GABRIEL CAMPO

A Gabriel Campo le fascinaban la muerte y los muertos. Cuando llegaba a una ciudad desconocida, lo primero que hacía era visitar su cementerio. Conozco a algunos tipos abducidos por la muerte, gente lánguida y de espíritu caedizo, que viven a medio gas. No era el caso: nuestro hombre de la Mancha (Alcázar de San […]