Natalia Verbeke

Nunca me ha faltado una novia de cine. Las he tenido vivas y muertas, morenas y rubias. Mi corazón de amante late a ritmo de fotograma. Cuando era más joven podía enamorarme veinticuatro veces por segundo. Ahora, mi cuerpo cuarentaherido no da para tanto, pero aun así es raro que me falte una amante cinematográfica […]