Kamiano

Reseña de “El telar de la Palabra”, publicada por la revista Vida Nueva en el nº 2.952, de agosto de 2015.

Título: El telar de la Palabra. Ecos bíblicos en la autobiografía teresiana

Autora: Pilar Huerta Román

Editorial: Editorial de Espiritualidad

Ciudad: Madrid, 2013

Páginas: 346

Una intensa relación

FERNANDO CORDERO, SS.CC. | Desde 1982, la carmelita descalza Pilar Huerta Román vive en el convento de San José de Toro (Zamora), con casi cuatrocientos años de existencia y con varias jóvenes vocaciones. Natural de Horcajo de las Torres (Ávila), es una apasionada de la Biblia y de la santa abulense.

Con ocasión del V Centenario teresiano, la religiosa ha escrito este libro que supone una relación entre la autobiografía de santa Teresa y la Sagrada Escritura. La autora ha tenido que combinar las tareas monacales con la creación literaria, cosa que no es extraña en el Carmelo. El esfuerzo ha merecido la pena, ya que subraya el vínculo profundo de su fundadora con la Palabra. No en vano, va ya por la segunda edición.

Estamos ante una obra surgida de la experiencia, la intuición y la solidez bíblica. No es un tratado formal, sino el reflejo de la rica labor urdida en la persona de Teresa a través de la Palabra. Probablemente, solo una carmelita pueda sacar tanto partido a este emblemático telar al modo teresiano.

En este desgranar la biografía de la santa andariega, nuestra religiosa borda a partir de seis capítulos los pasos más determinantes narrados en el libro de la Vida y su correspondencia con la Revelación. Cada uno de los capítulos incluye varios subtítulos bíblicos, que hacen más evidente la íntima conexión de la doctora mística con los relatos inspirados.

En el capítulo primero (‘Debilidad de Teresa y grandeza de Dios’), hallamos la bondad del Génesis y el buen ambiente que rodea a la santa, o su capacidad para sobrellevar la enfermedad como Job o las vanidades a las que fue dada en su juventud en concordancia con el sabio Eclesiastés. En el quinto, es muy original la semejanza que establece la hermana Pilar entre el nacimiento de Jesús y el nacimiento del convento de San José de Ávila. En ‘El cielo al alcance de la mano’, último capítulo, se recalca –de la mano de Erich Fromm– que Teresa ha recogido los frutos de la Tierra Prometida, por lo que ha venido cargada de “leche y miel”. La leche es signo del cuidado y la miel de la dulzura. La santa ha sido generosa en derrochar los dones recibidos a los hijos e hijas de su gran familia espiritual.

Además de contar con las citas de reconocidos biblistas y expertos teresianos, nuestro volumen recoge unos preciosos diálogos. Es magnífico cómo se articula que el proyecto de Dios se realiza a través de la discreción, la moderación en el hablar y el secreto. Dialogan Teresa y Nehemías (p. 231).

Por fin, en el epílogo se nos dice que Teresa termina convirtiéndose en “Carta de Dios”. Un desafío para nosotros hoy: ser “epístolas” que expresan con letra pequeña que Cristo es el gran “Libro Vivo”.

En el nº 2.952 de Vida Nueva

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