El cuidado de Dios
Jn 10,27-30
Nos estamos olvidando de hablar del Cielo, de la vida eterna. Quizá porque estamos tan contentos con esta -los que puedan estarlo- que se nos olvida por dónde va nuestra meta.
Jesús, Buen Pastor, el Resucitado, el que noche a las ovejas que le ha dado el Padre, tiene una misión: mostrarnos esa vida eterna, que nos identifiquemos con ella. Para descubrirla hemos de sentirnos profundamente amados por el Dios Abba-Papaíto que se revela, se nos muestra en Jesús.
Estar en las manos del Padre y en las del Buen Pastor es estar ya en el Cielo. Gozar de su amor y confiar en Él, es lo que nos eleva de una mirada demasiado terrena y poco elevada hacia el Padre.
Me gustaría ser de esas ovejas, ¿y tú?
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
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