Navidad con el carro
¡Dios mío, cómo están las personas y sus situaciones! Anoche mientras poníamos el belén de la Parroquia, una feligresa nos comentaba al grupo de liturgia que ganaba 2 euros la hora trabajando en una casa. Venía totalmente desgastada. Los que la escuchamos nos llenamos de indignación. Habrá que hacer algo.
Y resulta que en ese grupo de gente que sufre y que lo pasa mal surge la iniciativa de ir a pedir kilos de comida con carro de la compra a los supermercados del barrio para ayudar a los que no tienen nada. ¡Bendito carro de la compra! Es el carro de los que sin tener dan la cara por los que tienen menos. Eso es Evangelio revestido de Navidad.
Esta noche nace Jesús en tanta gente que, con un simple carro de la compra, alegra o quita parte de su necesidad al hermano o la hermana que vive medio asfixiado por su situación laboral, económica, familiar… Estos carros de la compra son sacramento de generosidad, de solidaridad, de amor y de nacimiento de algo nuevo…
Hoy Jesús nace en un carro de la compra. No es un producto cualquiera. No es un producto barato. Es el mismo Dios que se hace hombre, envuelto en los pañales de una Madre que es todo corazón. Gracias, Jesús, por hacerte uno de los nuestros. Gracias porque sigues naciendo en lugares tan insospechados y humildes como un “carro”, un carro de Belén.
¡Felicidades, amigos!
Bendito carro de la compra, cuna de tantas necesidades y tristezas, pero El lo llena todo, multiplica la generosidad y solidaridad. Que en estos dias miles de carros se llenen de viviandas para los más necesitados y de Amor para ser repartido.
Que paseis todos unas felices Fiestas y para ti Fernando como siempre todo mi cariño.Un beso.
Muchas gracias, Nuria, por tu reflexión, por tu felicitación. A todos los amigos del blog, ¡muchísimas felicidades!