Porque estuve en la cárcel
En ‘Cruzando Fronteras’ hablamos con Curro Cruz Rivero, religioso de los Sagrados Corazones y párroco de San Pablo, en Jerez de la Frontera. Haz clic en la imagen para acceder a la entrevista.
La Comunidad de los Sagrados Corazones de esta ciudad acoge desde comienzos de 2018 a internos que salen de permiso del Centro Penitenciario Puerto III. Se trata de personas que están cumpliendo condena en dicho centro, calificados en segundo grado y que pueden obtener en su proceso de reinserción la posibilidad de disfrutar permisos. Para obtener dichos permisos es necesario que el recluso cuente con alguien que le haga la acogida. Normalmente, esto lo hace la pareja, familiares o amigos. Pero, ¿qué pasa con personas que no tienen quien les acoja? En tales casos se permite una acogida institucional. Los hermanos de la Congregación, que participan en la Pastoral penitenciaria de la diócesis de Asidonia-Jerez desde 2014, fueron conscientes de la necesidad de muchos internos de disponer de una acogida institucional. Por tanto, comenzaron a hacer dichas acogidas en su propia vivienda, situada en un bloque de pisos en el Polígono San Telmo. Los internos vienen un máximo de 36 días al año, normalmente divididos en permisos de 6 días. Viven y comen en la comunidad.
Interviene también en el programa Noemí García, religiosa de los Sagrados Corazones, que relata la experiencia en la cárcel de la Fundadora de la Congregación, Enriqueta Aymer de la Chevalerie.
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