Crónica de la II Jornada de Colores
La Segunda, que no última, Jornada de Colores se celebró en un lugar muy especial: la Universidad de la Mística, el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista (CITES) de Ávila, a escasos metros del Monasterio de la Encarnación, de donde saliera la Santa para su reforma del Carmelo.
Como ocurrió ya en Madrid en la Primera Jornada, enseguida se creó un ambiente estupendo entre los ponentes y el público, Fernando Mosteiro con su acogida nos da la bienvenida y logra que nos sintamos bien hallados, da primero la palabra a Migueli y, claro, se rompe el hielo, hace reír y calienta en un segundo la sala que se convierte al primer rasgueo de su guitarra en sala de conciertos donde todos cantamos.
Por sorpresa y carambola tuve la suerte de presentar a mi hermano y amigo Fernando Cordero ss.cc. Él mismo presentó sucintamente “Orejas de colores. Sugerencias para escuchar a Dios en lo cotidiano” y fueron José Manuel Martínez (Centro de Humanización de la Salud de los Camilos), Fernando Donaire (Director de “Mira que te mira”, Diploma en educación de la vida interior”, que comenzaba allí ese fin de semana), y Carmen Pellicer (Trilema) quienes ahondaron en diferentes capítulos del libro de Fernando, que, intercalados con algunas canciones de Migueli, despertaron el deseo de vivir abiertos a Quien es tan fácil reconocer cuando vamos por la vida atentos y escuchando con el corazón. Octavio Figueredo (Director de la Editorial San Pablo) agradeció también la obra y el trabajo de Fernando con ellos.
En la segunda parte de la jornada pasamos de las orejas de colores a “Un agujero con mil colores”, el último CD de Migueli. Varias voces del coro diocesano de Ávila lo acompañaron en algunas de sus canciones, y todos los presentes, cuando la risa no lo impedía, también. Ya sabemos que Migueli nunca defrauda, que pronto se cuela dentro haciéndote reír y llorar, entrar y salir.
En fin, una jornada estupenda, que pudimos después comentar en los aperitivos mientras se vendían cds y libros hasta agotarse, y que al realizarse en ese incomparable marco nos permitió una vez más pasear por esas calles y plazas que un día recorriera la mística y andariega Teresa y que, como tantos peregrinos vivencian, sigue viva misteriosamente en aquella ciudad como lo está en sus libros y en sus monjas.
Gracias a todos los que la habéis hecho posible, especialmente a Fernando Mosteiro, del blog “Odres nuevos”. La próxima… ¡más cerca de San Juan de la Cruz!… “el otro” (que diría Migueli).
Poldo Antolín ss.cc.
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