La Luna

lunacrater2aw3.jpegCuarenta años en la Luna. Toda una vida. 1969. Una noche de julio los astronautas pusieron los pies en nuestro satélite. El asunto generó emociones colectivas, extraños sueños y mucha literatura de ciencia-ficción. Qué tiempos tan raros aquellos en que la televisión no la copaban los extraterrestres de “Gran Hermano” o los alienígenas de “La noria”, sino las soflamas calmas, acéptese la paradoja, de Jiménez del Oso. La fiebre del oro editorial está hoy en los yacimientos del pasado, de un pasado preferentemente mítico, con Grial al fondo: todo ese rollo cátaro. Entonces eran los ovnis los que despertaban el hambre de la mayoría lectora y el rey del bestseller era Juan José Benítez. Las naves espaciales aterrizaban en nuestro pobre planeta con profusión e incontinencia. Fue por esos días que llegamos a la Luna. Cuando los astronautas alunizaron, Jesús Hermida ya estaba allí para contarlo. Ahora es un abuelo encantador que nos vende su memoria sentimental con gracia de monstruo audiovisual, pero entonces era un pionero de Huelva en el corazón del universo.

¿La Luna? En realidad ya no hay Luna que valga. Perdimos la ilusión y el impulso, nos queda sólo una película en blanco y negro, una leve capa de nostalgia desairada. A la mierda con los recuerdos, que diría Macaón. Estuve el otro día en la Universidad de Barcelona, donde trabajan en un proyecto de la Agencia Espacial Europea que estudia el modo en que pueden vivir seis personas en la Luna, durante un tiempo indeterminado, alimentándose con sus propios detritos reciclados y respirando mediante oxígeno artificial. Para estos ejercicios respiratorios se está ensayando con 40 ratones, que son el equivalente a una persona. ¿Y qué? Pues poca cosa, que la aventura espacial que inflamaba la imaginación de la gente hace cuarenta años es hoy un asunto de científicos, una experiencia de laboratorio que no levanta pasiones. Dicen los optimistas que en pocas décadas será posible ir de vacaciones a la Luna. ¿Y a quién le puede interesar eso, si en la luna no hay playa, ni Cristiano Ronaldo a quien pedir autógrafos, ni estará ya Hermida para servirnos de cicerone? Si hay que irse a alguna luna, más vale la de Valencia, con su mar, su salitre y sus sastres de comedia bufa.

26 Responses to “La Luna”

  1. Por alusiones.
    Primero fue Jules Verne, despues le siguieron los tres delanteros de la NASA, Armstrong, Aldrin, Collins…

  2. “La Luna, he aquí el símbolo de la Naturaleza, el formativo principio que se halla detrás de toda materia” (Libros Sagrados de Hermes Trimegistos, de origen atlante, S.XII a.C.). ¿Qué pensará el gato cuando mira la luna? El Sol da la fiebre y la Luna el pasmo. Obsesionados por la luna. “… el creciente imaginario de la luna emerge en una blancura eléctrica quieta, recortado en lejano e insensible…”, cantaría el portugués poeta. Obsesionados por la luna. Reconozco que una noche de mar y conmovido por la carnal luna gorda me meé en mí. Estaba algo borracho, pero fue aliviante y placentero. “La luz lunar es de un blanco ceniciento azulado de amarillo esfumado”, cantaría otro asfixiado poeta. ¿Qué no se habrá dicho, pensado, escrito, soñado, defecado, parido… sobre la luna? La luna del persa… todo es luna… mañana por la noche, sin luna… la mansa sonrisa a la luz de la luna… el vago claro de luna… “la belleza nació del encuentro de la luna con las aguas” (esto tan bonito no es mío y no me acuerdo quien lo dijo). Yo me quedo con los versos de S. Beckett:

    “Presuntuoso y apasionado estúpido ven ya
    a las tristes sombras mutiladas
    y permanece frío
    en la fría luna”

    Respetando el hito a mí se me da una higa la hazaña semi-bélica de esos muchachotes que llegaron primeros a la luna. Todavía quienes lo propiciaron, pero ellos eran unos mandados. Así me surge una idea ensoñadora que sí tendría toda mi envidia y admiración: ¿Quiénes serán los primeros en practicar el fornicio guarro, la coyunda, el chingue, sobre la superficie lunar a la luz de la Tierra?
    ¡Ah, la luna, ese derrame erótico! La Tierra no tiene sexo pero la Luna… ¡esos pechos lunarios… ese culo-lunar… lunares besos…! Nuestra madre la Luna (yo diría nuestra amante). “Luna blanca de los idilios, semejante a la novia fría” (Baudelaire). ¡La Luna, que hermoso juguete erótico! “… empezaron a fustigar suavemente y sin rabia esos encantadores traseros que se meneaban como lunas borrachas…” (Apollinaire).
    Creo que la analogía mujer-luna se debe a la circularidad. Aparte de su bella hendidura, la mujer alcanza su perfección y excelencia en la redondez, en la curva y el círculo. La verdad (que es la belleza) es siempre redonda. El redondamiento del deseo.
    ¿Os imagináis una Tierra sin Luna, sin mujer?

  3. Lo bueno, si breve…

  4. estoy contigo, Ana R. lo siento Macaon,perdona, pero eres un peñazo.

  5. Coincido con Ana R en que esta vez mi viejo amigo Macaón ha pecado de prolijo, y está bien traída la cita de Gracián. Por lo mismo puedo coincidir con Copos en que Macaón ha estado peñazo, pero ni mucho menos en que lo sea. Macaón es un gladiador de las palabras, con una cultura que a menudo abruma y una prodigiosa sintaxis. Lo malo es cuando se adorna demasiado y uno no sabe muy bien qué quiere decir, porque en realidad quizá ni él lo sepa. Pero, humildemente, o soberbiamente, desde mi posición de lector de este blog pido a Macaón que nos ilustre con sus reflexiones y sus opiniones tan poco convencionales. Asclepio nos dé salud a todos.

  6. Creo recordar, lo mismo me equivoco, que Gracián no dijo eso de la bueno si breve… sino que lo malo si breve es menos malo, lo que viene a ser lo mismo. Perdón porque teneís razón. A mi favor el argumento que la Luna es mucha Luna y no permite que, como muchos humanos, se deje de hablar de ella. De todas formas marcho al mar. Un insidioso mar que siempre trata de embocarlo todo, hasta Internet. Hasta no sé cuando.

  7. El problema, Eolo, no es saber lo que quieres deecir -que al menos algo sí lo intuyes-, el problema es cómo decirlo, cuando la norma te aburre (la palabra gastada por la tribu), cuando la norma no te satisface, no te sirve. Algo hay de dolor.

  8. Pero hay que decir algo.

  9. Cuando lo que sientes es oscuro exprésalo oscuramente.

  10. “Cuando la luna se pasea por el paisaje nevado parece la novia de larga cola camino del altar”. RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA.

    Y otra de Ramón:

    “El agua no tiene memoria: por eso es tan limpia”.

  11. ¡Joder!

  12. Vaya, esta madrileña noche me tiene enlunado. ¿Fermentará el aniversario?

    — El momento lunar en que me desconozco conocido.
    — Un disparo en el ojo de la luna.
    — La luna que mancha de sombras el quieto suelo.
    — ¿La luna que nace o la luna que muere?
    — Orientales cestillos cuelan agua de luna.
    — Los cuernos de imán untados de luna fría.
    — Aquella luna prolongada en sesgo de la gaviota y de la línea errante.
    — Desconchamiento de lunas que no vienen.
    — Entre lunas cansadas.
    — ¿Qué rayo azul y hielo lunar son los sueños?
    — La luna no es una puerta.
    — La luna no ve nada. Ella es calva y salvaje.
    — ¡Luna! Corona de una testa inmensa.
    — ¡Luna! Alocado corazón celeste.
    — Y ante fríos óleos de luna mugiente.
    — Esa robusta muchacha lunar.
    — Tal, blanca piedra es la luna que voló de un puntapié…
    (Autores varios)

  13. Pues yo sigo pensando que el verdadero secreto de aquellas paseos son las fotos, ¿alguien podrá alguna vez imaginar un escenario mejor, que combine con tanta asombrosa perfección luz y oscuridad?

  14. Mucho lingüista. ¿Podría decirme alguien si se dice alunizaje o alucinaje?

  15. Magnífico el programa conmemorativo que se está marcando TVE.
    Hermida, un monstruo de la tele. Presumido pero genial.
    ¡Olé, TVE!

  16. Completamente de acuerdo, Seitaridis. Hermida es el gran monstruo de la televisión en España a atmósferas luz del segundo/a que no sé quien es. Con un grupo de invitados tan absolutamente inapropiados para la situación (salvo Toharia) ha hecho lo que sabe, un buen programa de televisión con momentos excelentes. Su anécdota fin de noche sobre lo que hizo al final de la famosa retransmisión puede parecer cursi, y tal vez lo sea, pero es también un ejemplo del talento de ese gran, y pedante, y narciso, etc, narrador de historias televisivas. Y si Macaón discrepa, pues estará en su derecho. Y si no, pues también.

  17. Discrepo con la titular y el lateral griego. El narcisismo, la autocontemplación, el yo importo sobre todas las cosas es como una nube que empaña cualquier acercamiento, cualquier interés espontáneo. Lo de rodearse de figurines por hacer para promocionarlos es el colmo del marketing barato. Lo de añadirles un puñado de jovencitas monas y embobadas para que el ego engorde todavía más, el del egocentrismo.

    A este hombre, que ha debido ser un genio de la comunicación, alguien tendría que haberle dicho alguna vez que en los millones de minutos juntos de todas sus pausas del “yo me regodeo en mí mismo de mi propio yo”, podrían haberse contado todas las noticias del mundo…

  18. Bien, LGM. El lateral griego coincide contigo en lo de los figurines. Hermida, un genio con pausas y todo. No me gustan los comentarios extenuantes como a Macaón.

  19. Prefiero mil veces a Ana R.

  20. Yo esperaba una entrada alevosa a mi condición de extremo izquierdo… gambeteador claro

  21. Mil gracias Seitaridis. Pero, ¿para qué me prefieres exactamente?

  22. Un agradable amigo cámara contó cómo en un viaje –reportajillos varios por estas tierras propias- le escondió a Hermida su libro de citas y éste sintiese, sencillamente, fagocitado en el horrendo vacío.
    Fastidioso hablar del pasado. Por esos tiempos -1969- yo era un enamoradizo adolescente terriblemente enamorado de una niña con gafas (aún hoy puedo enamorarme de una vicuña si lleva gafas). Me acuerdo de aquello como me acuerdo de mi equipo de fútbol que no me acuerdo cómo jugaba. Nada.
    ¿Qué vimos anoche? Menos que nada. Apagué cuando el vicioso infame de los tirantes insistía en sus pertinaces mentiras: “…lo vimos en una televisión pequeña…”. Jodido Ramírez en aquellos tiempos todos los televisores eran muy grandes (cosas de la técnica). Todo irrealidad, infantil teatrillo. Subproducto televisivo tópicamente mareado por un subpersonaje.

  23. Ana R, Seitaridis te prefiere sin duda para sacar corners, cuyo arco él ve pasar inconmovible mientras defiende el palo derecho.

    Como dice Macaón, mareo, mucho mareo, eso es lo que siente uno con el “genio”…

  24. El maravilloso planeta azul, miles de kilómetros de aguas sin explorar en las que todavía hay recursos desconocidos. Actualmente no podemos, ni rescatar los restos de un avión o un antiguo galeón.
    El descubrimiento de lo desconocido, facilita nuevas tecnologías y riqueza, no seria mejor empezar por lo que tenemos al lado.
    Compañías hay que están invirtiendo en remedios médicos a partir de algas marinas…
    Pero no debe vender tanto el ser el primer hombre que descendió a la Sima Abisal.

  25. Prefiero a Ana R. porque sus comentarios son breves. Y porque (presiento) que es de este mundo y no se habla con Asclepio. Y dice lo que quiere. Fácil.
    LGM: ¿extremo izquierdo? o ¿extremo progre?. Remata tú.

  26. ¿pero a Hermida no lo jubilan?

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