi pequeño José Andrés, he tenido tantas experiencias, que desde el minuto cero entendí que si el gran tabú antes era el sexo, ahora lo era la muerte “Cuanto mas lejos de mi mejor”. Y qué ni decir tiene, que mas lejos si cabe si estamos hablando de la muerte y los niños.
Experimenté varios episodios al respecto. Uno de los mas impactantes fue con mi querido Jorge Morillo, con su hijo Moisés que tenía en aquel momento cinco años, y pidió a su padre despedirse de su amiguito. Era tan pequeño, que tuve que cogerlo en brazos para que pudiera besar a su amiguito José Andrés( de 7 meses) en su velatorio. Por el contrario, también tuvimos amigos que en aquel momento desaparecieron, por tener hijos pequeños, y menos pequeños, pero no tuvieron el valor de acompañarnos, ni tampoco dejaron que sus hijos lo hicieran. Desde entonces, me propuse dar charlas de concienciación en colegios y distintos lugares, porque en una de las presentaciones del libro “Lágrimas de Vida” que nace de toda esta experiencia con mi pequeño, un niño de 10 años me preguntó que por qué solo hablaba y daba charlas para mayores. Eso me llevó a pensar, que tal vez toda esta vivencia con la corta vida de mi hijo, me llevaba hasta este nuevo hacer en mi vida, compartir también con los niños el tema de la muerte. Y así lo hago desde entonces y se ha convertido en un compromiso personal.
Parece que para los niños no cuenta el tema de la muerte, pero se enteran absolutamente de todo lo que pasa a su alrededor, y se quedan con todo, aunque los mayores hagamos-en la mayoría de los casos- todo lo posible para que no se enteren si alguien está muriéndose, o ha muerto.
Parece mentira, pero las preguntas y los comentarios que te hacen los niños sobre el tema son espectaculares. La tratan con mucha familiaridad, porque de una u otra manera, han experimentado un episodio de muerte cercana o muy próxima en su vida.
En las charlas que he ido dando, hemos descubierto muchas cosas de las que no se suelen hablar, y para mi, los niños han sido auténticos maestros.
Les llama especialmente la atención y preguntan que por qué nunca se habla de estos temas ni en el colegio ni en casa, cuando todos, de una manera o de otra, han perdido a un ser cercano: abuelos, hermanos, tíos, padres, amigos… y realmente es así.
No podemos borrar la realidad, ni ocultarla a los niños, porque les transmitimos nuestros miedos e inseguridades. Si antes el comentario ante un nacimiento era que “los niños vienen de Paris”… ahora cuando los abuelos fallecen se suele decir… “El abuelito se ha ido a Paris”… como si nuestros niños no se dieran cuenta que ya no vuelven.
Estos días me he alegrado muchísimo porque me llegó el libro “Tonino el niño astronauta” de Adolfo Langa. Un buen amigo que abiertamente nos plantea este tema para niñ@s de entre 4 y 7 años, y lo hace a través de un cuento. Según él “hablarle del tema a niñ@s es un “triple salto mortal con tirabuzón”. Langa nos dice y comparto plenamente con él que : “La muerte existe y duele, en tod@s, y es inevitable. Da igual que seas alguien espiritual, religioso, o absolutamente pragmático y agnóstico. En algún momento de nuestra existencia, nos encontraremos con ella en nuestro contexto cercano”.
Te aplaudo amigo, porque te atreves a contarnos de manera sencilla y magistral este cuento, que bajo mi humilde opinión, nos viene bien a niños y mayores, porque no está nada mal recordarnos ciertas cosas a todos y sobretodo, acercarnos al tema de la muerte.(de la que nadie nos vamos a librar).
No quiero perder la oportunidad para agradecer a cuantos nos hacen mas sencillo ese paso, al otro lado. De la vida a la muerte… tantos profesionales sanitarios, y tantos voluntarios que con tanta generosidad dedican parte de su tiempo a acompañar.
E igualmente, quiero agradecer a tantos que a través de Lágrimas de Vida, y esta gran cadena de solidaridad, nos llevan a concienciar sobre la importancia de la donación de órganos, tejidos, médula, sangre, piel, córneas, huesos,… Y lleguemos juntos a multiplicar la esperanza para los enfermos, y sobretodo la vida con el fin último que es el trasplante.
Este próximo fin de semana tengo la oportunidad de estar con la gran familia Trinitaria en el XVIII Encuentro Nacional de Hermandades y Cofradías Trinitarias, que en esta ocasión se desarrolla en San Fernando, Cádiz. Allí podré compartir la relación de Lágrimas de Vida con la Archicofradía Sacramental de San Fernando, y cómo juntos hemos multiplicado nuestro compromiso con la donación de órganos, con otras muchas hermandades y Cofradías de Cádiz y Provincia.
Estoy muy emocionada y agradecida, porque sientes que el mensaje de la importancia de donar y concienciar a toda una sociedad es un trabajo conjunto de todos, y al igual que yo lo he podido experimentar con las provincias de Sevilla y Málaga, donde muchos se han unido ya a esta causa de todos, Cádiz avanza a pasos agigantados, y desde esta Archicofradía se ha dado un gran impulso contagiando a muchos que hoy por hoy forman parte de este proyecto.
Hoy quiero agradecer a los que sembraron esa primera semilla nacida del Cartel de Semana Santa de Sevilla del año 2008 de Emilio Díaz Cantelar. El autor representaba un detalle del paso de la Virgen de la Amargura. En un cirio votivo introdujo una leyenda, en la que hacía referencia al donante de órganos que salvó la vida de su esposa,Enriqueta García, trasplantada de hígado y de riñón. Y del cartel surgió la idea de introducir en los pasos de la Semana Santa un cirio dedicado a los Donantes de Órganos tras la
reunión de tres personas: Manuel Romá, entonces Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, del Dr. José Pérez Bernal, por entonces Coordinador de Trasplantes de Sevilla y Huelva, y Emilio Díaz Cantelar, autor del cartel.
Así comenzaron a colocarse los cirios en distintas hermandades y cofradías en Sevilla, siendo ese mismo año en la Amargura, a las que se le fueron sumando con el paso del tiempo y los años muchas mas.
Los mensajes que llevaron los cirios han estado relacionados con la advocación de la Virgen de cada Hermandad: “Una
Estrella para la Vida”, “Esperanza para la Vida”, “Ángeles para la
Vida”, “Consuelo y Vida”……., y “Lágrimas de Vida”, es la leyenda que lleva inscrito muchos de ellos. .Mensaje elegido porque, a pesar de su brevedad, refleja perfectamente los valores que se quieren transmitir: . Una donación se transforma en Vida, igual que el mensaje de Cristo: Su muerte se transformó en Vida Eterna y un Trasplante es Volver a Nacer, una Resurrección………..

Lágrimas de Vida es el mensaje que lleva el cirio de la
Patrona de los donantes, de Sevilla, la Virgen de los Gitanos, y también los Patronos de Cádiz, Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de la Trinidad.
Después llegó la canción Lagrimas de Vida, con la compositora sevillana Melu Raigada, cantada a dúo con Javier Ojeda, el mítico cantante malagueño de Danza Invisible. Y posteriormente la Marcha procesional con el mismo nombre, compuesta por Benjamín Monje de la Banda Veracruz de Utrera.
No hay palabras para agradecer tanto, y a tantos…que me perdonen los que se quedan fuera, pero son parte de este proyecto…unido sin duda a tantos otros familiares de donantes, y trasplantados, que son nuestros auténticos monumentos vivos.
Estos días también tendré el privilegio de compartir mi testimonio en las XV Jornadas sobre Duelo, que se celebran el 13 y 14 de Noviembre en Tres Cantos Madrid, con el Centro de Humanización de la Salud. Agradezco que hayan contado conmigo y muy especialmente a Valentín Rodil.
Termino sin duda agradeciendo, y repitiendo lo que siempre digo y dicta mi corazón con Lágrimas de Vida:
“He tenido una honda necesidad de poner por escrito esta experiencia. Y no sólo para que pueda ayudar a otras personas, sino porque a veces no resulta posible contener las propias lágrimas en el interior, y compartir la vida y la muerte con otros es en el fondo confesar que ambas son la misma realidad.”

Susana Herrera