Todo por ti
Lc 17,5-10
Por más que creamos que tenemos una superagenda en la que no cabe ya nada, no nos las demos de importantes. Primero, porque hay otra gente que, quizá sin agenda, hace las mismas o más cosas sin hacer demasiado ruido. Segundo, porque el tiempo, las posibilidades, las iniciativas, los trabajos que realizamos están muy unidos a nuestra misión de servicio. Es lo que tenemos que hacer. Y gracias a Jesús y al soplo de su Espíritu sobre nuestra agenda vital podemos llegar a llevarlo a cabo. Por eso, al finalizar la jornada es bueno decir: “Todo por ti, Señor, y para ti”.
Sentirnos “pobres siervos” es un ejercicio necesario, para darnos cuenta de Quién lleva las riendas de nuestra vida y para no creernos en el centro de nuestro eje vital. Quizá es bueno, como nos sugiere Patxi con su dibujo que, al terminar el día y ver la agenda, demos gracias a Dios por todo lo que hemos recibido de Él para afrontar la tarea que se nos encomienda. En lo secreto, oculto, demos gracias y pidamos la fuerza del Espíritu.
Y también digamos, como si fuera una letanía, de la “superagenda”, líbranos, Señor. De creernos demasiado, líbranos, Señor. Del orgullo pastoral, líbranos, Señor. De…, líbranos, Señor.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero sscc
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