Abrir el corazón como María

Lc 1,26-38 El cuarto Domingo de Adviento nos invita a abrir las puertas de nuestra casa, de nuestra vida, como María. Acojamos como ella la buena Noticia de que Dios viene a vivir con nosotros. Aprendamos de ella, digamos HÁGASE y pongámonos a servir.