En medio del mundo

LA HIGUERA PLANTADA EN EL MAR

El otoño acaba de llegar y hoy he visto llover con ganas en mi ciudad. Cuando llueve este primer domingo de Octubre en medio de la feria ganadera de Zafra, el ánimo de los ganaderos allí presentes crece y las subastas de ganado se alegran  ysuben; las primeras aguas otoñales auguran un buen año, buenos pastos, y  esto es una señal  para la esperanza y el buen ánimo. De esto veníamos hablando en el  coche, que nos traía de la playa en la Antilla ( Huelva) donde he estado con seis jóvenes profesionales cristianos,que conozco desde sus primeros años en la  universidad. Han sido dos días de una paz y un descanso inexplicable, buen baño en la playa, buenas comidas de pescado fresco, mucho sueño, paseos largos, juegos y risas… sobre todo el gozo de ser familia entrañable, que nos reunimos para descansar y reponernos. Todo un lujo, impagable, y además nada caro, porque no hay nada como “tener amigos que sus padres tienen apartamento en la playa  y que sean abiertos y generosos” como viene siendo el caso. La playa tranquila y casi solitaria, los justos para que el horizonte fuera amplio y tranquilo.O sea que hoy se ha cumplido aquello de que cuando hay fe como  un granito de mostaza, se puede decir a un grupo de profesionales cristianos, “arráncate de aquí y plántate en la playa”, en el mar y ocurre.

Ellos son para mí parte del ciento por uno que Dios me está dando ya en vida. Pero sobre todo son señales de esperanza y de vida en medio de este mundo y de esta sociedad, son de los que “llueven”, el otoño  que abre la tierra y siembra y se siembra para que tras el invierno de la entrega y el sacrificio, broten las yemas de la primavera, que con el colorido de las flores apunten el fruto que pronto vendrá, y llenará de vida todo el proceso y aclarará su sentido.

Cada  uno se convierte en motivo de bendición a Dios dentro de mi interior; Gracias Padre por Angelines,todo lo ve de colores y lo interpreta en un arco iris de vida  y de luz que se hace universal por eso se entrega denonadamente por “subiendo el sur” ese proceso que viven montones de adolescentes para abrirse al sentido de la justicia y la igualdad; por Jesús su esposo  que agradecido a la vida une investigación y opción por los últímos y goza comprometiéndose para que la universidad entre por los caminos de la cooperación y el desarrollo y la ética sea transversal en las profesiones; por Gema  que ha estado todo el fin de semana con un teléfono  conectada con todos los que anima desde su responsabilidad  de coordinar  Entreculturas en Extremadura; por su hermana melliza Sonia, que tras coordinar el forum de pastoral juvenil en madrid, sigue creyendo y apostando por la comunión, y está dando su tiempo y su vida, por los jóvenes, por la coordinación,  por el tercer mundo, desde su capacidad organizadora, es imprescindible para nosotros; por Agustín, que se come helado de chocolate  de medio litro, pero que  goza con haber llegado a ser reconocido en sus estudios como contratado doctor y quiere que el mundo sea una familia y le cabrea que  no haya ya en nuestra sociedad una renta básica mínima que conceda dignidad a todo ciudadano; y  támbién nuestra hermana Jini, creativa, gozosa, alegre, jugadora, entrañable, que no quería perder su mandato de Cherif en el juego que nos tuvo hasta las tres de la mañana, que no ceja en su empeño de creer en la educación especial, que se goza de estar en colegio especial de difícil desemepeño  pero que le va la vida en cada  paso de sus alumnos ysus necesidades. Me veo sobrepasado de gozo y de buena noticia cuando estoy con ellos; casi todos cercanos a los treinta y llenos de profundidad y de entrega; con una encarnación de lujo, qué más puedo pedir.

El evangelio se sigue cumpliendo, como el agua cae en el otoño extremeño, porque ellos se consideran siervos inútiles que están haciendo lo que tiene que hacer, y yo me doy cuenta que con lo que hacen están plantando higueras en el mar, y las higueras están dando fruto abundante, y rico en la mejor miel y el mejor azúcar.

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