Damián y el autor de “La isla del tesoro”
Robert L. Stevenson, el autor de “La isla del tesoro”, fue un admirador y defensor del P. Damián. Después de su muerte, algunos le acusaron de varias cosas, entre ellas de buscar su interés personal al estar en Molokai. Conservamos una apasionante defensa que hizo Robert L. Stevenson, a quien podéis observar en este dibujo de José María Ponce.
Dice el famoso novelista: “En mi diario hablo de mi estancia allí como una experiencia ‘dolorosa’. Tengo anotado en el margen: ‘angustiosa es la palabra’. Y cuando volví por fin de Molokai al mundo exterior, seguí repitiéndome a mí mismo, con una concepción nueva de su significado, esas sencillas palabras de la canción:
‘Éste es el país más desgraciado que nunca se vio’. Y observe: lo que yo vi y me hizo sufrir era una colonia depurada, mejorada, embellecida. El nuevo pueblo construido, el hospital y el Orfanato Bishop excelentemente arreglados. Las religiosas, el doctor y los misioneros, todos infatigables en su noble tarea. Cuando Damián llegó allí e hizo su gran renuncia y durmió aquella primera noche bajo un árbol entre sus hermanos en descomposición, era un lugar totalmente diferente: él estaba solo con la peste y previendo –sólo Dios sabe con qué valor, o con qué sentimiento de miedo- una vida entera vendando llagas y muñones”.
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